No había manera de engendrar un descendiente. Enrique VI de Inglaterra y su esposa, Margarita de Anjou, estuvieron más de ocho años tratando de concebir un heredero, preferentemente varón, sin éxito. ¿Era estéril el rey o la reina? ¿Era ese el problema o no se estaba ejecutando la acción reproductoria de forma correcta? Ahora, un nuevo estudio sobre la vida del monarca inglés ha descubierto que la pareja no estaba sola en los aposentos reales en los momentos más íntimos.
La historiadora Lauren Johnson, según informan medios locales, ha descubierto que cuando Margarita de Anjou visitaba a su marido -que fue virgen hasta el matrimonio- para mantener relaciones sexuales, a veces estaban acompañados de cortesanos de confianza.
Johnson ha asegurado al periódico The Observer que esto era muy inusual en la época: "¿Fue porque el casto Henry no sabía lo que estaba haciendo? Creo que es completamente posible que llegara un momento en el que quizás fuese necesario explicarle lo que debía estar haciendo".
Si los reyes tenían problemas en la alcoba, esta situación no podía resolverse públicamente, por lo que, según la historiadora, "los aposentos del rey eran el lugar de mayor privacidad de todo el palacio donde podrían mantener este tipo de conversaciones y, en definitiva, comprobar lo que iba mal".
En la época, los matrimonios en la corte inglesa eran consumados con "ceremonias en la cama"; una noche en la que los invitados conducían a los recién casados al lecho conyugal. Esta fue una práctica extendida desde la década de 1420, durante el reinado de Enrique V, de cuando datan los primeros registros.
"Si bien las ceremonias reales podían involucrar bendiciones públicas y quizás procesiones a la alcoba en la noche de bodas, después de ese momento nadie estaba en la habitación real cuando el rey y la reina mantenían relaciones conyugales". Pero en el caso de Enrique VI y su esposa fue bastante diferente: "Esto no se registró solo en su noche de bodas, sino que se mantuvo".
La historiadora, que publica Shadow King: The Life and Death of Henry VI, ha llegado a esta conclusión tras analizar con detalle multitud de documentos conservados en los Archivos Nacionales. En ellos se recogen testimonios de varios testigos. Uno, por ejemplo, describe que "el rey y la reina yacen juntos" y están acompañados, "en la misma habitación", de una de sus cortesanas.
Enrique VI gobernó Inglaterra desde los nueve meses, tras la muerte de su padre, hasta 1437. No perdió la virginidad hasta su boda en 1445 con Margarita de Anjou, con quien tuvo solo un hijo, Eduardo, nacido en 1453. Según The Guardian, los enemigos del monarca lo tacharon de débil por emplear tanto tiempo en engendrar un descendiente varón. Además, propagaron el rumor de que Eduardo era bastardo.
¿Pero cuál era el motivo que imposibilitaba a la reina quedarse embarazada? Al parecer no fue la esterilidad de Enrique VI, sino un trastorno alimenticio de Margarita. En un documento de 1467, se señala a la reina como "una mujer débil" y que no probaba bocado durante buena parte de la semana.
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