España recuperará este miércoles siete cascos celtíberos expoliados del yacimiento de Aranda de Moncayo (Zaragoza), gracias a las gestiones desplegadas por el embajador ante la UNESCO, Andrés Perelló, que han desembocado en la restitución voluntaria de este patrimonio por parte de su actual propietario, según han informado a Europa Press fuentes de la representación española en esta organización de la ONU.
El fundador del Museo de Arte Clásico de Mougins -próximo a Cannes (sur de Francia) y donde se conservaban las piezas después de un periplo de compras y ventas-, el británico Christian Levvet, firmará en París el acta de entrega voluntaria de estas valiosas piezas, fechadas entre los siglos IV y II a.C., a la representación de España en la UNESCO.
Pese a que Levvet es el legítimo propietario de estos cascos porque así lo reconoce una sentencia de un tribunal alemán, ha accedido a devolver los cascos al tener conocimiento de que forman parte del expolio al citado yacimiento. Además, se ha comprometido a hacer una donación económica al municipio aragonés.
Los cascos celtíberos constituyen un tesoro patrimonial único pues no se han encontrado otros ejemplos de material militar completo en tan buen estado. La piezas, de bronce para los nobles y de cuero para los soldados rasos, se constituyen por dos carrilleras para proteger los laterales de la cara del guerrero más unas protecciones en la nariz y en la nuca. En su interior se colocaban materiales textiles o vegetales para ajustarlos a las cabezas.
Desde la Embajada de España en la UNESCO se destaca que este acto supondrá la mayor devolución de patrimonio robado desde la recuperación en 2012 del tesoro de la fragata Nuestra Señora de las Mercedes tras un largo litigio judicial contra la empresa cazatesoros Odyssey.
En el acto que tendrá lugar en París, el embajador Perelló tiene previsto destacar la restitución voluntaria de los cascos celtíberos como un ejemplo de buenas prácticas en el cumplimiento de la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impedir la importación, exportación y transferencia de propiedad ilícita de bienes culturales.
Un robo de décadas
Por el expolio del yacimiento arqueológico de Aranda de Moncayo está condenado un vecino de la zona, Ricardo Granada, que se dedicó a esquilmarlo durante décadas, entre finales de los años 80 hasta su detención en 2013, a veces incluso con la ayuda de una excavadora, según recoge la sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza.
El enclave expoliado corresponde a la ciudad celtíbera de Aratis, fundada en el siglo V antes de Cristo y que fue capital de los pueblos celtíberos de la actual comarca zaragozana del Aranda. Los intermediarios de este sujeto sacaron las piezas de España de forma ilícita e hicieron negocio con ellas. Tres de ellas se vendieron en una subasta en Christie's por un total de 90.000 euros.
La sentencia judicial identifica precisamente como las piezas más valiosas del yacimiento 18 cascos de guerreros celtíberos "únicos en el mundo" y que terminaron siendo subastados en distintas ciudades europeas. Entre ellos figuran los siete que se recuperarán esta semana.
La Audiencia Provincial de Zaragoza condenó a un segundo hombre, Mariano Ostalé, como partícipe en el tráfico ilícito de las pierzas arqueológicas. Tras la firma del acta de entrega, es intención de la Embajada de España en la UNESCO devolver los cascos al Gobierno de Aragón.