El excepcional yacimiento de Empúries, en el municipio gironés de L'Escala, fue la puerta de entrada de la cultura grecorromana a la Península Ibérica. En ese enclave, en el siglo VI a.C., los antiguos griegos fundaron una ciudad, Empòrion, cuyo puerto serviría a las tropas de la República como punto de desembarco en su guerra contra Cartago. El célebre escritor y militar Marco Porcio Catón estableció en las inmediaciones un campamento que se convertiría en el embrión de una nueva colonia, ya a principios del siglo I a.C., y que se fundiría con su predecesora bajo el nombre de Municipium Emporiae bajo el reinado de Augusto.
Pero el sitio fue perdiendo progresivamente su importancia en el periodo tardoantiguo. Precisamente esa historia es la que está sacando a la luz la arqueología. Las últimas excavaciones efectuadas en el yacimiento, entre el pasado 6 de abril y el 12 de mayo, se han saldado con el descubrimiento de una magnífica basílica-catedral datada a finales del siglo IV d.C., inserta en un conjunto de edificaciones que pertenecieron al antiguo obispado de Empúries y que entonces se erigió a orillas del estuario del río Ter.
Se trata de un edificio "singular", según los investigadores del Museo Arqueológico de Cataluña que han dirigido los trabajos, con tres plantas y más de veinte metros de largo. En su interior se han registrado hallazgos llamativos, como un tesorillo de 184 monedas de bronce acuñadas entre los siglos IV y V que puede responder a una ocultación o el pedestal de una escultura procedente del antiguo foro de la ciudad romana, posiblemente dedicada a Manio Cornelio Saturnino, magistrado de Emporiae en el siglo II, y que fue reutilizado para soportar el peso del altar.
También se ha documentado cerca de una decena de tumbas con sarcófagos de piedra. Los arqueólogos han abierto dos de estos ataúdes y se los han encontrado vacíos, lo que significa que los personajes ahí enterrados fueron exhumados y enterrados en algún otro lugar más tarde, quizás debido a su alto estatus. En uno de ellos, para más misterio, se puede leer la inscripción "Secundus". ¿Quién pudo ser ese hombre? En las listas de obispos no aparece ninguno llamado así, aunque los investigadores creen que tuvo que ser algún religioso de importancia al haber sido sepultado en el interior de la basílica-catedral.
Áreas portuarias
Las excavaciones, impulsadas por el Museo de Arqueología de Cataluña y la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat, y con la financiación del Ayuntamiento de L'Escala, han continuado en la estela de la campaña del año pasado y se han centrado en determinar la naturaleza y función de las edificaciones situadas al norte de la actual iglesia de Santa Margarita. "Los trabajos van a confirmar que en este área se emplazaba el conjunto episcopal tardoantiguo de Empúries y que sus estructuras constituían el epicentro del nuevo núcleo de población surgido después del abandono de la ciudad romana", han destacado. Las prospecciones geofísicas han revelado que el espacio tenía una extensión mínima de dos hectáreas.
Además de la basílica-catedral, los vestigios más relevantes de todo el complejo, reformada durante varias ocasiones entre su construcción y su abandono, a finales del siglo VII o principios del s. VIII, también se ha podido documentar el baptisterio, de planta cuadrada y con pila bautismal en el centro. Siguen en paradero desconocido otras estructuras, como el palacio del obispo.
La sede episcopal de Empúries quedó incorporada a la de Girona en el siglo IX. A partir de este momento, sobre los restros de la nave central y el ábside de la antigua basílica se erigió una pequeña iglesia, también con varias fases, que permite descubrir la evolución del enclave hasta el siglo XVI. Un segundo templo, dedicado a Santa Margarita y levantado en la zona del complejo, perduraría algo más, hasta el siglo XVIII. Ambos edificios estuvieron relacionados con una necrópolis con varias fases de enterramiento.
El proyecto de investigación en el que se circunscriben estos hallazgos se centra en realidad en conocer más a fondo la génesis, el crecimiento y la decadencia de Empúries a través del estudio de sus antiguas áreas portuarias y tres etapas concretas: el asentamiento de los griegos en el siglo VI a.C., la llegada de los romanos hacia el II a.C. y el momento en que la población se concentra en Sant Martí d'Empúries.