La sociedad sigue avanzando, despacio, hacia esa ansiada nueva normalidad que todos esperan. En muchos casos por salud mental y en otros por motivos económicos, pero lo cierto es que la concienciación, el paso del tiempo y el acelerón que ha registrado el proceso de vacunación en los últimos meses hace que el final del túnel esté cada vez más cerca, aunque todavía quede camino por andar hasta encontrar la salida.
El deporte no está siendo ajeno a esa evolución positiva de la situación sanitaria y ya intenta alcanzar su propia nueva normalidad. En algunos casos, corriendo demasiado, pero logrando al fin y al cabo el principio de un éxito que podría verse superado en las próximas semanas. Se trata de la vuelta del público a los estadios, la cual se está generalizando en todo el mundo y que se está produciendo de manera muy similar a la progresión de la situación sanitaria, con diferencias muy marcadas a un lado y otro del mundo.
Esperanza en los JJOO
Los Juegos Olímpicos de Tokio son el evento deportivo estrella del año y como tal, han pasado por diferentes fases según ha ido evolucionando la situación sanitaria en Japón. En los últimos meses, han pasado de estar cerca de no volver a celebrarse a encontrarse en el punto actual, donde las restricciones se han relajado a una especie de estado de 'casi-urgencia' que podría tener algunas libertades.
Después de que se haya pedido por activa y por pasiva que no se celebraran, después de que el sector médico, el empresarial y el social se unieran para intentar suspender el evento, ahora lo más cercano es que se disputen incluso con público en las gradas, aunque sea una hinchada local.
Desde el Comité Organizador de Tokio 2020 se han dado cuenta de que la presencia o no de público en las gradas puede ser clave para atraer a grandes estrellas del deporte a unos Juegos que van a contar con muchísimas bajas, especialmente en deportes como tenis, baloncesto o fútbol. Por ello, la presencia del público es un reclamo desesperado a pesar de que los expertos siguen desaconsejando esta posibilidad. El Gobierno podría dar permiso a la entrada de un aforo del 50% y hasta un máximo de 10.000 aficionados en los diferentes estadios, teniendo en cuenta las capacidades y las características de las diferentes instalaciones.
En estos momentos hay una dura batalla abierta en este sentido ya que la presencia de público en los Juegos no es una certeza ni mucho menos establecida. Además, las últimas polémicas, con varios deportistas vacunados que han dado positivo al llegar a Japón y el cierre de las zonas para aficionados con grandes pantallas para poder seguir las competiciones, siguen haciendo cada vez más difícil el sueño de ver algo de color en las gradas niponas en los próximos meses de julio y agosto.
El US Open sueña
Mientras a un lado del mundo debaten con fuerza si habrá unos pocos aficionados en las gradas, en Estados Unidos celebran estar mucho más cerca de superar el drama de la Covid-19. O, al menos, se meten de lleno en la pelea con una estrategia muy diferente y mucho más aperturista. Después de estar cerrando la temporada de la NBA con una entrada masiva de público y de haberlo hecho igual en competiciones como el béisbol o el fútbol americano, el tenis ha sido el siguiente en sumarse a esa nueva normalidad.
La intención que tiene ahora mismo Estados Unidos es que la edición del US Open del año 2021 se celebre, no solo con público en las gradas, sino que se haga con el total del aforo, pudiendo registrar llenos en las gradas de Flushing Meadows sin restricciones ni de número ni de espacio por el distanciamiento social. Sin duda, una medida que sería revolucionaria en muchas partes del mundo, pero que en Estados Unidos forma parte de su vuelta a la normalidad.
El torneo se celebrará en el Centro Billie Jean King del 30 de agosto al 12 de septiembre, unas fechas después de la conclusión de los Juegos Olímpicos a donde no acudirán tenistas de la talla de Rafa Nadal o Dominic Thiem. De momento, la USTA, la Asociación de Tenis de Estados Unidos ha tomado esta decisión que parece casi inamovible a no ser que se produzca un empeoramiento de las cifras de contagios y fallecidos en las próximas semanas y que indicaran un retroceso en la superación de los efectos de la pandemia.
