María Lavalle: "Mari Trini fue una mujer muy valiente, he querido hacer justicia a su música"
La cantante argentina comparte tablas este lunes en el Teatro Real con el actor Carlos Hipólito para presentar un espectáculo benéfico que incluye interpretaciones de Jacques Brel o Astor Piazzolla, reivindicando también la figura de Mari Trini.
29 noviembre, 2021 02:39Noticias relacionadas
A María Lavalle le preceden los años que ha dedicado a la fusión entre géneros y canciones. De origen argentino, aunque ciudadana de muchos lugares, ha hecho del mundo un lenguaje propio que utiliza magistralmente al cantar, sea en la lengua que sea. Ahora va un paso más allá y presenta El mismo amor, la misma lluvia, un disco que mezcla lo mejor del jazz con la chanson francesa o el tango, acompañada de un invitado de lujo: el actor Carlos Hipólito.
Canciones que ahora forman parte de un espectáculo dirigido por el genial Jaime Chávarri. Mezclando música y textos en forma de "pequeñas obras de teatro de tres minutos", como la propia cantante lo define. El próximo 29 de noviembre visitarán el Teatro Real en una actuación única que tiene como objetivo recaudar fondos para la digitalización del archivo histórico de la institución. Un compromiso con la memoria que Lavalle ha llevado en cada disco, homenajeando a los más grandes autores musicales de nuestro tiempo, desde Brassens a Atahualpa Yupanqui, pasando en este último trabajo por Mari Trini, con quien Lavalle trata de hacer justicia.
La artista cuenta en una entrevista con este periódico la historia que cimentó el encuentro con el intérprete. Una serie de conversaciones que se gestaron durante la pandemia, en aquel tiempo de hiatos y prólogos, expectantes de una vida que parecía detenida y que ahora vuelve a correr con este espectáculo con nombre y sabor de tango.
¿Cómo comenzó esta colaboración con Carlos Hipólito?
Estuvo como invitado en el Teatro Lara, cuando hacíamos Los ejes de una vida, el homenaje a Atahualpa Yupanqui. Nos hicimos muy amigos de él y de su mujer, Mapi Sagaseta, que colaboraba conmigo en la obra. Siempre tuvimos la idea de hacer algo juntos y llegó el virus. Ya es un lugar común lo de decir que la pandemia tuvo algo positivo. En mi caso fue tener a Carlos, que no para de trabajar, disponible para proponerle este proyecto.
Al principio tenía miedo de presentarse como cantante, a pesar de que ya ha trabajado en Follies, Sonrisas y lágrimas o Billy Elliot. Pero, como yo creo que canta maravillosamente, lo convencí para que lo hiciese. Ahora está contentísimo, debutamos en el Teatro de la Abadía, nos fue muy bien y ahora tenemos este concierto el lunes 29 de noviembre en el Teatro Real.
Además, tiene una carga solidaria
Aunque parezca increíble, al Teatro Real le hacen faltan fondos para el archivo histórico digital de la institución. Yo formo parte de la Junta de Amigos del Teatro, y la idea es recaudar dinero para este proyecto.
Tener a Jaime Chávarri en la dirección del espectáculo es un lujo también. ¿Cómo ha sido trabajar con él de nuevo?
Las películas de Jaime forman parte de la historia del cine español, que nos dirija es algo maravilloso. Tiene un gusto exquisito y cuando trabajas con él te da mucha libertad al principio, para después darte una o dos indicaciones que te ayudan siempre a sacar lo mejor de ti mismo. También la colaboración del poeta Rafel Flores Montenegro, encargado de la dirección musical. He tenido la suerte de estar rodeada de gigantes, que siempre ayuda mucho.
Es un espectáculo que ahonda además en la memoria y en la preservación de ciertas canciones, que ha sido un constante en su carrera. Este último álbum arranca con el Libertango de Astor Piazzolla, precisamente en el año de su centenario.
