A principios de la década de los años 60, el artista búlgaro Christo Javacheff y su pareja Jeanne Claude empezaron a proyectar el que se convertiría en su gran trabajo inconcluso: el 'empaquetado' del Arco del Triunfo en París.
Un proyecto que le fue denegado por las autoridades francesas y que seis décadas después —y pocos meses antes de morir— fue revaluado y autorizado por el ayuntamiento de la ciudad y el Centre des Monuments Nationaux, encargado de la gestión de los monumentos nacionales de la capital francesa. Así comenzaron unos frenéticos preparativos que cesarían bruscamente con la muerte del artista a finales de mayo de 2020.
Ahora, un equipo de 140 obreros despliega desde este domingo el tejido que cubrirá el monumento, una maniobra que finalizará este lunes y que se abrirá al público entre el 18 de septiembre y el 3 de octubre. El Arco de Triunfo quedará envuelto con 25.000 metros cuadrados de un material de polipropileno reciclable y sujeto con 3.000 metros de cuerda del mismo tipo. Los visitantes que se acerquen en los próximos días se podrán llevar un trozo del montaje como recuerdo del último ingenio del creador búlgaro.
El encargado de la instalación es el propio sobrino del artista, Vladimir Yavacheff, quien habla de este proyecto como "la consecución del sueño de Christo". En total este montaje costará catorce millones de euros, un precio astronómico que será sufragará mediante la venta de bocetos y dibujos de los artistas.
El precio de subasta en Sotheby's de la producción de la pareja alcanzó a principios de año nuevos récords, cuadriplicando el precio estimado de salida de sus maquetas y planos preparatorios. Una sorpresa para el mundo del arte dado el carácter efímero de las instalaciones del artista y el bajo precio que este tipo de materiales suelen alcanzar en subasta.
El artista ya llevó a cabo proyectos similares como el que realizó en el Bundestag de Berlín en 1995, cubriendo la totalidad del Parlamento alemán con un material similar. En 1991, instaló miles de sombrillas gigantescas de forma simultánea en California (Estados Unidos) e Ibaraki (Japón). Una instalación que contaba con más de 3.100 parasoles gigantes de 8.7 metros de diámetro y 200 kilos.
La famosa casa de subastas volverá a sacar a puja varios de los proyectos de la pareja Christo-Jeanne Claude, aunque ninguno perteneciente al proyecto que atañe ahora a la capital francesa. La intención de la pareja de artistas siempre se centró en mantener una independencia total de las administraciones para sus instalaciones, huyendo de las ayudas gubernamentales que plantearían una permanencia de sus instalaciones artísticas. De esta forma, sufragaban con la venta de planos y bocetos anteriores las obras siguientes en las que se embarcaban, 'quemando' su producción al tiempo que planteaban nuevos proyectos.
La intención de la pareja de artistas era la de plantear preguntas en cuanto a la permanencia de los monumentos, su lugar en nuestro día a día e impronta ideológica y política. Cubierto de tela, el monumento encargado por Napoleón adquiere una significación completamente distinta, aunque manteniendo la integridad de la Llama Eterna, por petición de las asociaciones de veteranos franceses.