La misión arqueológica española que excava en el templo del faraón Tutmosis III, en la ciudad egipcia de Luxor, ha descubierto el "maravilloso" cartonaje que cubre la momia de un "sirviente de la casa real" llamado Amen Ir Nef, que vivió entre los siglos XI y X antes de Cristo. "Es increíble, al empezar a pasarle la perilla de aire para quitarle el polvo, se va abriendo y vas viendo como van apareciendo los textos, las figuras y las imágenes, es increíble, parece que está pintado de ayer", cuenta la directora de la misión, Miriam Seco, que estará excavando en Luxor (sur) hasta el 15 de diciembre.
El cartonaje, una envoltura compuesta por varias capas de tela estucada con el que se cubrían las momias, está profusamente dibujado con vivos colores e inscripciones, entre los que destacan las diosas protectoras Isis y Neftis con sus alas extendidas, un disco solar en el pecho o los cuatro hijos del dios Horus.
Hermoso y frágil
"Es súper bonito, precioso, lo que pasa es que es muy frágil y hay que tener muchísimo cuidado al manipularlo", advierte la arqueóloga, que dirige a un equipo formado por 30 arqueólogos y especialistas, en su mayoría españoles, ayudados por 150 obreros.
Cuenta que el cartonaje, hallado "en perfecto estado de conservación", estaba ubicado en una tumba situada en la parte exterior del muro meridional del templo de Tutmosis III (1490-1436 a.C.), donde Seco está inmersa en su novena campaña.
La arqueóloga dirige a un equipo formado por 30 arqueólogos y especialistas, en su mayoría españoles, ayudados por 150 obreros
Sin embargo, el sarcófago que lo contenía "tenía la madera comida por la termita y solo conserva la parte de los pies, del pecho y de la cara" dice la arqueóloga, antes de añadir que en su interior se encuentra la momia, presumiblemente con sus joyas, a las que no se accederá, porque esto supondría dañar su policromado recubrimiento. Seco cuenta que este hallazgo abre una nueva línea de investigación, ya que es el primer ejemplo en el yacimiento de una tumba del conocido como el "Tercer Periodo Intermedio", lo que implica la existencia de una necrópolis de dicha época, que se suma a las descubiertas con anterioridad.
Es decir, que además de trabajar en el templo de Tutmosis III, faraón de la dinastía XVIII, la misión española excava ya en una necrópolis de la XI dinastía, otra de la dinastía XII y una tercera de la Epoca Tardía, que han ido saliendo a la luz a lo largo de las nueve campañas. "Es como trabajar en varios yacimientos a la vez que se encuentran superpuestos en el mismo lugar", insiste antes de subrayar: "Estamos hablando de más de 1.500 años de historia del yacimiento".
Necrópolis y cementerio
Esto se debe a que Tutmosis III ordenó levantar su templo, situado en la orilla oeste del Nilo, sobre una necrópolis ya existente y a que, tras la destrucción del edificio, se continuaron excavando cementerios en sus alrededores. Por los objetos hallados en las tumbas, se puede concluir que, por ejemplo, la necrópolis de la dinastía XII del Imperio Medio (1.980 a 1790 a. C.) pertenecía a gente de la alta sociedad, como atestiguan las joyas de oro o las manos y cuchillos mágicos de marfil desenterrados.
Por otro lado, el cementerio de finales de la dinastía XI (2150 a 1990 a. C.) -cuenta Seco- era de gente más humilde, lo que favoreció que no fuera saqueado y que, por lo tanto, sus tesoros arqueológicos hayan permanecido intactos durante centurias. El nuevo hallazgo, la tumba de Amen Ir Nef, "un personaje importante, de alto rango", parece indicar que la necrópolis del Tercer Periodo Intermedio también acoge a notables que, en esta ocasión, vivieron hace más de tres mil años.
Continuar su excavación, insiste la arqueóloga, depende, en gran medida, de la financiación del proyecto, apoyado hasta la fecha por la Fundación Botín, el Banco Santander, Cemex, la Universidad de Granada y Caja Sol.