"Solo hemos descubierto el 1% de las antigüedades enterradas en Saqqara". Así de tajante se ha mostrado este fin de semana Khaled El-Enany, el ministro de Turismo y Antigüedades de Egipto, en una rueda de prensa celebrada en esta necrópolis situada a unos 50 kilómetros al sur de El Cairo en la que se ha presentado el último hallazgo del Antiguo Egipto, el más importante en lo que va de 2020: una colección de un centenar de sarcófagos intactos de la Dinastía XXVI.
Los ataúdes, de madera y con sus respectivas momias, se han encontrado en tres nuevos pozos funerarios situados a una profundidad de entre 10 y 12 metros. Estas cámaras también han arrojado el descubrimiento de más de 40 objetos, entre ellos máscaras funerarias, algunas bañadas en oro, estatuas de madera y vasos canopos. Pero por lo que anuncian las autoridades, la necrópolis de Saqqara va a seguir arrojando nuevos descubrimientos de forma inmediata.