El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) aceptó este martes el recurso de Adel Mechaal a su castigo de 15 meses impuesto por la agencia española antidopaje (AEPSAD), por lo que podrá participar este agosto en el Mundial de Londres.
La sanción fue incoada en octubre de 2016, a petición de la Federación Internacional (IAAF) y según el código de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), porque no informó de su paradero en tres controles, lo que en la práctica equivale a un caso de dopaje.
Los jueces del TAS aceptaron como válida la justificación presentada por Mechaal para dos de esas tres faltas. El deportista alegó que sus ausencias se debieron a los problemas del sistema Adams, el programa que usan los atletas para estar siempre localizados. Los médicos no lo hallaron en diciembre de 2015, cuando dijo estar en su casa de Palamós; en enero de 2006, cuando se suponía en el cross de Elgoibar; y en julio de 2016, cuando debía estar entrenándose en el Centro de Alto Rendimiento de Font Romeu, en Francia.
Respecto a la primera falta, aseguró que fue fruto de un despiste. Sin embargo, de las otras dos se quitó responsabilidad: el mal funcionamiento el sistema Adams no le permitió comunicar correctamente que no iría a Elgoibar por lesión y que se marcharía de Font Romeu para competir en Heusden-Zolder, Bélgica.
Por esas tres ausencias ya casi se pierde los Juegos de Río, donde fue eliminado en las eliminatorias de los 1.500 y los 5.000 metros, y tuvo que pedir al propio TAS una suspensión cautelar que le fue concedida el 6 febrero de 2017. Gracias a ese permiso pudo lograr la plata por equipo en el pasado Europeo de cross, el oro continental en Belgrado e incluso el pasado fin de semana, dos oros en el Campeonato de España, éxitos que ya están reconocidos, después del fallo, en su palmarés.
"Confío en que se haga justicia. Ya he demostrado que estoy limpio", comentaba Mechaal en esa reciente cita, tras haber cambiado de vida e incluso de ideología por la sanción: en septiembre de 2016 se mudó a Madrid y negó tanto su independentismo como sus críticas hacia la Federación Española (RFEA) y el Consejos Superior de Deportes (CSD), puesto que, cuando más lo necesitaba, el fondista fue respaldado por el organismo nacional al que tanto había denostado.
Agradeció la ayuda en el pasado Europeo indoor de Belgrado cuando, tras conquistar el oro, posó mil veces con la rojigualda, se anunció "muy orgulloso de representar a España" y elogió "al país que acogió a mi familia". El atleta parecía haber olvidado toda su inquina contra el estado español. Esa inquina que puso de manifiesto cuando en 2015 afirmó que “si Cataluña se independizase, competiría por Cataluña” y que si hubiese ganado una medalla en aquel Europeo indoor de Praga habría cogido “la bandera de España por respeto”.
Antes en su Twitter ya había subido una instantánea, que ya no está disponible, votando en el simulacro de referéndum del 9 de noviembre de 2014 y en 2015 había cerrado la lista de Convergencia i Unió del municipio de Calonge en las elecciones municipales de 2015.