Sarunas Jasikevicius era el hombre que más se echaba de menos en la grada del Palau Blaugrana. Cada verano, cada jornada de Euroliga. En cada pinchazo del Barcelona el lituano se paseaba por la mente de aficionados y directivos. Estaba destinado a regresar a la Ciudad Condal, esta vez como entrenador, pero la duda era cuándo.
Finalmente ha sido de cara a la temporada 2020/2021 cuando el Barcelona de Bartomeu ha decidido a apostar por el exjugador. Empezará un proyecto de cero, obligará a realizar una nueva gran inversión y todo en plena crisis económica y deportiva por el azote del coronavirus.
La incertidumbre es amplia. No por las cualidades de Jasikevicius, que ha demostrado su potencial en los banquillos en el Zalgiris y levantando el interés de clubes históricos como el Fenerbahce. La incógnita está en si esta vez, después de los pinchazos de otras grandes apuestas como Bartzokas, Sito Alonso o Pesic se cierra el círculo de cuatro entrenadores diferentes -más 'Saras'- entre 2010 y 2020.
Un regreso pese a las críticas
El técnico ha sonado varias veces para entrenar al Barcelona. La afición se ilusionaba, el entrenador de turno hacía oídos sordos y Jasikevicius esperaba que la entidad blaugrana dará un paso al frente. Pero de verdad, no un simple amago. Y eso no se ha producido hasta este año.
Verano de 2018. Jasikevicius lleva en volandas al Zalgiris a la Final Four de la Euroliga. Nadie lo esperaba. Se confiaba en él, pero no como para lograr tal hazaña y menos si para llegar a pelear por el título había que ganar al Olympiacos. Los de Kaunas lo lograron y 'Saras' se consolidó como uno de los mayores talentos a tener en cuenta en el futuro para los banquillos. No solo europeos, sino también de una NBA que tenía cierto interés.
Justo ese mismo verano, el lituano concedió una entrevista muy clarividente a Mundo Deportivo. Jasikevicius no titubeó: "Cada verano las cosas son aún más raras". Ni el propio técnico entendía por qué después de tantos meses de interés, de contactos y llamadas, el Barcelona no había movido ficha para traerle al banquillo del Palau.
La clave siempre era la misma: "Ellos no empezaron a negociar". Ya con Pesic en el banquillo culé, el Barça llamó a Jasikevicius. Este les dio luz verde tras la Final Four. Su representante, sin embargo, no recibió la llamada. "Evidentemente a ellos no les han gustado mis ideas", recalcaba Saras en la entrevista, cuestionando quién llevaba el mando del club. "No sé quién toma las decisiones ahí".
Las dudas en torno al proyecto
Jasikevicius tendrá que lidiar con varios problemas. El primero es el de la afición, cansada de los cambios constantes de proyecto deportivo y que pedían desde hacía tiempo la llegada del lituano. La confianza que tiene en la grada es alta, pero cualquier tropezón puede despertar a los fantasmas del pasado que ya acabaron lastrando la relación afición-entrenador de otros rostros.
Además, será la primera vez que el técnico entre como entrenador en un vestuario del máximo nivel. Si bien el Zalgiris compite en las mejores competiciones posibles, es un hecho que las jerarquías son diferentes en cada equipo. Y el vestuario del Barcelona, como en la mayoría de las grandes entidades, no será fácil de domar por parte del técnico como se ha comprobado con Pesic.
Pero, la gran duda, es la de los títulos. Ni las inversiones, ni las apuestas ni nada permitieron que los antecesores de Jasikevicius triunfaran. Los duelos contra el Real Madrid, la falta de oportunidades en los playoffs de ACB y su escasa repercusión en Europa son escenarios donde 'Saras' tiene que dar un paso al frente para olvidar los caminos tomados en anteriores proyectos.
La clave 'Nacho Rodríguez'
Con el exjugador y actual director deportivo del Barça mantiene una gran relación. Son amigos y, cuando ha habido que hablar de una posible llegada a la Ciudad Condal, ha sido Nacho Rodríguez el que ha levantado el teléfono. Sin embargo, nunca se llegó a nada más.
En esta ocasión la estrategia ha sido la misma. El dirigente culé se puso en contacto con Jasikevicius y, en esta ocasión, bien por mayor confianza o por la decisión de Pesic de abandonar el club, la entidad catalana se atrevió con Jasikevicius. El anunció ya se daba por hecho antes de hacerse oficial.
Las negociaciones abiertas entre Fenerbahce y Jasikevicius iban a acabar justo cuando el Barça anunciara la destitución de Pesic. Nada más hacer pública la salida del veterano y polémico entrenador, ya estaba todo dicho: Jasikevicius iba a ocupar el banquillo culé.
Inversión NBA pese a aplicar un ERTE
El conjunto blaugrana va a volver a ser uno de los clubes europeos que más desembolso realice en lo que a fichajes se refiere. Jasikevicius siempre recalcó su deseo de construir un equipo al completo, sin tener que amoldarse a jugadores con contrato. Y ese deseo prácticamente se ha convertido en una orden pese a la crisis económica generada por el coronavirus.
Del Palau se han marchado pesos pesados como Ante Tomic o Pau Ribas. Jugadores respetados entre la afición y con gran importancia dentro del vestuario. El croata sobre todo, pues ejercía como capitán de la plantilla culé. Por su parte, Ribas ya tuvo sus más y sus menos con Pesic y ni las lesiones ni el técnico le dejaron tener la continuidad necesaria. Además, también se ha confirmado la salida de Kevin Pangos, que aligera aún más la posición de base del Barcelona.
Para ocupar esas fichas ha llegado Nick Calathes. Uno de los mejores bases de Europa y con uno de los salarios más altos de la competición continental. El griego no es un simple jugador de refuerzo. Tras su incorporación, ha comenzado a sonar el nombre de Pau Gasol. Sería la guinda y el fichaje de Mirotic el año pasado ayuda bastante. Se trataría, de nuevo, de una gran inversión en cuanto a ficha se refiere. El club lo ha negado.
Al catalán se han sumado otras posibles incorporaciones para este nuevo proyecto de Jasikevicius: Vesely, Abalde... Jugadores, al fin y al cabo, que supondrían una contradicción en la gestión del Barcelona. ¿La razón? Hace unos meses, cuando estalló la crisis del Covid-19, la directiva blaugrana decidió aplicar un ERTE a todos sus trabajadores.
Cerca de 1.500 personas se vieron afectadas. La plantilla de baloncesto, a pesar de un revuelo inicial en el que rechazaban cualquier rebaja salarial, acabó cediendo. Incluso la cantera tuvo que sumarse al ERTE para que la entidad blaugrana cuadrara las cuentas. Si el curso pasado, tal y como publicó este periódico, el gasto superaba los 32 millones de euros, esta campaña hay que sumarle las nuevas caras y las renovaciones con mejoras salariales de Heurtel, Hanga u Oriola, entre otros.
Jasikevicius cuenta con el respaldo de la directiva, de la afición y aparentemente de la plantilla para triunfar. Pero el pasado no se puede borrar: el proyecto obliga a una inversión NBA, la cúpula sigue siendo la misma que él criticó y el talento también lo tuvieron los anteriores técnicos.
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