El Museo Nacional del Prado despierta de la pesadilla. Poco a poco: en 2014 redujo el gasto en tres millones y un año después reduce su ahorro a la mitad. Según las cuentas publicadas en el BOE, en las cuentas correspondientes a 2015, el museo ha pasado de destinar a su gestión ordinaria 37,1 millones de euros al año a 38,8 millones de euros, es decir, un 4,6% más. En las anteriores cuentas la institución logró recudir el gasto en 3 millones de euros, pasó de 40 a 37 millones de euros. El ahorrar se va a acabar.
El mayor crecimiento del fin del ahorro ocurre en la partida de “sueldos, salarios y asimilados”: crece un millón de euros con respecto al anterior. El 2015 invirtieron 16,1 millones de euros, en 2014 fueron 15,1 (un incremento de los salarios del 6,6%). El ahorro ejecutado en esta partida en 2014 fue de 400.000 euros con respecto a 2013. A Merkel no le gustaría leer esto, sobre todo teniendo en cuenta que la plantilla ha menguado. El personal laboral fijo el año anterior al auditado era de 392 trabajadores, en 2015 son 384. Incluso se ha perdido un funcionario (de tres). Y en los temporales también (antes 98, ahora 97).
Crecen los ingresos
A pesar de ello, el saldo favorable del balance anual es favorable, gracias al aumento de la aportación las subvenciones y transferencias en algo más de un millón de euros. De la taquilla llega otro millón más. En total, el museo ingresó en 2015 un total de 16,3 millones de euros (1,2 millones más que en 2014). En visitantes se superaron los 2,5 millones de personas previstas en los presupuestos y llega a los 2,7 millones, un 8% más.
Sin tener una exposición tan impactante como la de El Bosco, abierta en este momento, el museo logró crecer en ingresos propios por venta y visitantes. La muestra dedicada a Ingres fue el plato fuerte en el menú expositivo, pero tal y como se indica, las exposiciones temporales de gran formato han sufrido un mordisco considerable en los últimos años. En 2014 se pensó hacer cinco grandes y se montaron tres; en 2015, querían montar tres y se realizaron dos. Sin embargo, han disparado las de pequeño formato: 12 cuando tenían previsto hacer cinco. En 2014, se hicieron cuatro menos de las pequeñas.
El museo logra crecer un poco en patrocinios, gracias a la aportación de la Fundación Amigos del Prado, y llega a los 5,2 millones de euros. Y en la tienda consigue un éxito inesperado y recauda 3 millones de euros, cuando habían previsto vender 2,1 millones de euros (un 43% menos de producto merchandising).