La cultura es la gran vía de aprendizaje del amor romántico. Nos hace sangrar los oídos desde las radiofórmulas, nos frustra en el cine, nos invita a la autocompasión desde los poemas. Lo llevamos tan impreso, tan en vena, que un día nos sorprendemos alineando cereales o fresas en el desayuno para formar una carita feliz -o peor, un corazón-, más tarde nos convertimos en profesionales de la renuncia -y la exigencia- por amor y por último acabamos navegando en la celopatía, en la dependencia. Una maravilla.
Por eso, desde la sección de Cultura de EL ESPAÑOL, pensamos dedicar el día de San Valentín a analizar desde una perspectiva crítica -y especialmente, humorística, impermeable a los dramones emocionales- a desmontar algunas de las películas clásicas del romantiqueo: Pretty Woman, Crepúsculo, 50 sombras de Grey y El diario de Noa. También traemos recomendaciones: 500 días juntos y La boda de mi mejor amigo.