“Tú no te quejes, que si te quejas te cansas más. Nunca he admirado a nadie que se queje”. Lo dice Kiko Veneno mientras aspira un cigarrillo de liar en una ventana abierta al cielo. Es el artista de culto que firmó Veneno, el hombre que empujó para volver leyenda La leyenda del tiempo. Es heterodoxo, cultísimo, espídico, flamenco, electrónico, deslenguado: toca las palmas, entona una coplilla, se tumba en el sofá con las gafas de sol, fantasea con escribir un himno patrio que hable del huevo con tomate -que más transversal ya no se puede-.
"Yo quería ser español, qué bonito; tirar el cuchillo al agua...", tararea. "Me encanta esa imagen. Es muy lorquiana, ¿no?", comenta. Ha venido a este barrio a reírse, a escuchar a los ancianos, a romperse el sombrero, a interesarse por lo importante: la felicidad, comer buen pescado y que no haya muertos en el mar, dicho por él mismo. Ah, y el amor. "Ahora sé que no es solamente una cosa estética que ilumina toda la belleza y la comunicación humana, sino que va más allá todavía, sin llegar al misticismo ni a la religión. Es lo único que tenemos, en realidad. El resto son subterfugios, simulacros". Kiko Veneno también es antídoto.
"Libre, te libre el destino del ruido y del azúcar, de sentirte con la marca del cautivo en la nuca", canta en Ojalá. Presenta Sombrero roto, su disco más sorprendente. Decir arriesgado sería de pusilánimes.
“Soy feo y sin salero, todo me da miedo, lo que tengo es mucho que matar”. ¿A quién mataría Kiko Veneno?
Es una expresión andaluza. “Este niño tiene mucho que matá”, ¿no la has escuchado?
En la vida.
Pues sí. “Tiene mucho que matar” quiere decir “tiene muchos defectillos, muchas cosas, es muy suyo”. “No tiene ná que matá, el niño este”, porque es muy pesado, muy peleón, muy reivindicativo de algo.
¿Te consideras un artista a la contra?
Sí, y una persona a la contra, en el sentido de que no puedes creer tus propias banalidades ni heroicidades ni humildades. Si vas de humilde, lo que eres es un orgulloso. Todo tiene una contrapartida, todos los elementos son binarios, y toda verdad tiene su sombra. Ver las cosas desde la contra te llega a ayudar a la verdad. Ese es el punto de vista: ver las cosas como son, no como quisieras que fueran.
¿Crees que los artistas tenéis responsabilidad social?
Sí. Y como tal, a veces nos piden nuestra opinión política, cosa que no voy a dar ahora porque estamos en campaña y no me interesa meterme ahí, pero reivindico el derecho de los artistas a ser personales, a tener sus opiniones y a meterse en los asuntos públicos. Hay mucha gente en España que te dice “eh, tú métete en lo tuyo”… me parece de lo más despectivo, es una postura que niega a la gente su opinión, es una postura llena de flatulencia mental. ¿Cómo que me meta en lo mío? ¿Pero tú quién eres para decirle a nadie…? Seguramente es que la opinión política que has dado no coincide con la suya. Lo más importante que podemos dar los artistas no es nuestra opinión política, sino nuestro arte, porque nuestro arte supera a la política. Nos metemos al arte para decir las cosas que la política no te permite decir, y que la política no contempla. La política no se ocupa de la felicidad, ni del ritmo, ni de la armonía, ni de la alegría. Pero nosotros sí.
Yo quería ser español, dices en una canción. ¿Para qué? ¿En qué consiste la españolidad?
Nada, nada, no me interesa para nada mostrar que soy español ni demostrarlo, como decía Sánchez Ferlosio. Decía “odio la españolez...”.
Odiaba el Rocío y los toros.
