La alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, firmó hoy una ordenanza que prevé multas de hasta 240 euros para aquellas conductas "contrarias a las reglas del decoro urbano" en cuarenta fuentes de la capital italiana. Las multas, que van de 40 a 240 euros, tienen como objetivo disuadir a las personas de acampar, consumir bebidas y alimentos en las fuentes, sentarse y subirse en ellas, derramar líquidos y tirarles objetos (con excepción de las tradicionales monedas), utilizarlas para lavar ropa y animales o dar de beber a estos.
Con ellas el ayuntamiento de Roma pretende "garantizar la adecuada defensa del patrimonio histórico, artístico y arqueológico de Roma". La medida afecta a cuarenta fuentes que cuentan con un particular interés histórico, entre ellas la Fontana di Trevi, la Fontana della Barcaccia en Piazza di Spagna, las del Moro y Nettuno en Piazza Navona o la de Dea Roma en Piazza del Campidoglio, donde se encuentra la sede del ayuntamiento.
Además, la medida no se limita a las figuras de las fuentes sino también a sus cimientos y a sus áreas de pertenencia. La ordenanza será válida hasta el próximo 31 de octubre y responde a este período estival en el que la capital italiana recibe una gran afluencia de turistas que, en ocasiones, utilizan las fuentes de Roma como refresco antes las altas temperaturas.