Por fin Cristina Cifuentes (55 años) se ha sentado en Sábado Deluxe. Lo ha hecho en medio de una gran expectación. No es para menos, y así lo ha hecho constar el programa: no todos los días se sienta en un plató de crónica social una expresidenta de la Comunidad de Madrid. Con un dos piezas de riguroso negro y un gran sentido del humor, Cristina ha reaparecido junto a Jorge Javier Vázquez (49) para hablar de todo: de éxito, de fracasos, de una vida cargada de supervivencia, de política, feminismo e incluso de esas cremas con las que tuvo que lidiar.
A todo le ha puesto ironía y resiliencia. Cifuentes se ha sentado en el plató del Deluxe con fuerza y garra. Dejando claro que tanto ella como Jorge Javier son unos supervivientes de la vida. Por eso a ella no le hace falta irse a Honduras: su vida es un campo náufrago. Nada más comenzar, ha dejado claro que ella está "encantada" de sentarse en un espacio tan exitoso y "de entretenimiento". Eso sí, eso no quita para que tenga la sensación de que hay algunas personas "que están hiperventilando" con que ella se siente en tamaño programa.
"Hay gente que se pone muy nerviosa". Republicana y de derechas, Cristina asegura que ya no es del PP, no está afiliada: "Yo, de corazón, he sido una persona de centro siempre". Una vez sentada en su primer round junto a Jorge Javier, ella se sincera: "Me gustan los animales, pero también la tauromaquia". Y reflexiona lo que sigue de las redes sociales y los "psicoanálisis" que se hacen tan vacuos y prosaicos: "Hay periodistas que se dedican a psicoanalizar a las personas por lo que publican. En Instagram hay mucho postureo. No es el mundo real". Y relata una escena con sus gatos: publica una imagen de ellos sobre alfombras rojas y "hubo un medio que publicó 'La respuesta de Cifuentes al nuevo gobierno de Pedro Sánchez (47)'. ¡Por las alfombras!".
Y hablando de Sánchez, ¿qué opina de esta situación política? Ella no se arredra: "Creo que tendría que haberlo dado a conocer antes al Rey que a la prensa. Creo que son numerosísimos y que no van a caber. Tendrán que ampliar la fila". Ya no se siente del PP y reconoce lo que sigue: "Hubo un tiempo en que representaba a un gran espectro de la población. Eso ahora no ocurre, están en tierra de nadie". Eso sí, apostilla: "La situación de Ciudadanos les deja una oportunidad". No se esconde: "Hay cosas del PP que no me gustan". Y con respecto a su sede: "Deberían plantearse irse a otro lugar. Génova 13 es un edificio carísimo". Los tiempos políticos son otros, sin menos oropeles.
Se habló mucho de Supervivientes y de su posible participación, ella lo resuelve con soltura: "Yo ya soy una superviviente. He estado al borde de la muerte en tres ocasiones". Elegiría a Cospedal (54) para compartir hipotético palafito en Honduras y se explaya contra Soraya Sáenz de Santamaría (48). Así es ella: "Nunca me llevé mal con Soraya. Ella a mí nunca me tuvo demasiado cariño. En política es raro encontrar a personas que te digan las cosas de frente. Se clavan puñales. Fue una magnífica vicepresidenta del Gobierno, pero le falta un poco de empatía. Como a Pedro Sánchez".
Las cremas, ese episodio tan espinoso. Ese supuesto robo. Cristina se defiende: "He leído en Twitter, en relación con mi participación en Supervivientes, dos argumentos: el de las cremas y la protección solar. Tengo sentido del humor, pero fue un episodio dolorosísimo. El hecho objetivo es que fueron unas cremas de 2 euros que pagué de mi bolsillo. He manejado 60.000 millones de euros en mis manos y nadie puede decir que haya utilizado dinero público". Aprovecha al tiempo para denunciar un "linchamiento mediático", "mañana, tarde y noche". Y sigue en este aspecto: "A mí se me quería echar, pero se buscaba la destrucción personal". El vídeo, el mayor dolor: "Fue ilegal y voy a llegar hasta el final. Perdí mi aforamiento y renuncié al sueldo y al escaño. Confluenciaron varios intereses. Hubo amenazas personales y económicas".
