Un escudo de madera y de bronce y un compás asociados a la toma de Cartagena por parte del general romano Escipión durante las Guerras Púnicas han sido encontrados durante los trabajos de restauración de la Muralla Púnica de esta ciudad.
Los hallazgos se han producido durante la intervención arqueológica que se ha realizado en el yacimiento para ampliar el conocimiento sobre la construcción de la muralla mediante ortofotografía.
Ahora los investigadores deben catalogar y certificar el origen de las piezas para cerciorarse de que corresponden a la época de los enfrentamientos entre los imperios cartaginés y romano. "Estamos convencidos de que estos nuevos objetos nos van a servir para aportar más luz a una época clave de la historia de Cartagena", ha asegurado Ana Belén Castejón, alcaldesa de la ciudad.
Tal y como informa el Ayuntamiento en un comunicado, estas obras tenían como fin actualizar la puesta en valor de este bien, aplicar una serie de tratamientos de conservación y documentar con nuevas tecnologías la muralla, gestionada por Cartagena Puerto de Culturas y que fue erigida a finales del siglo III a.C, coincidiendo probablemente con la fundación de la ciudad por Asdrúbal. "Nuestra ciudad y sus tres milenios de historia no dejan de sorprendernos", ha valorado la alcaldesa.
El tramo conservado correspondía al lugar donde se encontraban las puertas de Qart Hadašt, el cual fue levantado mediante dos muros paralelos de grandes sillares de arenisca, procedente de Canteras. En su interior se formaron compartimentos, llamados casamatas, a través de muros perpendiculares de opus africanum, un sistema de construcción que alterna sillares con mampostería.
Toma de Cartagena
El general romano Escipión el Africano tomó Cartagena en el año 209 a. C., siendo posesión romana desde entonces con el nombre de Carthago Nova, y una de las ciudades romanas más importantes de Hispania. Fue una batalla relámpago, puesto que los cartagineses no esperaban la ofensiva del romano, quien tomó la ciudad y prohibió el saqueo y respetó la vida de sus ciudadanos.
A partir de entonces, los cartagineses se quedaron si su capital en Hispania y también perdieron el control sobre sus minas de plata, gran cantidad de víveres y armas almacenadas que les permitían asegurar la lealtad de pueblos sometidos en el pasado.
En el 44 antes de Cristo, Carthago Nova fue la tercera ciudad en Hispania, tras Tarraco y Córduba, en ser elevada a rango de colonia romana con el nombre de Colonia Vrbs Iulia Nova Carthago (C.V.I.N.C) constituida por ciudadanos de derecho romano.
El hallazgo del escudo y el compás ha tenido lugar con una polémica paralela sobre la posible existencia del palacio de Asdrúbal en el cerro del Molinete.