Los perros siguen siendo esa mascota de compañía y compañero de vida ideal en la mayoría de hogares españoles. Un compañero peludo inseparable que para muchos llega a convertirse en un miembro más de la familia, gracias en parte a ese vínculo único que los perros pueden llegar a crear con sus compañeros humanos. Una conexión muchas veces insuperable, en la que con una simple mirada podemos incluso saber cómo se siente o lo que quiere nuestro perro. Pero aún a pesar de esa conexión, saber exactamente cómo piensa o lo que siente nuestro amigo peludo sigue siendo un misterio para los humanos.
Lo que sí sabemos y lo que la ciencia ha demostrado es que los perros son animales capaces de razonar y sentir. De hecho, al igual que nosotros pueden llegar a tener las mismas respuestas emocionales ante el miedo, la tristeza, la alegría o el estrés e incluso pueden llegar a superarnos incluso llegando a presentir situaciones de peligro o la muerte… Pero ¿y el amor?, ¿pueden llegar a experimentar el amor como nosotros lo conocemos?
¿Los perros pueden enamorarse?
Sí, la respuesta a esta pregunta es que los perros pueden enamorarse, de hecho los perros pueden llegar a sentir mucho amor por alguien de su misma especie o por una persona, pero no se trata del mismo concepto de amor que nosotros conocemos. Al fin y al cabo el perro es un animal noble y fiel que quiere y protege a aquellos que le muestran ese mismo afecto y tristemente incluso en casos de maltrato animal a sus propios dueños. Un ejemplo más que evidente del concepto de lealtad y vínculo afectivo que pueden llegar a crear estos animales.
De hecho, la ciencia ha demostrado que los perros pueden llegar a experimentar amor y sobre todo a desarrollar vínculos afectivos fuertes y duraderos en el tiempo, tanto con otros de su misma especie como con las propias personas. Algo que no demuestran o viven como los humanos con citas o regalos, pero que la ciencia sí ha demostrado a través de uno de los indicadores científicos más evidentes: la oxitocina. Una hormona también conocida como la hormona del amor y que desempeña un papel fundamental en esa creación de lazos afectivos.
Concretamente en un artículo de la revista científica Physchology Today, el profesor de psicología Dr. Stanley Coren de la Universidad de British Columbia reconoce que, al igual que sucede en los humanos, los perros a través de los cambios hormonales experimentan los mismos cambios químicos que nosotros durante los diferentes estados emocionales, de ahí que cuando se ‘enamoran’ liberen también oxitocina.
Una hormona que en los humanos está involucrada en sentir amor y afecto por los demás y justamente esa subida en los niveles de oxitocina, se ha comprobado en los perros cuando estos están con otros de su misma especie y también con personas y con sus propios dueños. De ahí que parezca razonable sugerir que los perros también tienen emociones similares a las nuestras y que pueden llegar a enamorarse como nosotros. Sin embargo, el Dr. Stanley Coren recalca la importancia de “no exagerar y asumir de inmediato que los rangos emocionales de los perros y de los humanos son los mismos”. Aún así, queda claro que tu perro puede llegar a sentir un gran vínculo emocional por ti y satisfacción cuando estás cerca. ¿Acaso no son esas las emociones más valoradas en el amor?