La última vez que el Museo Nacional del Prado convocó una oposición para contratar vigilantes de sala se presentaron 19.000 personas. La oferta de trabajo fijo era para cubrir sólo 11 plazas y el museo tuvo que alquilar las aulas de varias facultades de la Universidad Complutense para atender la avalancha de parados dispuestos a cuidar y proteger el patrimonio. Ahora, el Prado ofrece trabajo fijo para 28 personas que saldrán de un proceso de oposición similar al de 2013, con una salvedad: tendrán que pagar 20 euros por presentarse.
“Con anterioridad a la presentación de la solicitud, deberán abonarse 20 euros en concepto de derechos de participación”, se aclara en la convocatoria difundida por la institución. Este apartado no figuraba en la convocatoria que ofrecía puestos de trabajo con un sueldo base de 13.019 euros al año. Ahora, las retribuciones anuales son de 22.300 euros, en 14 pagas.
Una fila infinita rodeó la manzana donde se encuentran las oficinas del Museo del Prado y siguió calle arriba. Una fila infinita que se prolongó varios días de todas aquellas personas que se acercaron a inscribirse en la lista de candidatos, de casi 400 páginas que colgaban del corcho y de la web oficial. La anterior a aquella, en 2007, había suscitado el interés de unas 5.000 personas. El Prado esperaba una participación alta, pero nunca un aluvión de ese tamaño. Era la respuesta de un país sin trabajo.
Pagar por un derecho
Tal y como ha podido saber este periódico, la dirección ha decidido imponer la cuota de 20 euros para obtener el “derecho” a participar como “filtro” para evitar otras 400 páginas de candidatos. El museo tuvo que pedir ayuda al Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) para encomendarles la gestión de la realización de las pruebas selectivas. El Prado no tiene lugar donde examinar a tantos opositores.
Por ello se acudió al único lugar preparado para poder realizar casi 20.000 exámenes: la universidad. Los ejercicios de la fase de oposición se hicieron un domingo de junio en ocho facultades y escuelas de la Ciudad Universitaria de la Complutense. Cerca de 60 aulas fueron contratadas para recibir a los aspirantes. Los gastos originados por la gestión material de la encomienda corrieron a cargo del museo.
El gasto incluía los honorarios de los colaboradores, la empresa que elaboraba el examen psicotécnico, la que confeccionaba las cuartillas de la prueba, la que transportó el material y levantó actas. Un camión blindado llevó todas las pruebas hasta la empresa y allí un lector automático se encargó de corregir los exámenes.
El coste del examen
Desde el museo aseguran que la factura que pagaron entonces fue de 265.000 euros. Los 20 euros para ganarse el derecho evitarán al museo hacerse cargo de ese pellizco. Si los números volvieran a repetirse, y no cundiese el desánimo entre los menos favorecidos, el museo recibiría 380.000 euros de los aspirantes antes de examinarse.
Junto a las 28 plazas fijas sale a concurso una 'bolsa' de puestos transitorios de 400 plazas. Son vigilantes temporales, que cubren las exposiciones del museo. La bolsa va menguando porque en cuanto el vigilante temporal encuentra otro trabajo renuncia a su plaza. La bolsa, desde la anterior convocatoria, se había quedado corta.
Exámenes tipo test
La cualificación exigida fue un aliciente entonces y volverá a serlo ahora, porque basta con el título de graduado en Educación Secundaria Obligatoria (ESO), Formación Profesional de técnico u otras titulaciones equivalentes. Entre las funciones del vigilante de sala están la de facilitar información general al visitante, participar en el mantenimiento de la seguridad de los bienes o contribuir a la correcta distribución y flujo de visitantes.
El proceso selectivo consta de dos ejercicios. El primero consiste en 100 preguntas con cuatro respuestas alternativas. El ejercicio test tiene cinco bloques compuesto por preguntas sobre cultura general, sobre la historia del Museo del Prado, inglés básico, lesgislación normativa interna y el psicotécnico. El segundo ejercicio consistirá en 50 preguntas sobre las funciones del puesto, también tipo test. Las dos pruebas se harán en el mismo día.
La fase de oposición comienza el próximo febrero, hasta entonces no se sabrá si se repite el aluvión o los 20 euros han acabado con las aspiraciones de la mayoría de los desempleados.