Sí, sí. Yo no odio el Rocío ni los toros, pero él decía “no es que ya quieran mostrar que son españoles, es que quieren demostrarlo”. Ese afán demostrativo nos lleva a la Inquisición. Tú eres judío, tú eres comunista, tú eres rojo, ¿tú qué eres? Es una forma muy inquisitorial de ver la vida. Esto se basa en un soniquete de mi hijo cuando tenía 4 años, que jugaba con sus cacharritos y empezó a decir “nanana… quería ser español”. Uno de esos soniquetes que los niños se inventan. Cuando los niños están aprendiendo el lenguaje hacen sus propias frases y experimentan con ellas. Mi hijo no tenía mínima intención política, claro, y con esa idea la he traído hasta aquí. Lo ridículo que es también buscar intención política en todo lo que se habla, y apropiarse de la razón y de la verdad y de los países y las patrias y los Estados… cuando muchos de los que se apropian de estos símbolos son los mangantes más grandes que hay. Los sinvergüenzas más grandísimos.
Se ponen la patria como escudo.
Totalmente. En el caso español y catalán se ve muy claro: humo para que no se vea lo que está pasando. Y para que no se vea lo que nos interesa: lo que nos interesa es la felicidad, y comer buen pescado, y que no haya muertos debajo del mar. Nos interesan tantas cosas que están fuera de los titulares de los periódicos…
¿Y tú el independentismo lo entiendes, lo compartes o lo rechazas?
Nah, yo de eso no quiero hablar. No me interesa para nada el debate que hay de la españolez, del catalanismo, la independencia y su puta madre, en general. Me parece mezquino, reductor e insignificante.
En esa misma canción hay un par de hostias a empresas. A Securitas Direct, por ejemplo.
Sí. Es que es una empresa que se dedica a difundir el terror, financiada por todos los medios que dicen defender la libertad pero defienden la propagación del terror. También programan cosas musicales, espero que pongan mi disco también.
¡Claro...!
Mi disco lo pondrán eventualmente en alguna emisora, en cambio, Securitas Direct, cada media hora está sembrando el terror en cada emisora de este país.
Y Movistar.
Es mi compañía telefónica y veo mucho la cadena de televisión. Buenafuente, Broncano… todo eso lo veo. Fíjate tú: Movistar, una empresa formada a golpe de sucesiones y adjudicaciones a los amiguetes… verdaderos monopolios. En algún momento, ¿qué te digo yo? El franquismo crea a Suárez, que es la persona que se encarga de dinamitarlo desde dentro.
¿Broncano es nuestro Adolfo Suárez?
Bueno, lo digo en el sentido de que esta gente gana mucho dinero con sus negocios y su lo que sea, pero también tienen un poquito de dignidad, de vergüenza y de dinero para dedicarlo a los artistas del humor y hacer esta cadena tan brillante. Es la mejor televisión que hay en España y lamentablemente es de pago. Pero ahí hay gente muy valiosa. Los payasos de este país son los que están diciendo las verdades más grandes.
Cómo lidiarán con las líneas rojas...
Son brillantes. Son gente muy inteligente. El payaso es una persona acostumbrada al fracaso. Hostia, y rima. Los payasos son personas que se caen y no se hacen daño, les puedes dar bofetadas. Son carne dura. Y por eso pueden decir muchas cosas. Son gente de gran capacidad. Coronas, Buenafuente, Broncano… para mí son artistas muy grandes. ¡Berto! Gran nivel cultural y creativo.
Me estaba acordando de lo que decías de Ferlosio. Ayer leía una frase de él donde contaba que no había conocido la libertad.
Nadie ha conocido la libertad, por definición. Yo he leído mucho a Ferlosio, sus pecios, sus libros, y con algunas cosas no estoy de acuerdo pero con muchas otras sí. Ese cascarrabias que critica el contenido de todas las frases para darles la vuelta… es irrepetible. Y sus hallazgos intelectuales y humanos y su sentimiento por la vida y por el humor. Y la libertad, ¿qué es? La libertad remite a su contrario, a la esclavitud. Todos los conceptos remiten a sus contrarios. Por definición no sabemos lo que es. ¿La libertad es hacer lo que tú quieras? Si todas las elecciones están condicionadas. Mi libertad no es la misma que la tuya. Hombre, si naces negro y en Mali y te tienes que cruzar el mar con un barco y ahogarte, tu concepto de libertad no va a ser igual que el mío. La libertad hay que sacarla positivamente frente a la opresión. Frente a la opresión tiene un valor grande. Pero en el mercado de consumo, en el supermercado, en el centro comercial, la libertad hoy es una esclavitud más. Eso está de puta madre, ¿no? Titular.
