¿Tienen los atletas de élite una genética especial? Esa es una de las grandes preguntas que había sin resolver en el universo del deporte. Muchos aficionados se han cuestionado durante siglos si para llegar a lo más alto en cualquier disciplina había que tener un cuerpo o una genética privilegiada o si bastaba simplemente con incorporar los mejores métodos de entrenamiento que existen. Uno de esos misterios que han permanecido vivos a lo largo de la historia.
En este campo han sido muchos los científicos y expertos que han intentado, analizando diferentes perfiles genéticos, dar una respuesta fiable a este importante dilema. Sin embargo, varios han sido los grupos de estudio que han ido cayendo por el camino a medida que intentaban arrojar luz en un asunto realmente complejo.
Sin embargo, el grupo de científicos que lidera David Varillas, profesor e investigador del Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFyD) de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), ha conseguido realizar un avance significativo que permite consolidar una idea fija: los deportistas de élite tienen una genética privilegiada y especial. Gracias a esta consiguen tener un mayor porcentaje de probabilidades de éxito. Es decir, cuentan con un plus respecto al resto de los mortales que les ayuda a marcar la diferencia a iguales niveles de entrenamiento o preparación.
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Esto no significa que sea algo matemático y que las personas que tienen esta genética especial estén destinadas a ser súper campeones. Si no que todos aquellos que son súper campeones sí tienen un ADN privilegiado, como si estuviera diseñado para marcar la diferencia. David Varillas habla con EL ESPAÑOL sobre el importantísimo estudio que ha publicado junto al resto de su equipo y que se ha destacado respecto a todos aquellos que se habían realizado en este campo con anterioridad. Estos resultaban insuficientes e incompletos en comparación con el nuevo punto de vista ofrecido por el prestigioso equipo de la Universidad Francisco de Vitoria.
Las bases del estudio
David Varillas ha participado junto a su gran equipo en este impactante estudio publicado en la revista Plos One que ayuda a arrojar luz a la cuestión que relaciona el perfil genético de los deportistas con las probabilidades de brillar que estos tienen. En la investigación han participado también Esther Morencos, Jorge Gutiérrez-Hellín, Millán Aguilar-Navarro, Alejandro Muñoz, Nuria Mendoza Láiz, Teresa Perucho, Antonio Maestro y Juan José Tellería-Orriols.
Históricamente, estos estudios han mostrado resultados satisfactorios en la búsqueda de vínculos entre los posibles marcadores genéticos asociados a un mejor funcionamiento fisiológico y al rendimiento deportivo profesional. Hasta ahora, se habían identificado diferentes perfiles poligénicos de atletas. Sin embargo, el estudio realizado por el equipo de David Varillas ha sido el primero que ha investigado los perfiles poligénicos de varios sistemas fisiológicos distintos en atletas de resistencia de élite, en jugadores de fútbol profesionales y en personas que no se dedican de manera profesional al deporte. Todo dentro de una muestra de individuos seleccionados homogéneamente.
Una de las particularidades de este estudio es que ha ampliado de manera considerable respecto a otros ya realizados las muestras analizadas, lo que ha permitido obtener mucho más datos y que estos sean más completos. Se han analizado más de 20 genes, una cifra nunca antes alcanzada, en más de 450 personas, combinando los resultados de deportistas de élite y de personas no deportistas. Los parámetros elegidos para realizar estas mediciones son el metabolismo hepático, el metabolismo del hierro y la eficiencia energética, la aptitud cardiorrespiratoria y los genes diana de las lesiones musculares.
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Los perfiles analizados son futbolistas, ciclistas, corredores de larga distancia y personas 'normales'. Estos grupos se desglosan de la siguiente manera. Un primero formado por 160 atletas de resistencia masculina de élite, los cuales se dividen en 112 ciclistas profesionales de equipos del World Tour de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y 48 corredores de fondo de élite con atletas de 5.000 metros, maratón, media maratón y campo a través.
Un segundo de 132 futbolistas profesionales masculinos de La Liga Santander y de La Liga SmartBank. Y por último, un tercer bloque formado por 160 sujetos masculinos no atletas que no fuesen fumadores y que no padeciesen enfermedades crónicas o agudas, ni obesidad en el momento de la toma de muestras. A la hora de cruzar datos se mezclaron los no deportistas con los deportistas de élite por rangos de edad.
"Nuestro estudio ha sido el primero con una muestra tan abundante. Gracias a esto hemos encontrado diferencias notables en varios perfiles como el metabolismo del hierro, el metabolismo hepático y la aparición de lesiones musculares". Así explica David Varillas a EL ESPAÑOL la importancia del gran número de datos que han conseguido aportar.
