Marylou Mayniel nació en un apartado pueblo del oeste de Francia, cerca de Poitiers. Desde su infancia aprendió a tocar el cello, dedicándole tiempo y esfuerzo al instrumento, obsesionada con las palabras de uno de sus profesores de música que señaló a la cantante la "falta de sentimiento" en su forma de interpretar.
Cuando tuvo la edad suficiente para mudarse a Paris, la banda sonora de su vida tomó un rumbo totalmente insospechado. Trabajando desde muy joven en clubes nocturnos de la capital francesa, la 'música actual' le tomó el relevo a los compositores con los que había pasado años de estudio en su pueblo natal. Desde ese momento Marylou empezó a publicar álbumes, mixtapes y EPs confeccionados con un cariño y cuidado que llamó la atención, uniendo su nombre al de 'promesa' durante buena parte de la última década.
El año pasado presentó su disco debut, Galore, una obra sustentada en mundos sutiles, etéreos, dibujados, como diría Keats, sobre el agua. Un disco grabado en la sierra Valenciana y que ha atraído la atención de personalidades de la música actual como Rosalía, Caroline Polacheck o A G Cook entre otros, figuras indispensables para entender el pop de la nueva década.
El 26 de septiembre tendremos la oportunidad de ver a OKlou presentar Galore en nuestro país durante su actuación en el Festival Brillante, en Chapinería. Una cita indispensable con una artista imperdible.
Empiezas una gira con Caroline Polacheck dentro de poco. ¿Cómo te preparas para llevar canciones tan íntimas como las que aparecen en Galore a un escenario y una gira de estas dimensiones?
Estoy muy emocionada, creo que nunca antes había tenido el nivel de confianza en mí y en mi música que tengo ahora. Durante años he dudado acerca de lo que estaba haciendo, es posible que el problema fuese que no le había conseguido dar el significado que quería.
Tengo muchas ganas de interpretar Galore en directo, porque tiene más sentido que todo lo que he hecho antes. Trabajar con un objetivo concreto en mente es de gran ayuda, ese marco de pensamiento es algo que siempre he echado de menos cuando estaba sobre el escenario.
¿Y a un nivel emocional?
No sé cómo lo voy a experimentar a un nivel emocional, hasta ahora siempre que he dado conciertos había un gran componente de estrés porque era algo muy nuevo para mí tocar las canciones del disco. La falta de confianza me hacía muy difícil alcanzar cierto estado mental y disfrutar de las canciones. Pero no tengo miedo.
Ha pasado casi un año desde que salió Galore. ¿Cómo has experimentado todos los cambios que te ha traído? ¿Cómo han evolucionado las canciones en este tiempo?
Han cambiado muchas cosas, desde la recepción de la gente hasta mi relación con la música. Algo de lo que me he dado cuenta hace poco, y que me parece curioso, es que esperaba que sirviese para curar ciertas heridas pero no lo ha sido así. Sin embargo, al escribir todas esas canciones en ese proceso, encontré una forma de inmortalizar lo que creo que era bello en la historia que cuento en Galore.
Este disco lo escribiste en un momento en el que te sentías incapaz de expresar y sentir cosas, una fase de tu vida en la que el disco se convirtió en un universo a través del que escapar. ¿Cómo fue el proceso de composición en ese estado?
No estaba nada inspirada, me sentía triste, por decirlo de una forma simple. Pero en todos estos momentos de soledad me imaginaba el poder escapar. Llegó a punto en el que decidí huir de donde estaba e irme todo lo lejos posible. No fue hasta el momento en el que salí de Londres, donde estaba viviendo en ese momento, que pude empezar a escribir de nuevo. Lo vi claro y el concepto apareció ante mi.
¿Por qué escogiste Sierra Calderona (Valencia) para grabar el álbum?
Fue una casualidad. Cuando volví de este viaje que hice por Norteamérica con mi amigo Casey M Q, quien produjo el disco, decidimos ponernos en marcha y grabar el material en el que ya había empezado a trabajar. Tres semanas antes de volver, mencionó Sierra Calderona. Conocía a alguien que tenía un pequeño estudio en medio del monte y decidimos ir allí. A pesar de que fue una casualidad escogerlo, acabó siendo extrañamente perfecto para el proceso de composición y grabación. Era un lugar muy silencioso y de eso bebió el disco también.
Tu voz se distorsiona y modifica en muchas canciones. ¿Es una forma de crear distintas personalidades a través de las que expresarte?
Es un proceso del que no soy muy consciente, no siempre le doy un significado a estas modificaciones. Aún así, Galore funciona de una forma distinta a lo que siempre he hecho. He intentado utilizar las voces como una vía para darle una significación a la historia y los conceptos que se transmiten.
Por ejemplo, las canciones que más se acercan a este concepto de escapismo y de creación de un universo propio, God’s chariot y Nightime, toda la producción está enfocada a crear esa idea de etereidad a través de la voz y la música. A medida que avanza el disco las voces van siendo cada vez más normales.
Parece que esta corriente de pop a la que perteneces se ha convertido en un espacio seguro para muchas artistas y personas trans que no encuentran un lugar en la industria musical, normalmente copada por hombres.
En mi caso no creo que esté completamente emancipada de esa industria. La mayoría de gente con la que trabajo son hombres. No tengo claro hasta qué punto la industria afecta a mi trabajo, quiero pensar que el hecho de sentirme segura y tener las herramientas para expresarme me permite no caer en la visión que mucha gente quiere para mí. No solo hombres, he oído a muchas mujeres que hacen comentarios e insultan por estar inmersas en esa visión masculina. Pero estoy muy contenta de haber evolucionado y formar parte de este 'universo pop'.
¿Crees que tienes que trabajar más que otros artistas hombres a la hora de de hacerte valer y respetar?
Tengo otro punto de vista con respecto de esto. Me gané el interés de mucha gente en la industria al principio de mi carrera por ser una chica joven, no digo que sea algo bueno, muchas veces se me acababa fetichizando. Aun así, si hubiese sido un hombre en esa época no sé si hubiese tenido el mismo impacto, aunque es imposible saberlo y estoy solo teorizando sobre esto.
Lo bueno es que quienes solo se fijaban en mí por mi aspecto, me daban la ventaja de poder ignorarles directamente. Si no hubiese sido así, y hubiese tenido oportunidades solo por esas cuestiones, habría sido peor. Por desgracia, el sexismo es algo que está muy lejos de terminar y que sigue ocurriendo. Estoy intentando encontrar un equilibrio propio entre lo que ocurre en el mundo y mi arte.
Hay una colaboración en el disco con Zero-Castigo, una artista española, de Asturias
Solo he visto fotos de Asturias, nunca he estado. Pero me gustó fantasear con cómo creía que era y lo que me transmitía. Cuando me dijo que era de allí, decidí llamar Asturias a la canción.
¿Cómo se gestó la colaboración?
Subí una instrumental a Youtube, no sabía qué hacer con las voces y decidí que fuese la propia gente la que me mandase sus ideas. Recibí algunas respuestas y la suya fue la mejor, así que nos pusimos en contacto y preparamos la canción.
Rosalía ha recomendado tu música y habéis tenido algo de relación. ¿Habrá alguna colaboración en el futuro?
Me encantaría, pero por ahora no. Le he mandado canciones en el pasado y estuvimos hablando durante una temporada, pero no tenemos más relación. Solo el hecho de que aprecie mi trabajo ya es algo enorme para mí. Ojalá pase en el futuro.