Es una práctica tan común que el personal del parque tiene un código especial para dar la voz de alarma: "limpieza HEPA", alguien acaba de esparcir las cenizas de un muerto, un familiar, en algún lugar del recinto y se necesita un aspirador para absorber los restos. Podría tratarse de un paraje natural concreto, pero no. Estamos hablando de que esto se produce en varios parques temáticos de Disneyland en Estados Unidos. Hay gente que quiere descansar, literalmente, entre sus dibujos favoritos.
Esto sucede en los parques de atracciones de Walt Disney en Orlando (Florida) y Anaheim (California); y según los empleados es habitual que se registre mínimo un caso al mes. Así se recoge en un artículo publicado en The Wall Street Journal: cenizas humanas han sido esparcidas entre las flores y arbustos, en los jardines del Reino Mágico, en la zona dedicada a Piratas del Caribe o en el foso abierto debajo del recorrido dedicado al elefante Dumbo.
No obstante, el sitio predilecto para esta práctica es la Mansión Encantada, una atracción con 49 años de vida que cuenta con una misteriosa hacienda llena de fantasmas imaginarios. "La Mansión Encantada probablemente tenga tantas cenizas humanas que ni siquiera es gracioso", dicen los trabajadores del parque citados en el periódico estadounidense. Para ellos es una tarea que roza lo macabro, pero la otra parte lo entiende como una especie de catarsis: ¿por qué privar de su deseo al mayor fanático de La Sirenita o el Pato Donald?
Jodie Jackson Wells, una coach empresarial de Boca Raton (Florida), es una de las personas que ha confesado haber esparcido cenizas en el universo físico de Walt Disney. En 2009, tras la muerte de su madre, visitó el parque temático. En un momento dado agarró dos puñados de los restos incinerados de su progenitora, saltó la valla del jardín de Blancanieves y los arrojó sobre el césped. Unos lo hacen de forma más disimulada que otros, pero no se trata de casos aislados.
Evidentemente, en Disneyland este comportamiento está totalmente prohibido y es ilegal. No obstante, en los parques existen lugares accesibles al público para pedir matrimonio, casarse o celebrar cumpleaños. Algunos quieren ir más allá y, en vez de ser enterrados en un cementerio, prefieren descansar entre los personajes animados que han marcado su vida. ¿Pero cómo introducir en el recinto las cenizas? Las personas que ya lo han hecho señalan que es muy sencillo si se transportan en frascos de pastillas, botes de maquillaje o bolsas de plástico herméticas colocadas en el fondo de un bolso.
"Dificultades técnicas" en la atracción
De la misma forma que cuando en la radio de los trabajadores se escucha "Código V" significa que alguien ha vomitado y "Código U" se relaciona con una fuga de orina, la "limpieza HEPA" pone en marcha un proceso con varias fases. Cuando se recibe la voz de alarma en una atracción, los operarios la cierran temporalmente a causa de "dificultades técnicas". Luego uno de los trabajadores transita por todo el recorrido buscando restos de cenizas humanas mientras que sus compañeros regalan pases al público para otras zonas del parque temático. Hay que evitar que nadie vea las grandes aspiradoras.
Otro caso reconocido a The Wall Street Journal es el de Marty Luire, una empeleada de Amazon que introdujo en el parque de Disney en California las cenizas de un compañero de su padre, repartidas en ocho bolsitas escondidas en la funda de una cámara de fotos. El grupo en el que iban se hizo fotos con Goofy o Mickey Mouse y subieron a varias montañas rusas. Los restos de Robin Milnes les acompañaron en todo momento. "Se lo pasó en grande", dijo Maty Luire sobre la experiencia de su padre, quien en un principio había rechazado brindarle esa divertida despedida a su gran amigo.