Todas las regiones de España comparten la mayoría de dulces típicos de Navidad como son los clásicos polvorones, el turrón blando y el duro o los tradicionales mazapanes. Pero la realidad es que cada provincia cuenta con sus propias especialidades dulces y perfectas para los más golosos, que tampoco faltan en las cenas y comidas navideñas.
Desde los conocidos turrones de Alicante, al roscón de Reyes, pasando por las Yemas de Santa Teresa típicas de Ávila, los Neules de Cataluña o los deliciosos hojaldres de Torrelavega. Todos estos dulces tradicionales merecen un hueco en tu mesa y también en tu estómago estas navidades. A continuación te mostramos la lista de los dulces más típicos en España durante la Navidad.
Los turrones de Alicante
El turrón de Jijona o turrón blando, es un turrón compuesto de almendras molidas con miel originario de la provincia alicantina de Jijona y un imprescindible en cualquier mesa en fechas navideñas. De hecho, se trata de uno de los dulces navideños más populares en España y puede que ese sabor tan especial conseguido con mezcla de almendras tostadas y mezcladas con clara de huevo y miel, tenga gran culpa de ello.
Por otro lado, otro gran imprescindible cada Navidad es el turrón de Alicante o turrón duro, una variedad con textura dura que incluye almendras repeladas y tostadas, miel y clara de huevo, con un recubrimiento de obleas.
Mazapanes de Toledo
Este dulce cuyos principales ingredientes son las almendras, el azúcar y el huevo es otro de esos postres tradicionales navideños que no puede faltar. Pero lo especial de este dulce de Toledo, no es solo su sabor, de hecho también lo es su origen el cual se remonta a principios del XIII. Y es que en torno a él hay muchas leyendas. Una de las más probables es la que los relaciona con la invasión musulmana. En 1613 ya había constituidos gremios de maestros artesanos encargados de elaborar este particular dulce. Actualmente uno de los obradores más antiguos que se pueden encontrar en Toledo para disfrutar de los mejores mazapanes, es el Obrador Santo Tomé cuyos inicios se remontan a 1856.
Roscón de Reyes
Este bollo elaborado con masa dulce, adornado con rodajas de frutas confitadas y en algunos casos relleno de nata montada, crema o incluso chocolate para los más golosos, es otro de los dulces navideños más solicitados. De hecho, es difícil encontrar una casa en España en la que el Día de Reyes no se incluya este dulce para desayunar o merendar. La particularidad del roscón de reyes está sin duda en su interior, este esconde una sorpresa y el tradicional haba. Si encuentras el haba y conoces la tradición, sabrás que serás el encargado de pagar el roscón. El origen de este dulce está vinculado a las Saturnales Romanas en las que el pueblo celebraba el final de los trabajos en el campo con unas tortas con forma redondeada que también incluían un haba.
Tarta de Santiago
Esta tarta tradicional de la cocina gallega no tiene un origen o historia definida, pero es sin duda uno de los postres y dulces más típicos en casi todas las poblaciones y zonas por las que transcurre el Camino de Santiago. Está elaborada con almendras pulverizadas, azúcar, huevo, manteca y azúcar glas. La forma más fácil de reconocerla es por la Cruz de Santiago que se puede apreciar en la parte superior gracias al azúcar glas.
Polvorones de Andalucía, Navarra y de Castilla y León
Aunque los polvorones ya forman parte de la bandeja de dulces navideños de cualquier familia española, lo cierto es que su producción es típica de Andalucía, Navarra y Castilla y León.
Esta especie de tostas pequeñas están compuestas por harina, manteca de cerdo, azúcar, canela y en algunos casos también almendras molidas o incluso coco. Pero lo que más los caracteriza es esa textura que se deshace en polvo al comerlos.
Yemas de Santa Teresa
Este dulce típico de la repostería de Ávila es muy fácil de reconocer sobre todo por su aspecto en forma de pequeñas bolas de color anaranjado y por la tartaleta de papel blanco que las envuelve. El origen de este dulce elaborado con yema de huevo y azúcar es incierto, aunque existen varias teorías al respecto y una de ellas lo vincula a un origen andalusí. Lo que sí se conoce es que Isabelo Sánchez, fundador de la pastelería La Flor de Castilla de Ávila, fue el encargado de comercializar por primera vez las Yemas de Santa Teresa en 1860, la cual acabaría siendo una marca registrada. A partir de ese momento y después del gran éxito de este dulce, el resto de pastelerías comenzaron a elaborarlo bajo la denominación Yemas de Ávila.
Guirlache de Aragón
Este dulce hecho a base de almendras y caramelo solidificado es típico en España, pero sobre todo en muchas zonas de la antigua corona de Aragón como Cataluña, la Comunidad Valenciana y la propia región de Aragón. El guirlache además de ser un dulce típico navideño, se utiliza también para realizar construcciones sobre tartas o como ingrediente para la elaboración de otros postres. Por otro lado, su origen está asociado a la cultura árabe y a la época medieval y se sabe que fue popularizado por los franceses en Aragón durante el siglo XIX.
Neules de Cataluña
Este dulce crujiente y muy parecido al barquillo típico de Cataluña, es otro de los postres típicos de la Navidad en España. Estos pueden comerse solos o como acompañamiento de otros dulces como la crema catalana, un sorbete o incluso con una copa de cava. Suelen estar elaborados con harina, clara de huevo, mantequilla, esencia de vainilla y ralladura de limón.
Casadielles en Asturias
Este delicioso dulce tradicional de Asturias similar a una empanadilla frita con forma de tubo, suele estar elaborada con masa de harina de trigo y rellena con mezcla de nueces, avellanas, azúcar y anís, aunque estos ingredientes varían en función de la zona de Asturias en la que las elaboren. Se suelen servir con azúcar espolvoreado por encima y como postre típico en las fiestas del Antroxu (Carnaval), también en otoño y aunque en Asturias no es exclusivo de la Navidad, también es un dulce muy solicitado por estas fechas. En cuanto a su origen, se cree que puede tener un origen prerromano, aunque hay otras teorías que apuntan a un origen árabe. Sea como sea, lo que está claro es que en Asturias se llegó a crear una nueva manera de prepararlas que ha conseguido enamorar incluso a los paladares más exigentes.
Mantecadas de Astorga
Este dulce típico de la ciudad de Astorga en la provincia de León, es el resultado de hornear una masa compuesta de harina de trigo, huevo, mantequilla de vaca, manteca de cerdo y azúcar. Su origen estaría relacionado con una monja del convento de Sancti Spíritus de Astorga, la cual se habría encargado de rescatar la receta que se remontaba al siglo XIX. Otra teoría atribuye su origen a Juan de la Mata, repostero de la Corte, ya que aparecen documentadas en el libro ‘Arte de Repostería’ editado en 1747. Ciertos o no estos orígenes, lo que sí se sabe es que la primera referencia escrita de su receta es de 1805 y que durante el siglo XIX se hicieron los primeros obradores. Desde 2004 las mantecadas de Astorga cuentan con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) y un consejo regulador que inspecciona y asegura las exigencias de calidad.
Hojaldres de Torrelavega
Este es sin duda uno de los dulces más populares de Santander, caracterizado sobre todo por su masa fina de hojaldre. Su receta con harina, mantequilla, agua y sal, no tiene especial dificultad, aunque para conseguir el mejor sabor entra en juego la maña del repostero y sobre el hecho de conseguir dar con el punto exacto. Su origen podría ser árabe, aunque hay quien también lo relaciona con Italia o sencillamente con Santander.