La Biblioteca Nacional de España es una caja de sorpresas, y tesoros. Prueba de ello es la comedia desconocida de Lope de Vega que acaba de ser descubierta en los fondos de la Biblioteca. Un estudio ha revelado que podría tratarse de una obra en clave de la madurez del autor, con guiños a la situación política del momento.
Se trata de una comedia escrita en la última etapa vital y artística de Lope, denominada de senectute, tan triste en lo personal como pletórica en lo artístico, la misma en la que crea algunas de sus obras maestras, como la ya mencionada El castigo sin venganza, con la que comparte reflejos de sus desencantos personales como las pullas satíricas contra José de Pellicer, cronista real, que tanto había deseado Lope.
Nada se sabía de Yo he hecho lo que he podido, Fortuna lo que ha querido, ni tan siquiera su título figuraba en las listas y documentos en que se mencionan las obras de Lope pendientes de localizar. Abraham Madroñal, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Ginebra ha sido el responsable del hallazgo.
Trasfondo político
El estudio de Madroñal, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Ginebra, sostiene que podría tratarse de una obra en clave, detrás de cuyos personajes y lances se habrían disfrazado figuras y episodios significativos de la vida política del momento, en los que estuvo involucrada la familia del duque de Sessa, protector de Lope, y en especial su hermano don Gonzalo Fernández de Córdoba, necesitado de reivindicación después de que Felipe IV lo destituyera como gobernador de Milán en 1629 por su fracaso en la guerra de sucesión de Mantua y el Monferrato.
Yo he hecho lo que he podido… sería una comedia comprometida; con la causa del sucesor del Gran capitán, y, como tal, muy probablemente fue encargada por su protector para su exhibición en Zaragoza durante la visita que el monarca hizo en 1630 para acompañar a su hermana doña María, la futura reina de Hungría. La obra pudo ser mal acogida por el destinatario regio y hacer que también cayera en desgracia y se desconectara aún más de su autor real.
Pruebas de la autoría
Con esta investigación se buscaba obtener el mayor número posible de indicios de autoría, para lo que ha utilizado tanto los recursos tradicionales de la filología como los aportados últimamente por la tecnología digital. Son centenares las expresiones e incluso los versos completos de Yo he hecho lo que he podido… que son idénticos a otros ya escritos, o por escribir, de Lope de Vega, pertenecientes a una amplísima variedad de obras, lo que constituye una prueba prácticamente irrebatible de autoría.
La estilometría computacional, llevada a cabo dentro del proyecto ETSO, dirigido por Álvaro Cuéllar y Germán Vega, es otro de los recursos de las Humanidades Digitales de los que se vale, con unos resultados absolutamente coincidentes con las pautas de estadística léxica del teatro de Lope de Vega. Asimismo, también son significativos los resultados obtenidos con propuestas estilométricas anteriores a los ordenadores, ya sean las basadas en la ortología, ya sean las que examinan el componente estrófico, de probada eficacia en el caso de Lope.
La princeps
Esta nueva comedia sería pues una excepción a la norma y no se entiende todavía por qué el mismo impresor que en esos momentos le atribuía de manera indiscriminada las comedias de otros dramaturgos ―incluida La vida es sueño de Calderón, como caso más significativo― le negara la autoría en este caso. Quizá la explicación esté relacionada con las circunstancias que rodearon su escritura y representación.
También se ha tenido muy en cuenta la bibliografía material, con atención a los soportes de la transmisión. Esta parte de la investigación ha contado con la colaboración de Germán Vega, catedrático de Literatura Española de la Universidad de Valladolid y miembro del proyecto ISTAE (Impresos sueltos del teatro antiguo español), que ha propiciado la localización de la princeps en la BNE y su identificación como producto de la imprenta sevillana de Francisco de Lyra.
Este taller lo publicó a nombre de Miguel Bermúdez entre 1632 y 1634, es decir, cuando Lope aún vivía y regentaba la monarquía cómica; que veinte años antes le concediera Cervantes, lo que hacía que de forma generalizada fuera el beneficiario de los frecuentes cambios de atribución que, normalmente, por interés comercial, efectuaban los empresarios de la puesta en escena y, sobre todo, del libro, con especial incidencia en Sevilla.
La riqueza de la BNE
Este hallazgo es sólo una parte de lo que aún queda por descubrir en los fondos bibliotecarios. Y, en este sentido, la BNE muestra de nuevo su primacía para los estudios del teatro español del Siglo de Oro por la calidad y cantidad de los testimonios que atesora, a la espera de que los investigadores descubran su valor.
En los fondos de la BNE existen ejemplares de las tres sueltas conservadas de la obra - la princeps temprana, suelta pirata sin datos de imprenta, y otras dos copias de ésta impresas en Sevilla ya en el siglo XVIII―donde figura como autor Miguel Bermúdez, actor y escritor ocasional malamente documentado y atendido, pero en realidad la comedia le pertenece al mismo dramaturgo que solo unos meses después crearía El castigo sin venganza, obra maestra del teatro universal.
Actualmente está en marcha el proyecto Impresos sueltos del teatro antiguo español: base de datos integrada del teatro clásico español (ISTAE), del que es coordinadora Alejandra Ulla, y en el que participa la institución. La suelta de Lope formaría parte de los ejemplares con los que se trabaja en la primera fase de este proyecto y se puede consultar ya a través de la Biblioteca Digital Hispánica de la BNE.