¿Tiene que ver esa falta de libertad con el capitalismo? ¿Austeros somos más libres?
No creo que tenga que ver con el régimen político, tiene que ver con nuestra situación de vida. Y es verdad que la austeridad, el sistema epicúreo, es el sistema sencillo y el que pertenece a los humanos por convicción y por naturaleza. Pero no lo vemos, porque estamos cegados por la ambición y por la bulla y por muchas cosas que no conducen a nada. Mira, ¿por qué hay tanta insatisfacción? Yo cuando era joven y me enganchaba a un grupo, tardaba en conseguir el disco y cuando lo tenía lo escuchaba mil veces. Me había costado trabajo encontrarlo. Pero si yo tengo todo en el móvil… y mientras estoy escuchando aquello que creo que me puede gustar, y mientras estoy recibiendo 20 mensajes más de cosas que me van a gustar, me estoy intranquilizando, ya no estoy relajado y no tengo tiempo de percibir el hecho cultural. Como búsqueda, como hallazgo. Si una cosa no cuesta esfuerzo, no vale.
¿Se puede vivir de la cultura en España?
Yo llevo viviendo desde el año 92. Bueno, y los seis años anteriores también viví de la cultura, trabajé en la diputación de Sevilla haciendo trabajo de coordinador cultural. Teatro, cine, música. Gestión cultural, vaya. Del arte, del cantecito, vivo desde el 92.
Pero, ¿por qué Marca España es siempre Rafa Nadal y nunca Almodóvar?
Eso es una pamplina… pero lo eligen los dueños del mercado. Nos dicen que el mercado es una cosa libre, que es oferta y demanda, que eso da el equilibrio para que la economía pero es mentira, no se lo cree nadie. Eso funcionó durante una época en el siglo XIX. Ahora mismo el mercado es un monopolio interferido por agente súpersecretos, antitransparencia total. Realmente está conducido hacia el consumo, el ocultamiento, la financialización… las empresas no triunfan porque sean buenas, sino porque están financiadas y salen en televisión. No es un juego libre. Hoy sabemos, por ejemplo, que cada vez que hay una OPA hay gente que lo sabe antes y se enriquece. Todo está dirigido y predeterminado hacia el negocio que les interesa a ellos y la forma de repartirse el mundo, de repartirse el miedo y de repartirse la guerra. Y esto lo hacen cuatro compañías: la farmacéutica, las militares, las de comunicación y las de finanzas, básicamente.
Sabes que Vox quiere quitar el ministerio de Cultura.
No me extraña. Lo ignoran completamente. Son consecuentes.
¿Qué canción convertirías en himno de España?
Bueno, una de las cosas bonitas que tiene España y su espíritu anárquico y rebelde es que su himno no tiene letra. Si miras la letra de la revolución francesa, tiene cosas bonitas pero también horribles. “Vayamos a la guerra, les destrozaremos los huesos, se los retorceremos...”.
Sanguinario.
Sí. Tiene un canto a la libertad y también esa parte violenta. Lo que pasa con el himno español es que España nunca ha sido de los españoles, ha sido de los aristócratas, de los curas y de los militares. Y eso ha sido hasta los años 70, que hemos podido respirar un poco, pero el país ha seguido heredado por los herederos de Franco. Y nos hemos dicho “vamos a dejar de pensar en el pasado, que es tan siniestro...”. Y se ha jugado con el concepto de España. La gente dice “uy, estos no se consideran españoles, no aman el himno de España”, claro: la gente no tiene la perspectiva del tiempo que a lo mejor tengo yo, que sé que el himno de España y el “España” y todo esto es una cosa del franquismo, una cosa con la que Franco nos machacaba todos los días. Yo he ido al colegio y tenía que cantar obligatoriamente el Cara al sol. Y a las doce se paralizaban las emisoras y cantaban el Angelus, que eso lo sigue haciendo hoy la COPE.
