El ‘Comedy Women In Print’ (CWIP) es el premio de ficción para mujeres que se creó como revés al premio ‘Booker’ después de que este no incluyese en sus listas de posibles ganadores a ninguna mujer en 1991. Veinte años más tarde, se ha anunciado la creación de un nuevo premio que reconoce las novelas más divertidas escritas por mujeres, tras una disputa sobre sexismo con los jueces del premio ‘Wodehouse’, que se concede a la ficción cómica.
Este año el premio ‘Bollinger Everyman Wodehouse’, el único galardón que se le otorga a la comedia en Reino Unido, ha sido destinado a tres autoras de 18 años: Helen Fielding, Marina Lewycka y Hannah Rothschild. La popular escritora Marian Keyes no dudó en criticar el referido premio debido a su “desequilibrio sexista”: "Creo que al otorgarle a los hombres la mayoría de los premios refuerza la idea de que los hombres son más importantes. Yo adoro a muchos hombres, pero eso no significa que no vea el desequilibrio sexista que existe", declaró Keyes para The Guardian. “Las voces masculinas reciben automáticamente un peso adicional solamente por ser hombres. Quiero decir, cualquier cosa que haya sido dicha o hecha por una mujer, por inercia, importa menos".
La cómica, actriz y escritora inglesa Helen Lederer ha sido la propulsora del premio, apoyándose en que “se necesita hacer más para celebrar los logros de las mujeres que son capaces de sobresalir en este campo”. Lederer confía en que “sacará adelante la próxima generación de talentos femeninos, así como también iluminará a las mujeres que tienen una carrera y un futuro en la escritura de comedias”.
No había puerto donde desembarcar
Publicó su primer libro, Losing It, en 2015. "Tan pronto como escribí mi primera novela busqué premios para ganar y me encontré con que no existía ninguno", dijo. "Entonces me emocioné y se me ocurrió hacer algo para corregir el desequilibrio. Ahora que el CWIP finalmente está en el mapa literario, es como si siempre hubiera estado destinado a estar allí… Tiene su gracia".
Marian Keyes es una de las juezas del CWIP y afirmó en una entrevista para The Guardian: "Hay innumerables escritoras hilarantes y talentosas que actualmente hacen un gran trabajo. Si los premios que ya existen no reconocen a las escritoras cómicas, va siendo hora de hacer uno nuevo".
El CWIP distingirá a los ganadores con dos premios: uno de 2232,77€ para escritoras que ya tienen obras publicadas y otro de 1116,39€ más un curso intensivo en escritura creativa en la Universidad de Hertfordshire para las escritoras nóveles.
Desde la ironía hasta el absurdo
Los jueces buscan según han proclamado, "pruebas de ingenio que van desde la ironía hasta el absurdo, encontrar la carcajada sin perder en ningún momento el sentido de conexión, verdad y reconocimiento para el lector". Jennifer Young, novelista y profesora de escritura creativa en la Universidad de Hertfordshire es otra de las juezas del concurso, y admite que con este galardón van a conseguir rellenar un hueco que antes estaba vacío.
"Las mujeres por regla general son ignoradas por su trabajo en comedia, particularmente en la escritura ficción. Como ha reconocido Marian Keyes, ella nunca ha sido galardonada por ello, ni le han dado el Wodehouse, a pesar de su largo recorrido y éxito”, cuenta Young.
Igual de buenas o más
“Las mujeres escritoras tienden a esforzarse el doble para lograr la misma atención que se les reconoce a los hombres, y si la escritura además es cómica, más complicado aún. Todos hemos escuchado a muchas autoras famosas en los programas de comedia de Radio4 defenderse igual o mejor que muchos de los hombres que han colaborado en programas similares, aunque a ellos se les sigue presuponiendo más divertidos. ¿Es que las mujeres únicamente deben ser bonitas para mirar y amables para ser escuchadas?. Con la llegada del CWIP se pretende desestabilizar esos cimientos y desafiar esa realidad que se creía inamovible, y conseguir celebrar y reconocer que las mujeres también pueden ser cómicas y muy buenas”.
Este año por primera vez, el Wodehouse ha sido cancelado después de que los jueces, resignados, anunciaran que ninguno de los 62 libros que se habían presentado no llegaran al “nivel de risa unánime que esperábamos”. Con esto, las escritoras y profesionales del sector pretenden poner a la misma altura a la comedia, el talento literario y a las mujeres. Porque ellas saben igual de bien reírse que hacer reír.