Con esta medida, el US Open se convertirá en el primer Grand Slam que se celebre con aforo completo tras el Abierto de Australia del año 2020 y todo gracias al proceso de inmunización que ha permitido levantar casi todas las restricciones en muchas zonas del país. En pocas semanas se empezarán a poner a la venta las entradas de lo que será la vuelta a la normalidad del tenis mundial.
El plan de Tebas
Diferentes competiciones se quieren sumar a esta idea de recuperar cierto grado de normalidad después de un verano que se presenta clave. En primer lugar, para volver a recuperar a los aficionados en las gradas, pero también mirando el desastre económico que ha sido el último año y medio y que ha dejado pérdidas en cada sector y en cada rincón del planeta. Por ello, LaLiga tiene un plan para que a partir de la próxima temporada, el fútbol en España recupere parte de su color.
Javier Tebas ha anunciado también recientemente que quiere subirse al tren de la superación progresiva de la pandemia y tras la mejora de la situación que ha vivido España en los últimos meses, espera poder dar entrada a los hinchas hasta un 70% del aforo de los diferentes estadios de Primera y Segunda División.
A pesar de que todavía no es una decisión ni mucho menos cerrada y que dependerá de la evolución de la situación sanitaria en España, el presidente de la patronal se ha mostrado en actitud positiva y con la confianza de poder abrir la puerta de los estadios después de un año que ha terminado con la entrada de unos pocos miles de aficionados en algunos campos, hecho que tuvo más un carácter simbólico que real.
Javier Tebas está convencido de que la vuelta del público en cantidades considerables es básica para la supervivencia del fútbol español y de La Liga y así lo transmitió ya el pasado curso después de reconocer que las pérdidas económicas iban a ser altísimas. Recientemente ha confirmado en el foro EFE Sport Business Days que este agujero financiero ha ascendido hasta los 1.000 millones de euros netos, una cantidad que ha sido superada por otros campeonatos que ya se preparan también para el regreso de los aficionados. Todo dependerá de las últimas conversaciones con el Gobierno y del avance del proceso de vacunación durante el verano, ya que la competición empieza el 14 de agosto.
Los éxitos más recientes
A pesar de que el deporte se prepara el regreso masivo de los aficionados a los estadios para la próxima temporada y a las próximas semanas, ya se están produciendo varios ejemplos considerados de éxitos y que siguen abriendo puertas a la esperanza. Cada triunfo que se consigue hoy tiene un valor doble de cara al mañana, cuando restará un día menos para que esta pesadilla termine.
Si el US Open pretende ser la cabeza visible de la nueva normalidad en el tenis, Roland Garros ha conseguido terminar con éxito su edición de 2021, la cual ha recuperado sus fechas habituales en el calendario y cierto color en las gradas con la presencia de público, aunque con bastantes limitaciones y con una jornada nocturna desierta. Eso sí, tuvo que aparecer un Rafa Nadal – Novak Djokovic de leyenda para que incluso Emmanuel Macron levantara las restricciones del toque de queda para poder disfrutar al completo de un encuentro para la historia. Derecha ganadora del tenis a la Covid-19 que se celebró en todo París.
El otro gran éxito que se está pudiendo ver por toda Europa es la celebración de una Eurocopa que está dando entrada a público en todos sus estadios hasta el momento con un éxito bastante rotundo. De hecho, en España, en el Estadio de La Cartuja de Sevilla, se ha podido acoger casi a 30.000 personas en los dos primeros partidos de la selección española.
Sin embargo, la imagen más positiva la ha dejado sin duda Hungría, país en el que se han visto gradas de nuevo abarrotadas con 60.000 aficionados, sin distancia y con muchas ganas de fútbol al tratarse de un estado que ha sufrido muy poco las consecuencias de la pandemia y que tiene a la gran mayoría de su población vacunada, al menos, con una dosis y con índices de contagios muy, muy bajos. Éxitos del deporte de diferentes magnitudes que respaldan estos ambiciosos planes para la vuelta de los aficionados a la normalidad en función de la progresión de la pandemia.
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