Los procesos metabólicos
Uno de los puntos más importantes de este estudio que pretende hallar la verdad que hay sobre el mito de que los atletas están más preparados genéticamente para la élite es el entendimiento de los diferentes procesos metabólicos que se producen en el cuerpo y que tienen que ver con el rendimiento deportivo.
Un proceso metabólico es, en líneas generales, aquel proceso físico y químico del cuerpo por el cual se convierte o se usa una energía. Algunos de los más comunes son la respiración, la circulación sanguínea, la regulación de la temperatura corporal, la contracción muscular, la digestión de alimentos y nutrientes, la eliminación de los desechos a través de la orina y de las heces o el funcionamiento del cerebro y los nervios. El estudio realizado por el equipo de David Varillas se ha centrado en dos, en el metabolismo hepático y en el metabolismo del hierro.
Estos procesos tienen gran importancia en la vida de un deportista e intervienen de manera crucial en una situación que marca notablemente la diferencia entre los atletas de élite: la capacidad para recuperarse de los esfuerzos. "Hemos visto en el perfil del metabolismo hepático que los deportistas de élite presentan un perfil mucho más óptimo que las personas que no hacen deporte".
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"Cuando hacemos ejercicio físico, en mayor o menor medida, al día siguiente notamos ese cansancio y ese agotamiento. Notamos la acumulación de fatiga. Sin embargo, otras personas se encuentran perfectamente y están otra vez activos para retomar el ejercicio. Esta circunstancia ofrece una explicación sobre nuestro tipo de genes y sobre nuestro perfil. Estos genes estabilizadores ayudan a limpiar todos los productos tóxicos que acumulamos como el peróxido de hidrógeno, el peróxido de oxígeno o el ácido láctico. El cuerpo de un atleta se limpia mucho más rápido y está preparado en pocas horas para afrontar un nuevo esfuerzos de alta intensidad".
David Varillas pone algunos ejemplos para explicar estos procesos: "Esto ocurre tanto en el fútbol como en el ciclismo o en deportes de resistencia. Un ciclista puede volver a participar en una etapa de una gran vuelta durante tres semanas seguidas o un futbolista en un partido de Champions después de haber jugado en Liga. Otro ejemplo es cuando un atleta prepara una maratón haciendo tiradas diarias de 20 o 30 kilómetros. Nosotros demostramos que realmente estos deportistas presentan un perfil que les ayuda a recuperar todos los esfuerzos de una intensidad alta. Esto demuestra una selección genética clara frente a la población que no realiza deporte profesional".
Dentro de los análisis realizados por el equipo de la Universidad Francisco de Vitoria, no solo se hallaron datos que establecían diferencias entre los atletas de élite y las personas que no realizaban deporte de manera profesional. También se han hallado las principales diferencias entre los perfiles de deportistas analizados.
Así pues, David Varillas explica a EL ESPAÑOL cuáles son algunas de las variantes más importantes: "La principal y la más llamativa de todas es que los deportistas de resistencia presentan en el gen implicado en la absorción del hierro un mejor resultado. Pueden absorber hierro de su nutrición con muchísima más facilidad que, por ejemplo, los futbolistas y las personas que no hacen deporte. Este gen, por lo tanto, también puede actuar como un predictor genético para dedicarte a ser deportista en resistencia".
"Cuando una persona tiene una mejor capacidad de absorción de hierro puede mantenerse durante más horas haciendo ejercicio de alta actividad sin que el músculo se agote. Así sucede en una carrera ciclista o a pie. También se produce una mejor gestión de la energía y una menor sensación de cansancio temprano o de fatiga".
"Sin embargo, los futbolistas presentan un mejor perfil genético en los genes que están implicados en la producción de lesiones musculares. Es decir, se lesionan menos en comparación a la mayor probabilidad que tienen de sufrir daños por la agresividad del deporte que practican. Su disciplina es intermitente, tienen que frenar, esprintar y volver frenar muchas veces y de manera inconsciente. Así sucesivamente durante un largo tiempo. Ese músculo sufre mucho con ese tipo de deporte".
Con esta comprobación se puede decidir que una persona está más destinada a jugar al fútbol que a montar en bicicleta o correr: "Esto ayuda a predecir o a confirmar que los futbolistas tienen una genética que les ayuda a prevenir un poquito más las lesiones deportivas que los deportistas de resistencia, los cuales tienen un trabajo más continuo, constante y que no provoca muchos cambios emocionales en su musculatura".
Los métodos de selección
El estudio realizado por este reputado grupo de científicos especializado en temas de genética deportiva y tratamiento de lesiones viene a confirmar la idea de que el ADN de los deportistas juega un papel fundamental a la hora de que una persona llegue a la élite. Concretamente, se calcula que la genética podría ser una cuarta parte del todo.
