Hay una regla no escrita en el baloncesto que afirma que los bases son la prolongación de los técnicos en las canchas. Su visión y lectura privilegiadas del juego les hace poseedores de un saber que no atañe a ningún otro componente de sus equipos. Ven situaciones, pases y canastas en las que nadie más repara. Y, por eso, muchísimos directores de juego han acabado convirtiéndose en entrenadores a posteriori tras colgar la camiseta: Zeljko Obradovic, 'Doc' Rivers, Pablo Laso, Steve Kerr, Lolo Sáinz, Panagiotis Giannakis… Ahora le toca a Sarunas Jasikevicius coger el relevo de tantos y tantos 'unos' que hicieron carrera en los banquillos.
Lo hará en Kaunas, su casa y la segunda ciudad más grande de un país, Lituania, en el que el deporte de la canasta es religión (y Saras, uno de sus mayores profetas). Con una sombra casi tan alargada como la del mismísimo Arvydas Sabonis, Jasikevicius cierra ahora el círculo que inició en la temporada 2013-2014. Aquel fue su último curso como jugador profesional, precisamente en las filas del Zalgiris, donde se convirtió en asistente nada más retirarse y, tras temporada y media de adoctrinamiento, en primer entrenador.
La mala dinámica del equipo al inicio del Top 16 de la Euroliga, con dos sonrojantes tropiezos ante Baskonia y Brose Baskets, le llevó a prescindir de los servicios de Gintaras Krapikas. Miembro del recordado equipo olímpico lituano que logró el bronce en Barcelona '92, sus 10 temporadas al servicio del Zalgiris (la mayoría de ellas como asistente) no pudieron ser mejor espejo en el que mirarse para Saras.
El aura que todavía envuelve su figura se ratifica con la volatilidad de su condición de técnico interino. Ése era el plan inicialmente, pero el destino tenía reservadas metas más edificantes para Jasikevicius. Un cómodo triunfo a nivel doméstico ante el Vytautas durante su estreno en la banda (94-77) fue un chute de euforia y adrenalina suficiente como para redoblar la apuesta por Saras.
Ahora es técnico del Zalgiris Kaunas a todos los efectos y con plenos poderes, al menos hasta el final de la temporada 2017-2018. Tiempo suficiente para reverdecer los viejos laureles que portó día sí y día también cuando su lugar estaba en las pistas. ¿Quién no recuerda a Saras haciendo estragos las defensas rivales con la camiseta del Maccabi o del Panathinaikos? ¿Y su excelso concurso en el Barça, donde militó cuatro temporadas en dos etapas distintas?
Palmarés como jugador
¿Qué decir de sus gestas con Lituania? Aquel bronce olímpico de Sídney 2000, rozando el desacato ante USA, o el oro continental en el EuroBasket de 2003, derrotando a unos todavía bisoños juniors de oro españoles, resultan inolvidables. Incluso la NBA fue territorio de Jasikevicius durante algún tiempo, aunque no acabó de cuajar ni en Indiana Pacers ni en Golden State Warriors.
Poco le importó a un hombre cuyo palmarés está poblado de Euroligas (4 con tres equipos distintos), Ligas (9 repartidas entre España, Israel, Grecia, Turquía y Lituania) y Copas. También de distinciones con su selección, a las que hay que añadir el bronce en el EuroBasket de 2007 y el oro en el Europeo sub18 de 1994. 'El Mago' de Kaunas lo fue tanto que logró sacarse de la chistera la friolera de cuatro tripletes a lo largo de su carrera (tres con Maccabi y uno con Panathinaikos).
El Madrid, primer gran escollo
Una buena oportunidad para seguir escribiendo otro capítulo de su leyenda se presenta este viernes en la Euroliga, con Jasikevicius y los suyos visitando al Real Madrid (20:45, Canal + Deportes). En Kaunas desean abandonar el farolillo rojo del Grupo F del Top 16 y las dudas del vigente campeón europeo aún están muy presentes, así que todo puede suceder. El pasado azulgrana de Saras, que se medirá al Barça el 12 de febrero, aporta mayor sugerencia si cabe a un encuentro con muchos alicientes.
En la cancha del Palacio de los Deportes madrileño estarán presentes cinco subcampeones del pasado EuroBasket con Lituania: Kalnietis, Seibutis, Javtokas y Lekavicius por parte del Zalgiris y Maciulis en el bando local. Además, Martynas Pocius se reencontrará de nuevo con sus ex compañeros del Madrid, donde jugó dos temporadas en las que las lesiones acabaron lastrando su rendimiento. Las mismas que tanta guerra le están dando actualmente a Pablo Laso, con Rudy Fernández y Sergio Llull aún convalecientes de sus problemas físicos.
Dudas en Europa
El equipo blanco tampoco tiene mucho de lo que presumir en la competición europea ahora mismo. Tras sus vaivenes en la fase de grupos, la reciente derrota contra el CSKA en Moscú aún escuece y ha llevado al conjunto madridista a ocupar la penúltima posición del grupo. A pesar de su victoria ante el Brose Baskets, se encuentra justo por delante del rival al que se mide este viernes.
Con el núcleo duro del Zalgiris compuesto por jugadores lituanos (9 de 14), la situación en Kaunas es mucho más positiva en la competición lituana. El equipo marcha primero con un balance de 18 victorias y una sola derrota, con dos triunfos de renta sobre el Lietuvos Rytas, segundo clasificado. Todos confían en Jasikevicius y en su ayudante, otro ex jugador con cierta solera como Darius Songaila, para mantener esta buena dinámica y mejorar la situación en Europa.
Cuando se trata de hijos pródigos baloncestísticos, Kaunas gana por goleada en Lituania: Sabonis, Kurtinaitis, Marciulionis, Homicius y, ahora en su vertiente técnica, Saras, junto a un largo etcétera de estrellas. Lo más probable es que a los lituanos no les falte nada junto a 'El Mago', siempre ídolo genuino a través de sus trucos y birlibirloques; nunca becerro de oro para sus compatriotas. Se lo ganó como jugador y ahora aspira a hacerlo como entrenador.