La persona más longeva del mundo era una mujer, Lucile Randon. Se trataba de una centenaria monja francesa conocida como hermana André, que se ha despedido a los 118 años de edad. Ha sido la residencia de ancianos de Toulon (Francia) en la que vivía la que ha confirmado su reciente fallecimiento.
También el alcalde de la ciudad, Hubert Falco, ha confirmado el fallecimiento y ha recordado que en menos de un mes (el 11 de febrero) habría sido su cumpleaños. Falco le ha dedicado un mensaje que ha compartido a través de una publicación en Facebook: "Con inmensa tristeza y enormes emociones me acabo de enterar de la muerte de la hermana André".
Tras su muerte, la también francesa María Branyas Morera, que vive en España, se convierte en la persona más anciana del mundo a sus 115 años.
Lucile Randon, la mujer más longeva
Lucile Randon nació en 1904 y adoptó el nombre de Sor Andre cuando ingresó en una orden caritativa católica en 1944. Sin embargo, Lucile había nacido en el seno de una familia protestante no practicante, y anteriormente fue profesora en París.
La historia de esta mujer es alargada y está llena de acontecimientos. De hecho, Lucile sobrevivió a la gripe española en 1918 y 100 años después vivió otra pandemia, la del coronavirus. La monja francesa pasó el Covid-19 hace unos años, pero sin complicaciones.
También sobrevivió a otros grandes acontecimientos de la historia del mundo como la Primera y la Segunda Guerra Mundial. De hecho, durante esta última guerra la hermana André se dedicó a cuidar niños. No solo en ese momento de su vida, sino que Lucile destacó por dedicar unos 28 años de su vida a cuidar huérfanos y ancianos en hospitales. Su bondad y generosidad será la que pase a la historia.
En sus últimos meses Lucile vivía en su silla de ruedas y se había quedado ciega. Lamentaba haber perdido parte de sus capacidades físicas, pero se encontraba bien, dentro de lo posible.
A pesar de sus 118 años, Lucile Randon no es considerada la persona más longeva de la historia. Este título lo ostenta Jeanne Calment, que murió a los 122 años en Arles en 1997.
En cualquier caso, según el Guinness World Records, Lucile es segunda persona francesa y europea más anciana jamás registrada, según informa la agencia dpa (Deutsche Presse-Agentur).