La selección española de baloncesto ya está en la final del Mundial de China 2019. Tras una partido de infarto, los de Scariolo ya tienen su merecido puesto en el encuentro que decidirá el oro en Pekín. El final del partido entre España y Australia fue de alto voltaje.

El equipo español fue capaz de remontar en los últimos minutos del último cuarto y mandaron el choque a la prórroga. Fue clave una acción en la que los protagonistas fueron Marc Gasol y Andrew Bogut. Una falta del australiano dio dos tiros libres vitales, que el pívot catalán anotó.

Pero la polémica estuvo sobre Bogut, quien protestó aireadamente la decisión de los colegiados y realizó un gesto insinuando que estos estaban comprados por los españoles. Sin embargo, no fue sancionado con una técnica pese a que así debería haber sido.

Bogut estalló tras el partido

El jugador salió enfadado del encuentro y según ha informado Sportando, comenzó a gritar "La FIBA es una jodida vergüenza" en la zona mixta tras el choque. Bogut, sin entender ciertas decisiones arbitrales, se juega la sanción por parte de la FIBA. 

España frente a Australia en el Mundial de China de 2019 EFE

A pesar de las quejas del jugador australiano, lo cierto es que los españoles no han tenido demasiada suerte en las decisiones arbitrales. Hace unos días, ante Italia, un encuentro clave en los cuartos de final la polémica con las decisiones de los jueces fue más que evidente: una técnica al banquillo y otra al técnico Scariolo por protestar errores graves de los árbitros. Solo hizo falta escuchar a los protagonistas en zona mixta para notar la crispación del ambiente: "Siguiente pregunta", contestó Ricky Rubio al ser preguntado por la acción.

No han sido los únicos que han sufrido en sus carnes las malas decisiones arbitrales: el Lituania - Francia  fue arbitrado por el trío integrado por el español Antonio Conde, el venezolano Daniel García Nieves y el argentino Leandro Lezcano. Tras una jugada polémica que los jueces no quisieron revisar y que pudo cambiar el rumbo del partido, la FIBA decidió expulsar del campeonato a los tres árbitros.

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