Es decir, que en la comparación con una persona que no tiene estas condiciones innatas especiales, el individuo dotado con una genética preparada para el deporte tendría en torno a un 25% más de posibilidades de marcar la diferencia. No obstante, tal y como explica David Varillas a EL ESPAÑOL, esto no es lo único que importa.
"Esta circunstancia ayuda a tener más facilidad para conseguir los objetivos que se marcan, siempre y cuando esa persona evidentemente entrene, se sacrifique y se esfuerce. El deporte tiene esos valores y por suerte le costaría en principio menos trabajo y menos esfuerzo poder llegar a ser un deportista profesional. Esto se debe a sus cualidades. Pero estas también tienen que ser trabajadas, perfeccionadas y potenciadas durante su carrera o durante su proceso formativo en el deporte".
La investigación realizada por este grupo de expertos trata en profundidad cuantos puntos de información permiten conocer cómo es la genética de los deportistas de élite. Y una de las preguntas que se plantean es si conociendo esos datos sobre el ADN de una persona se podría saber si está destinado a ser una estrella. De esta forma, estas pruebas podrían convertirse en el mayor arma para la detección de talentos.
De momento, falta mucho para conocer si con este tipo de procesos se podrá encontrar sin margen de error a aquellos que estén tocados por una varita mágica para convertirse en grandes campeones. Pero lo que sí es una certeza es que estos avances permiten sumar una herramienta más a la hora de buscar talentos o de mejorar de manera eficaz procesos de entrenamiento. No es un arma definitiva, pero sí una gran ayuda, como bien explica el profesor Varillas.
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"Se puede mejorar el proceso de selección de esas personas o incluso el proceso de entrenamiento para esos deportistas. Si tienes una genética favorable que te ayuda a ser deportista o a ser futbolista se pueden optimizar los descansos, la alimentación, las cargas de trabajo en base a tu genética y todo para conseguir el máximo rendimiento y también para prevenir problemas de salud que se suelen producir por la práctica del deporte como las lesiones, procesos de anemias o en casos extremos incluso episodios de muertes súbitas".
Este estudio determina que la utilización de la información genética puede ser una de las mejores estrategias para identificar el talento en el deporte. Sobre todo trabajando en base a perfiles de grandes estrellas ya analizados y almacenados. Dicha información genética puede representar un complemento potencialmente útil para estos procedimientos mejorando los procesos de selección.
Sin embargo, no debería utilizarse de forma aislada, sino como complemento de los actuales procesos de identificación de talentos, permitiendo así que el proceso de entrenamiento sea más personalizado. El fin último siempre debe ser que los deportistas se acerquen cada vez más a su máximo potencial.
El principal motivo por el que este tipo de procesos todavía no se pueden tomar como verdades absolutas es porque el camino de la genética deportiva es muy amplio y el trecho recorrido aún es ínfimo: "Nosotros solamente hemos presentado 21 genes, pero todo el mapa genético completo de una persona está compuesto por 25.000. A medida que vayamos dando a conocer nuevos marcadores genéticos y nueva información sobre este tipo de genes y de variantes implicadas en el rendimiento se podrán dar afirmaciones más fiables".
Este desconocimiento provoca también que no haya sido posible todavía conocer cuál es perfil genético perfecto, es decir, aquel que aporte datos inequívocos de que una persona va a convertirse en un deportista de élite elija la disciplina que elija. Por ejemplo, este sería aquel que se recupera de los esfuerzos como un ciclista, que aprovecha su nutrición como un maratoniano y que tiene una resistencia a las lesiones como la de un futbolista, así como destacar en otros parámetros como en su capacidad cardiopulmonar.
Sin embargo, el hecho de que no se haya conseguido identificar todavía no significa que no se vaya a hacer. Especialmente cuando disciplinas como la ingeniería genética avanzan a toda velocidad. David Varillas reconoce a EL ESPAÑOL que teme que los descubrimientos que él y su equipo consiguen sean utilizados por países o instituciones con muchos recursos económicos para intentar crear al deportista perfecto.
Una sospecha que siempre se tuvo de grandes ecosistemas como la URSS y que ahora planea sobre países como Qatar, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos, quienes están intentando colonizar el mundo del deporte a golpe de petrodólares. Pensar en que puedan llegar a proponerse el hecho de crear a 'robots humanos' programados para ganar en cualquier disciplina no es descabellado, aunque podría ser el fin del deporte tal y como se conoce.
"La mala suerte sería que diferentes empresas o países o alguna institución que no le guste mucho la ética y el trabajo limpio se dediquen a manipular la información que nosotros estamos dando al mundo para crear a la carta a esos súper deportistas. Genéticamente estarían muy bien preparados y tendrían más facilidad para llegar lo más lejos posible. Estarían desvirtuando el mundo del deporte que conocemos".