El Gobierno ha aprobado en el Consejo de Ministros el nombramiento de todos los altos cargos del Ministerio de Cultura que estaban pendientes. Todos menos uno, el del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), precisamente uno de los que más trabajo tendrá.
El ministerio que dirige José Guirao ha nombrado a cuatro directores generales: Adriana Moscoso del Prado Hernández, directora General de Industrias Culturales; Olvido García Valdés, directora general del Libro y Fomento de la Lectura; Román Fernández-Baca Casares, director general de Bellas Artes; y Amaya de Miguel, directora General del Instituto de Artes Escénicas y de la Música (INAEM), cargo que adelantó este periódico. También ha anunciado que María Ángeles Ezquerra Plasencia ocupará el cargo de Secretaria General Técnica.
Guirao no quiere fallar en su nombramiento al frente del ICAA, y está siendo muy precavido para elegir al sucesor de Óscar Graefenhain, especialmente porque el director del ICAA se ha ganado durante su tiempo en el cargo el favor de las asociaciones e intermediarios del cine. Este periódico ha podido saber que varias de ellas habían mostrado su voluntad de que Graefenhain siguiera ocupando el puesto, y que incluso se llegó a plantear esa posibilidad.
Finalmente las dinámicas con los nuevos ministros se han perpetuado y el director del ICAA ya ha comunicado a la industria que ya no continuará. Desde el cine han destacado que Graefenhain entró en un momento crítico, tras la salida de Lorena González Olivares, con la Ley del Cine en fase de prueba y unos presupuestos para el cine muy escasos, pero que su disposición a escuchar al sector ha sido siempre impecable. Subrayan que fue él el que movió todo para que las mujeres tuvieran más puntos en la reforma de la Ley del Cine tras reunirse con CIMA, y que hay demasiados frentes abiertos para arriesgarse a un nuevo director del ICAA que no se gane el favor de la industria.
Otro de los asuntos que preocupa en el cine es el tiempo de retraso. José Guirao tendrá que nombrar un nuevo director del ICAA, que tendrá que hacerse con su nuevo puesto y ver las urgencias del cine, que teme que esto signifique alargar asuntos urgentes como las ayudas a la producción, la ayuda al desarrollo prometida o incluso ir hablando sobre las necesidades para los nuevos presupuestos.