A todos a los que admiro profundamente. No han vuelto a surgir genios tan grandes como ellos, pero ya surgirán, no seamos tan pesimistas. Para Argentina, Piazzolla es un referente muy fuerte, fue un pionero en la mezcla entre el tango y el jazz. En todo este espectáculo nos dejamos acompañar por un trío de músicos y un bandoneonista, por lo tanto, hemos querido abrir el disco con un homenaje a su música.
Mezclan además canciones en castellano con otras en inglés y francés.
Es que Carlos ha cantado mucho en inglés, y yo empecé mi carrera cantando en francés. En lo que a mí respecta, te diré que me sentía en deuda porque he cantado a un montón de compositores españoles, pero nunca a una compositora. Estuve buscando, y claro, Mari Trini es una afrancesada como yo, y además creo que no se le ha hecho justicia a su música. Para reparar esa injusticia quise hacer Yo no soy esa, que me parece una canción muy valiente para la época, como lo que fue ella: una mujer muy valiente.
El disco bebe además de muchísimos artistas distintos. Resulta muy curiosa la presencia de Lili Marlene, una canción de los años 30 que se hizo muy popular a ambos lados de las trincheras en la Segunda Guerra Mundial. ¿Es una elección premonitoria?
Todos estamos pensando que hay una Tercera Guerra Mundial latente, es un tema que está muy presente en nuestras vidas. Conocerás mejor que yo toda la literatura de Stefan Zweig, lo que fue El mundo de ayer. Creo que estamos en un final de ciclo y por lo tanto la guerra está presente: ya sea un virus o un volcán. Te vienen a la memoria canciones como la de Lili Marlene, me parece que todo eso tiene una coherencia.
¿Qué cree que nos depara ese cambio de ciclo?
Ay, yo no lo sé. Lo que sí sé es que nos esperan unos años muy complicados. No hay que perder el amor a la vida y a las cosas bien hechas. Como se dice en Argentina: hay que pelearla. Pero el momento es sombrío, lleno de problemas terribles y eso es así.
En este espectáculo con Carlos hay unos prólogos que preceden a las canciones y que él mismo lee.
Carlos se autodefine como un actor que canta. Yo además de cantante siempre me he considerado una intérprete y le he puesto mucho cuidado a los textos que interpreto. ¿Cómo tener a un actor como él y no pedirle que recite? Es imposible. Escogimos dos poemas de un poeta surrealista argentino, Oliverio Girondo, que es una de nuestras glorias nacionales. Así que, mientras él recita y canta, sale también mi faceta de actriz.
Es algo que de alguna forma se ha perdido, la teatralización de las canciones. Entre las canciones del disco está Jacques Brel, que era un maestro a la hora de hacerlo.
De Jacques Brel hacemos Les vieux, que es uno de los grandes textos sobre la vejez que se han escrito nunca. Nadie ha puesto en palabras el paso del tiempo como lo hizo Brel.
¿Es algo que le ha rondado durante la pandemia?
Claro, también tengo mis años. La pandemia te hace reflexionar sobre nuestra fragilidad, qué has hecho con tu vida, nos ha pasado a todos.
Durante el encierro, ¿de qué hablaba con Carlos? ¿Se mandaban canciones?
Por supuesto, sin parar. Yo le decía que tenía que cantar lo que sintiese más profundamente. La coherencia del espectáculo viene después, con lo que ocurre sobre el escenario, el guion que ha preparado Jaime Chávarri. Pero le hacia hincapié en que estuviese cómodo con las canciones que tenía que cantar e interpretar. Carlos me decía: "De cada canción vamos a hacer una pequeña obra de teatro de tres minutos". Y a eso nos hemos aplicado.
¿Cuál es el origen de esas historias?
Nos mandábamos canciones, e íbamos desechando algunas y escogiendo otras. Cuando Lucía Rey, la directora del trío de jazz, hizo los arreglos y empezamos los ensayos, ahí nos dimos cuenta de que funcionaba. Hubo desde el principio mucha magia, por muy manida que esté esa palabra. La coherencia al final llegó por el amor hacia los temas que estábamos interpretando y el interés que teníamos por hacer algo que valiese la pena.