Esther Aranda (33 años) es una de las concursantes más recordadas de la época en que Operación Triunfo estuvo en manos de Mediaset. Pero no lo es por su prolífica carrera ni sus éxitos profesionales, sino por el polémico paso que tuvo por la academia musical más famosa de la televisión.
A raíz de un hilo en Twitter que rescata en vídeo los mejores momentos de la malagueña por el talent, cientos de internautas han comentado el acoso al que el jurado del programa la sometía, con comentarios nada acertados por parte del polémico Risto Mejide (45).
Ahora, Esther ha decidido dar la cara mediante un directo en Instagram en el que ha hablado abiertamente de su paso por OT 2008. Centrada en su vida como empresaria -regenta dos restaurantes- y madre de dos hijos, asegura que no volvería a la televisión: "No expondría a mi familia otra vez, no estoy preparada".
Sobre sus recuerdos del concurso, asegura que en su momento no fue consciente de la presión a la que estaba sometida y ahora tiene claro quiénes fueron los culpables de su mala experiencia: "Desde Gestmusic consentían todo", ha afirmado sobre la productora del formato, exculpando a Risto pese a sus duros comentarios que, en ocasiones, rayaban el insulto. "Él estaba ahí para eso", dice sobre el publicista.
Cabe recordar que las actuaciones de Esther Aranda han pasado a la historia entre las peores del concurso, especialmente su interpretación de Las de la intuición junto a Tania G. Sobre este asunto, la exconcursante considera que el repertorio escogido por Noemí Galera (53) siempre jugó en su contra: "No puedo decir que Noemí eligiera mal las canciones a propósito, pero no me venían nada bien", desliza.
Antes de entrar a la Academia, Esther era empleada en una tienda de una conocida marca de vaqueros, donde asegura que "ganaba más" que en el concurso. Un hecho que hizo que su paso por el programa no le compensara ni siquiera económicamente: "Necesitaba irme, no aguantaba más, tenía muchísima presión".
Los secretos de OT
Al final del directo se unía otra de las 'sufridoras' de OT 2008, Tania Sánchez, para apoyar el relato de su excompañera. "Nuestra edición fue un Gran Hermano", comenta la deslenguada joven, que entró al programa con 18 años y tuvo que pedir disculpas por insultar gravemente a Risto Mejide.
Las exconcursantes han desvelado los entresijos del talent show, afirmando que una vez a la semana paraban la señal en directo de la Academia para celebrar reuniones con miembros de Gestmusic: "Los de arriba eran los culpables y detrás de las cámaras nos regalaban bombones. ¿Se creen que con un bombón yo iba a olvidar las cosas?", comenta Aranda.
Esther revela que desde la productora le pedían que llorase "delante de las cámaras", ya que ella se desahogaba en la habitación. Tania, por su parte, asegura que en una de esas reuniones llegaron a decirle: "Si no sales esta semana, tendrás que salir la siguiente".
"El dinero estaba por encima de todo y nosotros no importábamos nada", concluye la invitada del directo, a lo que Esther ha aprovechado para revelar una polémica cuestión sobre el voto del público: "Mi familia llamaba para salvarme y le saltaba una locución que decía que yo ya no era concursante".
Secuelas psicológicas
Ambas exconcursantes coinciden en que, de haber sabido lo que les esperaba, no habrían entrado en Operación Triunfo. "Me hizo sentir muy insegura, la gente me decía por la calle 'la que canta mal' yo lo pasaba fatal", confiesa Esther. "La gente es muy cruel, pasan 12 años y los sigue siendo. Yo lo he pasado muy mal por mi familia", ha refrendado Tania.
Para Esther Aranda, el paso por el programa fue tan traumático que asegura sufrir "pánico escénico". Además, afirma que los engaños por parte del que fuera su mánager al salir del concurso la alejaron definitivamente de sus intenciones de dedicarse a la música: "Cuando terminaban de exprimirte y de llevarse su buena comisión, ya no te llamaban para hacer bolos".
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