Cuando a finales del pasado junio el Real Madrid levantaba en el Palau Blaugrana el título de campeón ACB, una temporada de ensueño llegaba a su fin. Supercopa, Copa del Rey, Euroliga y Liga Endesa. Póquer de títulos a la altura de la historia del club blanco. Pero en cuanto acabó el periodo de celebración, llegaron los temores sobre una posible salida de Sergio Llull, MVP de la reciente final ACB y jugador talismán para el Madrid en las últimas temporadas.
Mejorando en todas las facetas del juego año tras año, no siempre fue el fenómeno que es a día de hoy. A mediados del mes de mayo de 2007, el Real Madrid acometió su fichaje, entonces un chaval de 19 años proveniente del Manresa. Con escaso protagonismo en sus primeros meses en el club blanco, pronto ganaría su primer título, la Liga de aquel año. Desde entonces se ha convertido en uno de los jugadores franquicia no ya del Real Madrid, sino de la Liga Endesa en general.
Sergio Llull aporta un valor ofensivo descomunal a su equipo. Además de promediar dobles dígitos en puntos, su ascenso en eficacia año tras año está fuera de lo común. Desde 2008 promedia más de un punto por posesión, cifra que le sitúa entre los jugadores de elite. Por dar contexto, Juan Carlos Navarro lleva sin superar un punto por posesión desde la temporada 2012-13.
Famoso en las redes sociales como un jugador que lanza sin sentido, su acierto siempre ha sido bastante mayor que sus intentos en tiros de campo. En el siguiente gráfico comparamos los puntos por posesión desde su llegada al Real Madrid con sus tiros de campo, donde se observa el fenómeno previamente explicado.
Además, el jugador menorquín, ha mejorado en cuanto a manejo de balón se refiere, ya sea limitando pérdidas o cometiendo menos faltas de cualquier tipo, año tras año. En el gráfico posterior se observa un declive claro en cuanto a pérdidas por posesión se refiere según aumenta su experiencia en la ACB.
Llull aporta desde su posición híbrida de base-escolta el ataque que se complementa a la perfección con la capacidad de repartir juego de Sergio Rodríguez, que cada vez que pisa la cancha desde 2012 da más del 35% de las asistencias del equipo. De hecho, en la temporada 2013/14, el Chacho fue líder de la ACB en ese parametro con un 43%. Además, aquella temporada en la que Llull y el Chacho se repartieron el liderazgo en las estadísticas avanzadas de puntuación y asistencias, el Real Madrid sufrió el famoso colapso por el que en dos meses el club blanco perdió la final de la Euroliga y la Liga ACB. Un año después, la combinación ha sido letal.
Durante las últimas cuatro temporadas, Llull se ha posicionado como un caudillo en ‘offensive efficiency’ –puntos por cada 100 posesiones-, estando a la cabeza de la liga varios años. Siempre por encima de los 125 puntos por cada 100 posesiones, el jugador está siempre entre los mejores del campeonato. En el gráfico posterior se observa a todos los participantes de la ACB de las últimas cuatro temporadas, donde se señala en un azul más oscuro a los MVPs del torneo, con Llull varias veces por encima de ellos.
La evolución exponencial de Llull a principios de su carrera no pasó desapercibida al otro lado del Atlántico, y dos años después de su llegada a Madrid fue elegido por los Denver Nuggets en segunda ronda del Draft NBA. Esa misma noche, sus derechos fueron traspasados a Houston, un club que ha intentado hacerse con sus servicios en los últimos años. Con una oferta de los Rockets este último verano, de tres años por 14 millones de dólares, el jugador prefirió renovar por el Real Madrid hasta 2021. El nuevo contrato le proporcionó un sueldo más alto a la par que una claúsula de salida hacia Estados Unidos más baja, que podría ejecutar si llegase otra oferta en el futuro.
Ante el que podría ser su gran año, los Rockets seguirán mirando a Llull, que a punto de cumplir 28 años ha alcanzado su madurez baloncestística. La franquicia texana ve en él un jugador codiciado que aporta eficiencia en ataque y solidez en defensa.
Con la visita del Valencia Basket este domingo al Palacio de los Deportes en la primera jornada de la ACB 2015-16, el Real Madrid comienza ahora otro gran reto: el de estar a la altura de la temporada pasada. Todos los entrenadores han contado con Llull para este tipo de desafíos. Joan Plaza, Ettore Messina y Pablo Laso en el Real Madrid y Sergio Scariolo en la selección han sabido utilizar al menorquín para exprimir su rendimiento. No siempre ha funcionado, pero él nunca se esconde. Este año no debería ser distinto.