La Ilíada marcó muchas de las representaciones artísticas en la Antigua Grecia durante siglos, llevando parte de su legado a los pueblos latinos de la península itálica. La historia de Eneas sirvió a Virgilio para establecer una conexión entre la lejana Troya y los pueblos romanos a través de Homero. Sin embargo, no son habituales en Europa, y especialmente en Reino Unido, las representaciones del poema homérico en los mosaicos que decoraban muchas de las villas de la antigua provincia de Britannia.
No al menos hasta agosto del año pasado, cuando el hijo de un granjero de Rutland, Jim Irvine, descubrió durante un paseo varios restos de arcilla que sobresalían de entre los campos de trigo. La curiosidad le llevó a comprobar a través de imágenes de satélite el perímetro de la plantación, descubriendo que dibujaban un rectángulo perfecto en su superficie. Lo que aguardaba bajo la tierra era un impresionante mosaico romano que ya ha sido catalogado por los arqueólogos ingleses como "el más emocionante descubrimiento de este tipo en los últimos cien años".
El hallazgo ha permitido la localización de una antigua villa, construida entre los siglos III y IV d.C. por una familia romana adinerada. El conjunto habría formado parte del comedor de la casa, que estaba rodeada por edificios de otras tipologías. Uno de ellos ha sido identificado como unas termas, así como varias estructuras alargadas, catalogadas como graneros.
Su dueño debió de pertenecer a la aristocracia romana de la zona, "alguien culto con conocimiento sobre las obras clásicas, a juzgar por la temática decorativa", han explicado los responsables del hallazgo. Sin embargo, también han sido localizados restos humanos, así como daños por fuego que se corresponderían con el periodo entre la caída del Imperio romano y el principio de la Edad Media. Una etapa poco estudiada y de la que se podrán extraer nuevas informaciones a través de este descubrimiento.
El dueño de los campos, Brian Naylor, se encargó junto con su hijo de alertar a las autoridades locales, que a su vez contactaron con el subdirector del área de arqueología de la Universidad de Leicester, John Thomas. El arqueólogo ha explicado que "mientras que otras excavaciones solo han permitido la recuperación parcial de este tipo de villas, esta parece contar con un estado de preservación excepcional".
"Este descubrimiento nos ofrece perspectivas nuevas sobre la relación del mundo antiguo con la literatura clásica, así como una gran cantidad de información sobre los individuos que encargaron la pieza", ha subrayado Thomas en un comunicado publicado por la organización Historic England, encargada de la conservación del patrimonio nacional británico.
El conjunto de teselas, de 11 metros de largo por 7 m de ancho, representan el triunfo de Aquiles sobre Héctor, aunque con una particularidad. El final planteado por sus constructores no se corresponde con la visión de Homero, sino con un desenlace alternativo. Su protagonista, tras el fallecimiento de Patroclo, vengó la muerte de su compañero atravesando la garganta de Héctor con una lanza.
El padre de su enemigo, Príamo, ofreció al héroe el peso de su hijo en oro con tal de recuperar su cuerpo. En la versión del poeta griego la oferta es rechazada, mientras que el mosaico ofrece ambas versiones, representando también al patriarca cargando de oro varias balanzas para preparar el tributo por el cadáver de Héctor. David Neal, experto en este tipo de obras artísticas, se encuentra al frente de una investigación en la que también participa el área de arqueología de la Universidad de Leicester.
Los investigadores han cubierto el hallazgo a la espera de contar con una mejor tecnología en el futuro con la que realizar nuevos descubrimientos sobre el terreno. Aunque ya se han anunciado nuevas investigaciones en 2022, así como la recreación de parte del conjunto con intenciones divulgativas.
Al tratarse de un campo de usufructo privado, la familia se ha comprometido a utilizar el lugar como zona de pasto, evitando que futuras labores de arado puedan destruir los restos. El conjunto ha sido catalogado como 'monumento planificado', una categoría que le protege de futuras modificaciones del terreno. Su descubridor, Jim Irvine, ha subrayado la "profunda emoción" que le ha provocado este descubrimiento, mostrándose deseoso por "conocer qué desenterrarán en el futuro".