Dennis González y Dani Caverzaschi, los deportistas españoles que derriban barreras “con la cabeza bien alta”
A las puertas de los Juegos Olímpicos París 2024, Dennis González, nadador artístico y embajador de Miravia, y Daniel Caverzaschi, tenista profesional en silla de ruedas y beneficiario de una beca para deportistas de P&G, comparten sus impresiones sobre qué implica ser deportista.
Los deportistas de élite están hechos de otra pasta. Dennis González, miembro de la selección española de natación artística, lo denomina compromiso. Y a Daniel Caverzaschi, tenista profesional en silla de ruedas, la competición al más alto nivel le ha proporcionado un aprendizaje vital de valor incalculable.
Son dos estrellas en sus respectivos deportes. Dennis González es el segundo hombre en ser miembro de la selección española de natación artística. El primero fue su mentor, Pau Ribes, pionero de la natación artística (antes sincronizada) masculina en nuestro país, e inédita hasta 2015 en campeonatos internacionales. Dennis siguió con orgullo los pasos de Pau y en los Juegos Olímpicos de 2028 será probablemente el primer representante masculino de la historia de España en esta competición. Este año es el primero en el que se permite la participación masculina en esta disciplina, pero España esperará a Los Angeles 2028 para llevar representación masculina al equipo.
Por su parte, Daniel Caverzaschi es ya todo un veterano en los Juegos Paralímpicos. París 2024 serán sus cuartos, tras Londres (2012), Río (2016) y Tokio (2020). El madrileño tiene un extenso palmarés, con dos diplomas olímpicos, uno de ellos el primer diploma español en modalidad individual en tenis y actualmente es el número 13 del ranking mundial de tenis en silla de ruedas.
Más allá de sus logros deportivos, tanto Dennis como Daniel ejemplifican el sacrificio que los atletas realizan para llegar a lo más alto, así como del orgullo que supone la superación de las dificultades para alcanzar un objetivo. Creando sus propias reglas, Dennis ha sido uno de los pioneros en una disciplina deportiva eminentemente femenina, derribando barreras y abriendo el camino a los que vendrán. Y Daniel, habiendo crecido con una discapacidad, apostó por hacer del deporte su profesión.
Ambos se encuentran en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat del Vallés, en Barcelona, sin embargo, no habían tenido la oportunidad de conocerse. En su primer encuentro, las formalidades quedaron pronto atrás y la conversación fluyó enseguida en torno a los puntos en común de sus correspondientes deportes: entrenamientos, lesiones, logros, retos, fracasos, comentarios externos, enseñanzas...
Dennis González: “Estoy orgulloso de poder ser el chico que está dando la cara en esto”
La iniciación de Dennis en la sincronizada parecía cosa del destino, puesto que su madre es entrenadora de natación artística. “Cuando acababa el colegio, me venía a buscar y yo me iba a la piscina a jugar y siempre me metía en medio de los entrenamientos”, cuenta. Después conoció a Pau Ribes y se hizo una pregunta: “¿Por qué yo no?” Su madre le dio la primera oportunidad, entrenándole con 12 años en su club de natación. A los 14 entró en la selección catalana y empezó a competir en campeonatos internacionales y ahora, cinco años después, disfruta de un hueco en el CAR, ya como miembro de la selección española a nivel absoluto.
Su carrera profesional ha ascendido rápidamente, aunque no sin ciertos obstáculos. La natación artística sigue siendo una disciplina encasillada como femenina y esto ha llevado a Dennis a sufrir prejuicios. Cuenta que, cuando entró en su primer equipo, “compaginarse con las chicas fue complicado. Para ellas tener de repente un chico en el equipo era algo raro. Me sentía como si estuviese apartado del equipo”. Con ellas solo necesitó tiempo para adaptarse, sin embargo, de cara al exterior, hoy en día sigue escuchando comentarios despectivos por practicar este deporte. “Se metían conmigo porque es un deporte mayoritariamente de chicas. Al principio me afectaba, pero realmente la sincro a mí me ayudó a pensar que hago lo que me gusta y me da igual lo que me diga el resto”, asegura.
Los resultados hablan por sí solos. Ha ganado cinco medallas en el Campeonato Mundial de Natación, en los años 2023 y 2024 y dos medallas en los Juegos Europeos de Cracovia de 2023. A largo plazo, su mirada está puesta en las olimpiadas: “Mi objetivo es ganar una medalla olímpica y participar en dúo mixto en los Juegos Olímpicos".
Lo hará, como cada reto que se ha propuesto en su vida, “con la cabeza bien alta”. Precisamente este es el eslogan de la última campaña de Miravia, que este año patrocina los Juegos Olímpicos de París 2024. La marca ha elegido a Dennis para protagonizar uno de sus spots publicitarios junto a otros deportistas de alto nivel como Ana Peleteiro, Álvaro Morata, Ray Zapata, Gisela Pulido, Hugo González, Xak de la Torre, Gerard Descárrega o Marcus Cooper. El concepto ‘Con la cabeza bien alta’ parte de un gesto muy característico de los deportistas, el alzar la barbilla, cuando están a punto de competir, tras finalizar su actuación, al recibir una medalla o escuchar su himno nacional. Este sutil ademán implica determinación y seguridad, y encarna a la perfección el orgullo de los atletas por el deporte que practican.