Se entiende sentenciada y que no duda en hacer ver que su dimisión estuvo orquestada y "organizada en un despacho de unas personas concretas". Va más allá: personas "peligrosas". Ay, ese abril de 2018. Tan clave y tan importante. Pero no fue el único: ahí ese momento en que pasó "20 días en coma" cuando sufrió ese accidente. Pero hay que ser fuerte: "No es caerse, es levantarse". Asegura Cifuentes que ha habido muchos bulos sobre su persona y aciagos tras la política: "Salí con menos de como entré". Ahora vive de un alquiler, pero resiste: "Tu vida no te la quitan. Solo el sufrimiento es de tus hijos. Tanto ellos como mi marido saben quién soy".
Ese 25 de abril fue duro. Demasiado. Pero se puntualiza: "No me quedé sola y en la calle encuentro mucho cariño". Ha habido decepciones gordas y mensajes sorprendentes, como el de Pablo Iglesias (41), que le dijo: "Vergüenza me daría esa carnicería". En lo que se refiere a esa supuesta cleptomanía, a Cristina le sale la sonrisa de medio lado y desmiente: "Es absurdo. No tengo cleptomanía. Es ir al calor del morbo". Paren máquinas. ¿Se ha operado Cifuentes? Ella lo aclara: "Solo la nariz porque me la partí esquiando y las bolsas de los ojos". Le encantan los tatuajes y se ha enfrentado a la parte más oscura de la vida: el quirófano. "Me preparé para morir. La morfina no le quitaba el dolor. Aunque lo peor no es el dolor, sino el miedo".
Cuando su accidente de moto, la centralita del hospital se colapsó. El amor borboteaba, tanto como el odio: "Recibí amenazas de muerte. Me dijeron 'te voy a meter tres tiros' y por todos los orificios de tu cuerpo". No solo eso: alza la voz Cifuentes con "amenazas de violación". Fueron tiempos en los que sus hijos lloraron mucho y destapa crisis matrimonial. Afortunadamente, pasada y superada.
La polémica de su 'viaje' a Honduras
Este jueves Cifuentes rompía su silencio para aclarar si, como se había especulado, será el fichaje estrella de Supervivientes. Con un mensaje claro y directo, la expresidenta de la Comunidad de Madrid admitía que había sido tentada tanto por la productora, Bulldog TV, como por el grupo Mediaset España, pero que su decisión era negativa.
La abogada publicaba el siguiente mensaje tanto en su cuenta de Twitter como en su Instagram: "En estos últimos días se ha difundido desde distintos medios de comunicación, la noticia de mi posible participación en la próxima edición del programa Supervivientes 2020. Aprovecho para aclarar estas informaciones y comunicar que NO participaré en dicho programa. Quisiera asimismo mostrar mi profundo agradecimiento tanto a la productora a Bulldog TV como a Mediaset, por el interés mostrado para contar con mi participación en un programa al cual deseo muchísimo éxito. ¡Feliz jueves a todos!".
Fue el pasado martes 7 de enero cuando Look publicó la noticia de que Cristina Cifuentes no solo tenía una suculenta oferta económica sobre la mesa sino que además, la expresidenta de todos los madrileños había firmado y se embarcaría en la extrema aventura televisiva prevista para el próximo mes de febrero.
En estos días de incertidumbre, Cifuentes ha preferido mantener absoluto silencio excepto por unas declaraciones que concedió al citado medio en las que afirmó que "hay interés, pero nada firmado". Ahora, 48 horas más tarde, ha sido ella misma quien ha tomado las riendas de sus redes sociales y, agradeciendo la llamada de la productora y la cadena, ha optado por declinar la oferta e informar así a todos sus followers.
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