Eibar, la primera ciudad que echó a Alfonso XIII: proclamó la República antes de tiempo por error

Las elecciones municipales del 12 de abril habían dejado clara la posición de la ciudad armera: 10 concejales socialistas, 8 republicanos y uno del PNV. Ni rastro de los monárquicos. Desde aquel resultado, el ambiente festivo inundaba el pueblo. El paseo de San Andrés, cerca de donde se encontraba la Casa del Pueblo, irradiaba felicidad y alboroto.

Pero hacía falta algo más para que una pequeña localidad de no más de 14.000 habitantes se atreviera a instaurar una República que rechazara el sistema vigente del rey Alfonso XIII. Al fin y al cabo, no eran sino elecciones municipales las que se habían celebrado en España. Todo se debió a un rumor, una noticia falsa que fraguó el nombramiento en la plaza del Ayuntamiento.

Cambio de la placa de Plaza de Alfonso XIII por Plaza de la República . Archivo Municipal de Eibar

Al parecer, según el testimonio del escritor y empresario eibarrense Toribio Echevarría, fueron unos camioneros que transportaban pescado por todo el país quienes comunicaron el rumor de la instauración inminente de la República en otros rincones del país. Otros testigos de la época, no obstante, aseguran que fueron varios emisarios enviados desde San Sebastián quienes, en la madrugada del 14 de abril, notificaron que tenían que ir "preparando" todo porque la República podía ser un hecho en breves horas. Sin embargo, ya fuera por una confusión fonética o por las malas horas, Juan de los Toyos entendió que debían ir "proclamando" la República.

No había vuelta atrás. Para cuando todos los eibarreses se despertaron, los concejales ya habían acordado dar un paso al frente. Todos pensaban que el monarca se encontraba fuera de España y que la República era una realidad en el resto del país.

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Incertidumbre

Tras un primer episodio de euforia, donde se cantó el Himno de Riego y se gritaban vivas al nuevo sistema, llegó la incertidumbre. A las 7.00 de la mañana, tan solo diez minutos después de la histórica proclamación en el Ayuntamiento, pasaban por Eibar los primeros trenes del día desde San Sebastián y Bilbao.

"Los cotidianos convoyes llegaron como de ordinario, denotando que nada anormal ocurría en las dos cabezas de línea ni en el trayecto", relata Toribio Echevarría en Viaje por el país de los recuerdos, donde el eibarrés recuerda sus vivencias en una España de grandes cambios históricos.

El humanista vasco destaca que cuando se percataron de que Eibar estaba sola, la decepción entre la muchedumbre fue enorme. Una hora más tarde, la distribución de los periódicos confirmó el error. "Tampoco aparecían los titulares grandes que esperábamos anunciando las noticias sensacionales que aquella madrugada nos habían movido", comenta el eibarrés. Es más, "parecía notarse un aire de inminencias graves en los despachos no muy concretos de Madrid".

Asimismo, los concejales podían sufrir las consecuencias de haberse enfrentado al poder vigente. Echevarría se preguntaba qué sucedería si la Guardia Civil decidía entrar en el Ayuntamiento para arriar la tricolor y reponer el retrato del rey, que había sido retirado al desván. La espera fue eterna, puesto que toda Eibar temió haberse adelantado a unos acontecimientos que quizá no llegaban. 

Adiós a Alfonso XIII

Finalmente llegó la ansiada noticia. A las 12.00 horas, Barcelona imitaba a Eibar y a las 13.00, la República era una realidad en las calles de la capital de España. Fue entonces cuando en toda España empezó, en palabras de Echevarría, una "verbena nacional".

Mientras en Madrid se inmortalizaba la Puerta del Sol, abarrotada de gente y con una gran bandera ondeando en el centro de la misma, Eibar tenía su propio acto simbólico. La plaza Unzaga de Eibar, por aquel entonces plaza de Alfonso XIII, llegó a su fin ese mismo día. La ciudad armera dijo adiós a su monarca a su propia manera. 

Indalecio Prieto en Eibar. Fondo Ojanguren Archivo Municipal de Eibar

El bombero municipal Azpiazu, conocido como Eltzartza, se hizo con una escalera y subió a lo más alto del Ayuntamiento. En la fachada del edificio reemplazó la placa Alfonso XIII por un cartón con la inscripción Plaza de la II República. A poco más de 400 kilómetros, el rey sin corona dejaba el Palacio Real para dirigirse a Cartagena. "Espero que no habré de volver, pues ello sólo significaría que el pueblo español no es próspero ni feliz", pronunciaba mientras se alejaba de su hogar con rumbo a Marsella, para posteriormente llegar a París.

Eibar y el resto de España habían decidido su propio camino. Este 14 de abril de 2021 se cumplen 90 años de la proclamación de la República. "Eibar fue la primera villa en proclamar la Segunda República y gracias a ello luego pasó a ser ciudad", apunta el concejal de Cultura eibarrense Patxi Lejarda. Concretamente, se le otorgó el título de Muy Ejemplar Ciudad, y el 3 de mayo de 1931 recibió la visita de personalidades como Indalecio Prieto, Ministro de Hacienda, Miguel de Unamuno, presidente del Consejo de Instrucción Pública, y el capitán general de la primera región militar Queipo de Llano.

Aquel histórico acto, que ponía a Eibar como centro de España durante las horas que transcurrió la ceremonia, terminó con las palabras de Unamuno: "Ya tenemos, eibarreses, la República en España. ¿Qué quiere decir República? Quiere decir cosa de todos".