La gente no sabe eso o no lo quiere saber, y no se dan cuenta del rechazo que eso produce en algunas mentes. El español, las personas de este país, tenemos una vertiente anarquista, anárquica, vital y disfrutona, y es la única que puede salvarnos. Por eso somos admirados en Europa: nuestra escuela artística es definitiva… la mirada española es creativa, es irónica, es rebelde. Es muy divertido y muy anarquista que no tengamos letra.
El himno español se autoboicotea.
Sí, y eso me gusta, como cuando Chiquilicuatre fue a Eurovisión.
El otro día leí que decías que crees que llevas tu edad mejor que Sabina. ¿La peña se está agobiando con el paso del tiempo?
Sí, la peña se agobia, y yo también. Pero creo que tenemos más elementos para disfrutar que para agobiarnos.
Te quejarás de energía, si estás como quieres.
Hombre, que estoy como quiero… me duele aquí, y aquí, y aquí, he tenido ciática, tengo 67 años, cada vez tengo menos energía… eso lo vivo, pero no quiero quejarme de que estoy perdiendo energía, me parece estúpido. Prefiero vivir. Yo cuando era joven amaba mucho frecuentar a los viejos, que son depositarios de sabiduría.
¿Crees que ya no hay respeto al mayor?
No, no es respeto, es que no tenemos la conciencia económica (tanto que hablan de economía) de que estamos perdiendo la experiencia de los mayores. Y económicamente es fundamental, para cosas que no les interesan a los políticos, claro: como para criar a los niños, para invitar al yerno a una cerveza en el bar. No es respeto, es devoción. No es no robarles la cartera, como les han robado estos gobiernos del bipartidismo PP-PSOE, que les han robado, además, las pensiones. No es solamente no robarles, sino aprender de ellos. La vejez te llega, gástatela en pasar el testigo de lo que has vivido, de lo feliz que has sido, gástatela en seguir creando y en alimentar esa vida que te ha interesado. Nunca he tenido un ídolo que se queje.
Háblame de un mito caído.
Felipe González. Él fue el abogado al que acudimos cuando me expulsaron de la universidad temporalmente, en el año 70, o 69. Era una figura emergente, y era dios. Era una persona muy importante. Yo ya pronto le recriminé que se fuera corriendo a Madrid. “Hacemos falta en Madrid, porque gente de nuestros valores e inteligencia no se ven tanto en Madrid”… no lo dijo con esas palabras, pero bueno. Yo lo interpreté así: “Quillo, ¿por qué no te quedas en Andalucía, que es un sitio muy grande y con mucha sabiduría, que a veces hay más que en Madrid? Nos haces falta. Alfonso Guerra y tú podríais hacer muchas cosas aquí”. Pues no, dijeron que tenían una misión… en el fondo lo que hicieron fue limpiar el patio trasero del franquismo, ya que la derecha no quería limpiarlo. Lo hicieron ellos. Y bueno, ya últimamente dedicarse a visitar los consejos de administración de las grandes multinacionales y joyerías de piedras semipreciosas. Es un ángel caído.
Felipe González votará al PP, incluso.
(Ríe). A tanto no llegará. No le hace falta, porque el PSOE y el PP no se diferencian casi en nada.
¿Las dos Españas son la de Serrat y la de Perales?
No, las dos Españas eran la de Machado y la de Pemán. Esas sí. Hoy la confrontación es mucho más aparatosa que otra cosa. Las gentes nos queremos y estamos cerca y disfrutamos juntos mucho más de lo que hacen ver los medios de comunicación.
¿Tú eres más canalla o más buen marido?
