John le Carré, el coloso de las novelas de espías, ha muerto. Su célebre agente George Smiley se queda huérfano; una misma sensación que asalta ahora a millones de lectores que el escritor británico se granjeó en todo el mundo con sus thrillers aventurescos cargados de valentía moral. David Cornwell —ese era su verdadero nombre—, antiguo miembro del MI5 británico, deja un legado literario riquísimo, con novelas que capturaron a la perfección el ambiente y las tensiones de la Guerra Fría, y un mundo ficticio de los servicios de inteligencia que es la antítesis del romanticismo de James Bond, con individuos falibles como seres humanos y sistemas desbordantes de deficiencias.
El autor de El topo y otras historias llevadas al cine y la televisión en numerosas ocasiones publicó más de una veintena de libros. El último, Un hombre decente (Planeta), con el brexit de fondo, llegó a las librerías a finales del año pasado. Estas son diez de las mejores obras de John le Carré:
El espía que surgió del frío (1963)
Fue su tercera novela —antes había publicado Llamada para el muerto (1961) y Asesinato de calidad (1962)—, la que le propulsó a la fama. A la sombra del muro de Berlín y con George Smiley todavía como personaje secundario, la historia gira en torno a Alec Leamas, que deberá vengarse de un agente asesinado por los guardias de la RDA. "Pura ficción de principio a fin", como defendió el autor, pero que evidenció en su momento que las prácticas oscuras no eran exclusivas de los espías de los países del este.
El topo (1974)
En la calificada como una de las mejores novelas de espías de todos los tiempos y la que consagró definitivamente a Le Carré, George Smiley busca localizar a un topo soviético —en esta trama hay ecos del caso de Kim Philby— infiltrado en la cima del servicio secreto británico, una colosal empresa en la que debe hacer frente a su némesis, la agente rusa Karla —con quien se acuesta el propio agente—. Fue adaptada al cine en 2011 con Gary Oldman interpretando al protagonista.
La chica del tambor (1983)
En esta apasionante novela de intriga ambientada en Oriente Medio, Charlie, una joven actriz bella y brillante, es inducida en el "teatro de lo real" por un agente de los servicios de inteligencia israelíes. Obligada a representar su papel definitivo, es empujada hacia una trampa engañosa y frágil para atrapar a un esquivo terrorista palestino.
Un espía perfecto (1986)
Según Philip Roth, esta es la mejor novela inglesa de la segunda mitad del siglo XX. Magnus Pym, diplomático de rango, ha desaparecido y se cree que ha desertado. Comienza la búsqueda: de un marido ausente, de un padre devoto y de un espía. Su vida está completamente construida con secretos: sin moral, lealtad o sistema de creencias, es el espía perfecto. Cuando se hace evidente que ha estado engañando a su propio lado, la persecución se interrumpe con una carta reveladora a su pequeño hijo. Uno de los libros favoritos del propio Le Carré.
La Casa Rusia (1989)
Barley Blair, editor de Londres, recibe un documento de contrabando desde Moscú y es enviado a la Unión Soviética como contacto. Katya, el intermediario de Moscú, resulta ser una mujer bella y atenta. Juntos pueden representar el futuro, una idea que es un anatema para los atrincherados profesionales del espionaje de ambos lados.
El peregrino secreto (1990)
Ned —uno de los personajes de La Casa Rusia—, como director de una escuela de formación de agentes para los servicios de inteligencia británicos, invita a George Smiley a dar una charla durante la cena que cierra cada curso sobre sus peripecias. Ambos exagentes protagonizan un largo diálogo en el que se mezclan reflexiones, autobiografía de ficción y numerosas historias de espionaje.
El jardinero fiel (2001)
John le Carré traslada su trama al norte de Kenia, donde Tessa Quayle, una mujer joven y bella, es asesinada. Su supuesto amante africano y compañero de viaje, un médico al servicio de una ONG, ha desaparecido del escenario del crimen. El marido de ella, Justin, aficionado a la jardinería y diplomático destinado a la embajada británica de Nairobi, emprende su particular odisea para descubrir a los asesinos y sus motivos. Una novela en la que el autor sigue retratando con frialdad la corrupción personal y política.
Amigos absolutos (2003)
Los amigos que dan título a la novela son Ted Mundy, hijo de un militar británico, y Sasha, hijo de un pastor luterano de la República Democrática Alemana refugiado en la República Federal. Los dos se conocen siendo estudiantes en Berlín Occidental, una ciudad sacudida por las algaradas y las manifestaciones; se reencuentran una década después en el turbio ambiente de la Guerra Fría y el espionaje, y vuelven a coincidir una vez más —su experiencia más atroz hasta la fecha— en el mundo unipolar del terror, el contraterror y la guerra de las mentiras.
Volar en círculos (2016)
La historia de la vida de John le Carré, desde sus primeros años como espía británico —abandonó los servicios de inteligencia al aparecer su nombre entre la información proporcionada por el traidor Kim Philby a los espías soviéticos— hasta su carrera como monumental escritor. No se trata de una autobiografía exhaustiva, sino una sucesión de anécdotas y de sucesos que el autor interpreta con la misma ambigüedad moral que impregna sus novelas.
El legado de los espías (2017)
La penúltima novela de John le Carré, una de sus mejores obras en la que recuperó a su gran personaje, George Smiley; una historia que conecta con El espía que surgió del frío y El topo y que supuso un cierre brillante a su producción sobre la Guerra Fría. Dijo que sería su último libro pero aún tendría fuerzas para escribir uno más.