La Sociedad General de Autores (SGAE) ha cesado a su presidente José Ángel Hevia gracias a la moción que había sido registrada la semana pasada por 18 miembros de la junta directiva. Es el nuevo traspiés al que se enfrenta la entidad, recién intervenida por el ministerio de Cultura, y que hoy mismo, según el orden del día fijado por el presidente, también votará su relevo.
Uno de los integrantes de la junta directiva --y del consejo de dirección-- que había apoyado esta moción de censura, Antonio Onetti (Colegio de Obras Audiovisuales), ya confirmó en declaraciones a Europa Press que será uno de los candidatos a la presidencia en caso de que prosperara esta iniciativa.
"Si sale adelante, yo seré uno de los candidatos y aspiro a conseguir los apoyos suficientes. Esto no es otra de las guerras de la SGAE, sino una consencuencia natural de una etapa tan intensa de Hevia en la que no se han cumplido las expectivas: alejar la intervención de Cultura. Ahora estamos en otra fase del juego", apuntaba el guionista.
Así, se ve "capaz de intentar enderezar" a la SGAE pese a esa intervención y a otras polémicas que rodean a la entidad, como la parte de recaudación nocturna conocida como La Rueda. "A partir de ahora, con el tope de la Ley de Propiedad Intelectual, todo va a ser mucho más sencillo. Todo esto de la música nocturna se irá difuminando y encontrando un tamaño mucho menor", apuntaba.
Por su parte, otro de los miembros del consejo de dirección que ha apoyado la moción, Fermín Cabal (Colegio Gran Derecho), avanzaba a Europa Press que prestará su apoyo a Onetti, en caso de salir adelante la iniciativa. "Es mi candidato y tiene competencia para ese cargo", aseveraba.
Cabal recordaba que a Hevia "se le ha dado un margen de confianza" por parte de la junta, pero tras "cometer errores graves" considera que "no es la persona adecuada" para presidir la SGAE. "Nosotros tenemos un criterio de cuando se hacen las cosas bien y, en mi opinión, Hevia ha tenido una actuación muy paternalista. No se trata de que sea la SGAE de los músicos", concluía.
Por su parte, tras conocer el registro de una moción de censura contra él, Hevia lamentaba que "las ansias personales" por alcanzar la presidencia de la entidad "jueguen en un momento convulso". No obstante, aseguraba que, en caso de salir adelante esta iniciativa, se iría "contento de no haber cedido a intereses personales". "La moción de censura es una cosa natural en una asociación que se rige por principios democráticos y quienes la presentan tienen todo su derecho a hacerlo. Lo cierto es que, con lo que está pasando en la SGAE, es muy difícil convivir con un cruce de intereses que va a más, pese a la fachada de consenso de la junta", apuntaba el gaitero.