Más buen marido que canalla. Yo aprecio todas las formas de vivir, los canallas son maravillosos y cada uno interpreta la vida según le viene. Tampoco es que yo no tenga mi canallismo, que lo tengo, y no es que intente ser buena gente (que también lo intento ser), pero creo que ser bueno en el sentido de Antonio Machado es muy importante para mí. Ser bueno en el buen sentido de la palabra, sin ser tonto, sí.
¿La monogamia mata al artista?
No sé…
Hay gente que se escuda en eso para justificar su promiscuidad.
Yo he conocido a artistas… Bob Dylan o Matt Davis eran muy promiscuos, pero por ejemplo Frank Zappa tuvo a su mujer toda la vida, o Paul Newman, o Fellini. Hay muchos artistas monógamos y muy grandes. Y grandísimos artistas que son pedófilos… eso es un chiste malo. Pero tener una vida canalla o promiscua no es un crimen. En general creo que los buenos artistas son buenas personas, porque, verás tú: el arte es una trascendencia de la vida, que si no estás muy loco, si estás más o menos equilibrado… el arte procura lo mejor de la vida. Te quiere mostrar la vida sin violencia, sin crueldad, sin estupideces innecesarias, sin dominación; sino de una manera más cercana, más humana y más libre. Realmente lo que vale no es el dinero ni tu número: lo que vale es tu vacío interior, tú no eres nadie, pero te ríes y dices “esto soy yo”. Con el arte conseguimos superar un poco ese estado miserable humano de arrastrarnos y de no ver nada. Y de no entender nada. Con el arte entendemos las cosas y nos acercamos como nunca los unos a los otros.
¿Qué hacemos con la palabra “mariconez”?
Me parece una palabra cursi, pero no estoy en contra de que la gente cree sus propias palabras. Maribel decía “mariconismo”, la Martirio, como eso, como la cualidad de los mariquistas que se expresan de forma muy mariquita. “Mariconez” no me suena mal. ¿Que está criticada porque la cambió una de un concurso…? Me parece estúpido. ¿En qué estamos? Yo no dedico tiempo a pensar en eso.
Te han criticado alguna vez los puristas.
Tampoco me han criticado mucho porque no provengo de un arte puro de nada, ni detento ninguna tradición ni defiendo ningún canon… pues de eso me he librado. Yo he sido incomprendido, pero no criticado. La apuesta de Veneno fue muy fuerte para su época y era difícil de digerir. De hecho, no la ponían en la radio ni se vendía ni hacía nada, pero alguna gente la captó y luego se hizo un movimiento de culto. Movimientos muy minoritarios que van creciendo.
Has trabajado hasta con Camarón. ¿Entiendes las críticas de los gitanos a Rosalía?
No es solamente de los gitanos, yo lo veo en internet y hay mucha gente que no es gitana y la critica. No entiendo nada. Y no estoy dispuesto a perder un segundo en esas polémicas. Polémicas de gente que está hablando de apropiación cultural y no se han leído un libro en su puta vida ni han escuchado flamenco ni conocen a la Niña de los Peines. Yo conozco la tradición y la historia del flamenco y no me pongo a criticar. Escucho lo que me gusta y ya está. Y de Rosalía me gusta sobre todo el primer disco que hizo con Refree. Es una artista, canta bien y tiene mucho sentimiento, es una tía muy viva que está ahí. Criticadla, si no tenéis otra cosa que hacer.
¿A quién harías tú ministro o ministra de Cultura?
Hay gente muy preparada, como el Gran Wyoming, como Pedro Almodóvar. Muchísimo talento ahí… no iban a querer hacer nunca ese trabajo. En España no estamos acostumbrados a que la gente valiosa se dedique a hacer las cosas importantes. Para las cosas importantes, que es la política, mandamos a los patrañeros y a la gente más indocumentada e inculta y vulgar. Sencillamente. García Montero, Miguel Ríos, Serrat, Saura. O Antón Reixa, que lo echaron de la SGAE porque estaba intentando hacerlo bien. Hubiese sido un ministro de cultura extraordinario, porque une la cultura con la capacidad de gestión. Almodóvar también lo sabe hacer.