Arqueólogos del Museo de Arqueología de Cataluña, la Universidad Autónoma de Barcelona y el CSIC han hallado en Ulldemolins (Tarragona) una placa de piedra, con grabados de diversas especies animales, datada a finales del Paleolítico Superior y con una antigüedad de más de 11.700 años.
La placa, presentada este lunes en el Museo de Arqueología de Cataluña, fue descubierta el pasado verano por los arqueólogos en el yacimiento de les Coves del Fem, en Ulldemolins (Tarragona), y contiene figuras de varios animales finamente grabadas, de una antigüedad de entre 15.000 y 11.700 años.
"Es un hallazgo excepcional", han explicado hoy los investigadores, ya que supone "una nueva aportación al conocimiento del arte paleolítico en Cataluña, donde estos tipos de restos aparecen muy raramente".
Además, consolida la importancia del macizo del Montsant en relación con las expresiones artísticas paleolíticas del nordeste peninsular y abre una nueva perspectiva en la investigación en el yacimiento, puesto que amplía de manera muy considerable su cronología hasta el final del Paleolítico Superior.
Para hacer la pieza se empleó un canto rodado de río de llicorella -similar a la pizarra- de forma ovalada y con dos caras planas y paralelas, que mide 18 centímetros de longitud por 12 de anchura.
El estudio preliminar determina que, como mínimo, aparecen 6 figuras de animales, entre las cuales están representados dos ciervos -un macho y una hembra-, dos figuras que podrían ser un caprino o un bóvido y otras dos figuras indeterminadas. También aparecen un gran número de líneas grabadas, hoy por hoy de difícil interpretación.
Desde la perspectiva de la técnica de elaboración, el equipo de investigación destaca la precisión del grabado, efectuado con una herramienta de sílex muy aguda; y en algunos casos se muestran detalles anatómicos como los ojos, las orejas, los hocicos y los cuernos, en este caso destaca el de un ciervo macho adulto, representados con siete puntas.
El hallazgo se produjo durante la inspección de los bloques de piedra que se encuentran dispersos en la superficie del yacimiento, bloques que quedaron al descubierto a consecuencia de la erosión de los estratos producida por las crecidas de agua que han afectado a parte del yacimiento. Los habitantes de Coves del Fem, en el Priorat, utilizaban a menudo cantos rodados y fragmentos de esquisto para elaborar enseres de todo tipo.
Dado que la pieza se localizó sin un contexto estratigráfico preciso, la hipótesis de los investigadores sobre su antigüedad la sitúa entre unos 15.000 y 11.700 años, es decir, a finales del Paleolítico Superior, teoría que sustentan en "la composición de la representación y el estilo de su ejecución, junto con la comparativa de elementos similares localizados en otros yacimientos en los que se pudo establecer su antigüedad de manera precisa".
Además de su valor artístico, la pieza es especialmente valiosa por lo que representa: habla del mundo ideológico de los grupos de cazadores-recolectores, en que los grabados son representaciones simbólicas elaboradas con una finalidad que se desconoce por ahora.
Su presencia en las Coves del Fem permite a los investigadores relacionarla con un sistema simbólico compartido con otros yacimientos de cronologías similares de la Península Ibérica donde también se han documentado las representaciones de animales sobre placas de esquisto.
En cuanto a Cataluña, los objetos de arte paleolítico están muy pocos representados y solo contados yacimientos han ofrecido piezas de este tipo, como los hallazgos de Sant Gregori (Falset) y del yacimiento del Hort de la Boquera (Margalef del Montsant), ambos también en el Priorat, y del abrigo del Molí del Salt (Vimbodí i Poblet), en la Conca de Barberà, todos ellos en Tarragona.
El yacimiento Coves del Fem presentaba hasta ahora una ancha secuencia cronoestratigráfica que se correspondía al periodo final del modo de vida cazador-recolector e incluía algunas ocupaciones que se podrían atribuir al periodo de 6000-5500 a.C.
Sin embargo, el hallazgo de la placa grabada permite suponer que la cueva fue también frecuentada anteriormente por los cazadores-recolectores del final del Paleolítico.
Hasta el momento, el equipo de investigación ha excavado niveles neolíticos y mesolíticos y todavía no ha llegado a los niveles a los que podría pertenecer la pieza encontrada, que se ha incorporado a la presente exposición Primer Arte. Artistas de la prehistoria, que finalizará en enero de 2021.