La carrera de Dennis es el ejemplo perfecto de este lema no solamente por sus logros deportivos, sino por su impacto a nivel social, derribando las barreras de un deporte que había sido hasta hace muy poco considerado solo de mujeres. “Estoy orgulloso también de poder ser el que está dando la cara en esto y de poder luchar porque haya más chicos”, recalca Dennis. Con esta campaña, Miravia ha querido destacar la determinación de los atletas como personas que rompen estigmas y se muestran orgullosos de quiénes son.
Dani Caverzaschi: “El deporte te enseña cosas que son aplicables a la vida”
Daniel Caverzaschi es otro de esos deportistas que han sabido superar las barreras impuestas para conseguir sus objetivos. Nació con una malformación en la pierna derecha, le faltaba todo el fémur y la rodilla y también tuvo que pasar por quirófano para que su pierna izquierda fuera funcional. Aunque eso nunca le frenó. “Siempre fui un culo inquieto. Hacía todo tipo de deportes. Practicaba con la prótesis, me movía como buenamente podía y le ponía mucha garra. Pero claro, poco a poco no podía seguir el ritmo y ahí descubrí el deporte adaptado”, cuenta.
“Tuve la suerte de tener unos padres que me llevaban a practicar de todo y hacía baloncesto, golf, esquí y me encantaba”, añade. Hasta que a los 13 años escogió el tenis y fue compaginándolo con los estudios. Cuando terminó la universidad, apostó por ello y decidió definitivamente dedicarse profesionalmente al deporte.
Durante cinco años fue número 1 nacional y top 20 mundial, además de Campeón de España en cuatro ocasiones. Hoy termina de recuperarse de una lesión en la muñeca que sufrió en 2022, pero se confiesa más en forma que nunca. “Tuve que operarme y todo el proceso del último año y medio fue durísimo. Tres operaciones, idas y venidas, que si juego, que si no… Fue un drama y creo que ahora estoy jugando mejor que nunca”, reconoce. Empezó el año como 80 del mundo y ahora está el 13, intentando hacerse con una plaza en Grand Slams como Wimbledon.
Este vaivén de sensaciones que Daniel ha atravesado en los últimos meses lo resume en que “el tenis es como la vida. Te enseña mucho. Estás tú solo y es muy psicológico, de verdad creo que el tenis me ha hecho saber gestionarme mental y emocionalmente. El deporte te enseña muchas cosas que luego son muy aplicables a la vida”, afirma.
Algunas de esas enseñanzas son las que Daniel comparte con otros jóvenes a través de su trabajo con la fundación 'Lo que de verdad importa', en lo que es su otra pasión, la normalización de la discapacidad a través del deporte. Precisamente por esta labor este año ha sido seleccionado entre 20 atletas a nivel mundial para el programa Athletes for Good de Procter & Gamble (P&G), socio mundial del Comité Olímpico Internacional desde 2010. Este proyecto proporciona recursos financieros directamente a los socios de impacto comunitario importantes para los atletas, para impulsar el trabajo positivo que están haciendo juntos, concediendo 20 subvenciones de 24.000 dólares a organizaciones benéficas nominadas por los atletas. Dani ha seleccionado 'Lo que de verdad importa', que organiza congresos dirigidos a jóvenes en los que se transmiten experiencias vitales inspiradoras y con la que colabora desde hace años.
Athletes for Good es una iniciativa conjunta entre P&G en colaboración con el Comité Olímpico Internacional (COI) y el Comité Paralímpico Internacional (CPI) para apoyar a los atletas y las causas que les importan, reconociendo el impacto positivo del deporte.
“En mi caso las acciones que yo he hecho con P&G es transmitir los valores del deporte, que creo que son muy positivos para cualquier persona, como la normalización de la discapacidad, que para mí es un propósito de vida”, explica Daniel. Él, como Dennis, conoce de sobra la importancia del apoyo de los patrocinadores para ser el número uno y labrarse una carrera en el deporte de élite. “Creo mucho en el valor de las marcas para apoyar el deporte, para apoyarnos a nosotros en nuestra carrera, pero también para ser un altavoz que demuestre los valores del deporte”.
Por el momento el deporte -el tenis- le llevará este verano hasta París. Asiente confiado: “Lo voy a saborear mucho. Creo que hay oportunidades de tener un buen resultado y creo que lo voy a disfrutar”.
Historias de marcas Un proyecto de Miravia
Miravia, nuevo modelo de ecommerce y entretenimiento que pone en contacto en un mismo espacio digital a marcas, consumidores y creadores de contenido y que nace bajo el lema "Reivindica quién eres", quiere contar con este proyecto la historia de algunas de sus marcas españolas. Con motivo de la celebración de los Juegos Olímpicos de París 2024, y del patrocinio de Miravia de los mismos, en esta edición especial de ‘Historias de marcas’ se celebra a los deportistas españoles que derriban barreras con la cabeza bien alta.
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