De todas las provincias que hay en España, se podría decir que hay una que ha vivido dos batallas históricas que han sido decisivas para la historia de nuestro país. Concretamente, se trata de Jaén. Cabe destacar que la península ibérica vivió durante más de 780 años una actividad militar desarrollada entre los cristianos y los musulmanes, debido a que los primeros querían reconquistar el territorio ocupado por los segundos, lo que se llama tradicionalmente como la Reconquista.
Perteneciente a esta época histórica, Jaén vivió una batalla histórica de gran envergadura, que fue Navas de Tolosa (1212). Sería 600 años más tarde cuando esta provincia vivió de nuevo una gran batalla, Bailén (1808). Cabe destacar que Jaén se encuentra en un lugar estratégico, motivo por el que es la provincia de España con más castillos, de ahí su importancia defensiva.
[Averigua cuánto sabes sobre la Edad Media con estas preguntas]
Navas de Tolosa (1212)
La batalla de Navas de Tolosa tuvo lugar en la actual Santa Elena, en Jaén. Fue una batalla que enfrentó el 16 de julio de 1212 a un ejército aliado cristiano formado en gran parte por tropas castellanas de Alfonso VIII de Castilla, aragonesas de Pedro II de Aragón, navarras de Sancho VII de Navarra y voluntarios del Reino de León y del Reino de Portugal contra el ejército numéricamente superior del califa almohade Muhammad al-Nasir.
Sin embargo, a pesar de esta inferioridad numérica, la batalla se saldó con la victoria de las tropas cristianas, de tal forma que está considerada como una de las batallas más importantes de la Reconquista.
Bailén (1808)
La batalla de Bailén tuvo lugar el 19 de julio de 1808 junto a la ciudad jienense de Bailén, en la provincia de Jaén. Este enfrentamiento se dio en el contexto de la Guerra de la Independencia Española y fue muy importante debido a que supuso la primera derrota en campo abierto de la historia del ejército napoleónico.
En esta batalla se enfrentó el ejército francés con unos 21 000 soldados (dirigidos por el general Dupont) contra el ejército español, con unos 27 000 soldados (a las órdenes del general Teodoro Reding y del general jefe Castaños).
Esta batalla puso en duda el poder de los franceses, que parecían invencibles hasta el momento. De hecho, Napoleón tuvo que acudir a la Península con un nuevo ejército para intentar demostrar su dominio. Desde hace más de cien años, se conmemora en la ciudad de Bailén la victoria del ejército español.