Pese a que le avala una carrera de más de 18 años frente a las cámaras, Àngel Llàcer (46 años) no está convenciendo al público con su último proyecto de televisión. A mediados del mes de julio, La1 estrenó Bloqueados por el muro, un concurso que se emite todos los mediodías de lunes a viernes y que ya se perfila como uno de los grandes fracasos del que fuera profesor de interpretación de OT.
Pese a que la cadena pública pretendía dar con dicho formato una opción de entretenimiento, esta parece no haber sido del agrado de la audiencia. Una cuestión que hace que su continuidad penda de un hilo. Ya en su primera emisión, que tuvo lugar el 13 de julio, contó con un paupérrimo 4,1 por ciente de share y 433.000 espectadores, una media que ha continuado estancada hasta el día de hoy.
Antes de que el concurso arrancase, el ente público tenía en la parrilla un espacio en el que profesionales hablaban sobre la pandemia de la Covid. Ocurrencia circunstancial de la cadena que aglutinó un 7 por ciento de share, cifra similar a la que registraba con anterioridad Corazón de, presentado por Anne Igartiburu (51). Desde Prado del Rey esperaban mantener a la audiencia con este nuevo formato y así provocar el llamado 'efecto arrastre en el Telediario. Una estrategia que no ha dado resultado, ya que los informativos están notando, para mal, el fracaso de Bloqueados por el muro.
Son varias las razones por las que este concurso no ha conseguido convencer, y es que además de lo que reflejan los números, las redes sociales no han tenido buenas palabras para el que iba a ser uno de los grandes proyectos de Llàcer. Críticas que aluden a los siguientes aspectos:
1. Mecánica confusa
Varios han sido los usuarios de Twitter que reconocen no encontrar lógica alguna en el funcionamiento del concurso. Opinión que, de ser generalizada, podría ser uno de los talones de Aquiles de este formato. En cada episodio, dos equipos de cuatro personas deben de contestar una serie de preguntas culturales manteniéndose en equilibrio sobre un muro y esquivando los bloques móviles que se precipitan sobre ellos para no caerse. Existen diferentes rondas en el programa, donde se van eliminando a los concursantes, pero no siempre se realizan en el mismo orden. Lo único que se mantiene es que la última prueba es 'El Abismo Final', y que es en la que se disputa el ganador del día. Una falta de organización en los distintos juegos que desorientan al telespectador.
2. Silencios incómodos
"Vergüenza ajena", así es cómo califica un usuario en las redes sociales el programa que presenta Àngel Llàcer. Para algunos la energía que siempre ha plasmado el actor en cada uno de sus proyectos en televisión, no tiene cabida en un concurso cultural. Opiniones a parte, lo cierto es que durante los programas que producen momentos de silencio que reflejan que aún no se ha llegado a dominar al cien por cien la mecánica de este formato. Momentos en los que el conductor parece estar paralizado y que no son bien percibidos al otro lado de la pantalla.
3. Poco ritmo televisivo
Los concursos culturales necesitan de un gran ritmo televisivo para que la audiencia no parpadee ni un segundo, y como ejemplo de ello el rey en este género, Pasapalabra. En el caso de Bloqueados por el muro, los telespectadores señalan que al juego le falta algo de dinamismo, un ritmo televisivo que haga que los 50 minutos que dura el programa se hagan cortos para el consumidor. Este asunto es crucial para que un programa de este estilo triunfe en la pequeña pantalla, y parece el el proyecto de Ángel Llácer no lo consigue.
4. Concursantes poco formados
"¿Este programa se paga con dinero público?". Esta es una de las preguntas sarcásticas que pueden leerse en Twitter sobre el concurso, y es que son muchos los que se sorprenden del grado de incultura que algunos de los concursantes exhiben durante las pruebas. Un nivel bajo de conocimientos que hace que ver el programa pierda emoción y pueda provocar hasta cierto grado de enfado, emociones que no son deseables si lo que se quiere es conseguir respaldo por parte de la audiencia.
El otro fracaso televisivo de Àngel Llàcer
Nadie puede negar que desde que el actor se diera a conocer en el año 2001 como profesor del talent show más importante del país, OT, su carrera profesional ha sido de lo más fructífera. Su vinculación con la televisión, pese a que Ángel Llácer es un hombre de teatro, ha sido constante, existiendo algún que otro fracaso que no ha logrado empañar sus éxitos.
En el año 2010, Antena3 estrenó La escobilla nacional, un programa que pretendía recoger la estela que había dejado el mítico Hommo Zapping y donde se parodiaba desde la sátira más mordaz el mundo de la prensa rosa. Silvia Abril (49), Yolanda Ramos (51) o Carlos Latre (41) formaban parte del elenco de imitadores, siendo Llàcer el maestro de ceremonias. Un espacio que pese a que sus integrantes derrochaban talento, no logró alcanzar buenos datos de audiencia y acabó siendo cancelado tras la emisión de la primera temporada. Un proyecto fallido que no paró la vertiginosa carrera del hombre que enseñó a trasmitir emociones a la primera generación de 'triunfitos'.
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