William Shakespeare (1564-1616) era moderno, muy moderno: imprimió esa actualidad -o esa eternidad, esa renovación constante- en sus personajes y revolucionó la dramaturgia yendo siglos por delante. Su mirada veía la condición humana en panorámica y profetizaba las grandes crisis. Y eso es lo que hace en el guión de teatro que estará desde hoy en la red de la Biblioteca Británica: imaginar al pensador, teólogo, humanista, escritor y político Tomás Moro pidiendo un trato humano a los refugiados. El documento data del siglo XVII, pero bien podría haberse escrito hoy.
Este manuscrito forma parte de las 300 piezas relacionadas con la vida del dramaturgo total que han sido digitalizadas y serán expuestas al público el próximo abril, cuando la muerte de Shakespeare sople 400 años. La biblioteca subraya la importancia y la vigencia de El libro de sir Tomás Moro -título que recibe la obra-, especialmente en contraste con la situación de los refugiados en Europa. Es como mirarse en un espejo antiguo.
Se trata de empatía
"Es una verdadera pieza de agitación", ha señalado Zoe Wilcox, la comisaria de la biblioteca, al diario The Guardian. Se refiere a la escena en la que Tomás Moro desafía a los opositores a la inmigración en aquellos momentos tensos del siglo XVII por la entrada de protestantes franceses -los hugonotes- que buscaban asilo en Londres a raíz de la persecución religiosa.
"En el fondo, se trata de empatía. Moro pide a las multitudes que muestren empatía con los inmigrantes o 'extraños', como se les denomina en el guión", añadió. Wilcox recordó que es "llamativo, triste y relevante para nosotros".
Hay una escena en la que Tomás Moro desafía a los opositores a la inmigración por la entrada de protestantes franceses -los hugonotes- que buscaban asilo en Londres a raíz de la persecución religiosa
Shakespeare pregunta en su texto "cuál es el pecado" de estas víctimas e interpela: "¿A dónde irías, a qué país?", en el caso de que le pasara al receptor. Wilcox aclaró que todo evidencia que el texto está escrito a mano por Shakespeare, lo que lo hace único, teniendo en cuenta que, además de él, sólo se cuentan con seis firmas auténticas del dramaturgo. Shakespeare nunca llegó a pasar el texto a escena por temor a incitar disturbios. Ahora podrá verse el original en la exposición que abrirá al público el próximo 15 de abril y que está organizando la biblioteca británica.
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