Pablo López (35 años) y Antonio Orozco (46) han vuelto este miércoles a El Hormiguero para divertirse. Y, como siempre que lo han hecho -tanto individual como a dúo-, no han dejado indiferente a nadie y han dado buena cuenta de su generosidad ante Pablo Motos (54). En esta ocasión, han 'flirteado' con las hormigas más famosas de la televisión para desvelar que son los dos primeros coaches confirmados para la nueva temporada del exitoso programa La Voz.
Sin embargo, esa no ha sido su única confesión. Nada más sentarse junto a Motos, ambos buenos amigos han simulado una fisura en su amistad y Orozco ha llegado a asegurar, siempre en tono de chanza, que ya no son tan amigos. De hecho, ha manifestado lo que sigue, lleno de celos: "Siempre que estoy con Pablo le hacen más caso a él que a mí. Es una sensación, él lo hace sin querer, pero me siento muy solo". Y ha rematado, con voz falsamente estrangulada por la tristeza: "Él, su piano... ¿y yo dónde quedo? Antes teníamos un vínculo normal, pero todo eso ha desaparecido por culpa del piano". Más allá de la broma, Motos ha puntualizado que son "como una pareja de divorciados".
Sea como fuere, ambos cantantes no han defraudado en su nuevo aterrizaje en el programa. En un momento dado, el presentador ha desvelado la gran sorpresa de la noche: ¡Pablo y Antonio, primeros coaches oficiales de la nueva temporada de La Voz! Siempre con picardía, Motos ha metido baza de nuevo en la amistad preguntándole a Orozco: "¿Vas a dejar que siga la rivalidad y que todos se vayan con Pablo López?". Y ahí, Antonio ha tirado de sentimentalismo: "Si yo fuera un talent y estuviese en el programa, sería difícil no escoger a Pablo".
En ese punto, los intérpretes no han querido desvelar cuándo será el estreno de lo nuevo de La Voz y Orozco, melancólico, ha reflexionado: "Sin ánimo de comparar, van pasando los años y las ediciones y siempre llegan nuevos talentos y generaciones". Más tarde, además de poner en el programa un adelanto del nuevo tema de Pablo López -ante un nuevo ataque de celos de Orozco-, López ha aprovechado para aclarar un punto 'peliagudo' de su vida personal.
Resulta que en su anterior visita charló con Motos de las fiestas que organiza en su casa y ahora ha desvelado que esta confesión le trajo un serio problema con sus caseros: "Al día siguiente hubo una reunión con abogados junto a mis caseros en la que me cambiaron el contrato y se puso una cláusula para no hacer ruido ni fiestas". Tras esto, López ha dicho una de las frases más simpáticas que han corrido por Twitter: "En mi casa no se hacen fiestas, se forman solas", al término que cerraba: "Esto es serio, de verdad. Caseros, yo no hago fiestas". El caso es que el cantante de El patio ha asegurado que esta desavenencia con sus caseros le ha hecho "sufrir mucho" y que, a lo sumo, en su casa se hacen paellas con amigos. El mal rato ha terminado cuando Motos le ha pedido a Orozco que a partir de ahora se hagan esas fiestas en su casa.
La 'otra vez' juntos de Pablo López y Orozco
Pese a que siempre que pisan un plató de televisión tienden a hipnotizar con sus voces y su candor, lo cierto es que no hace mucho que López y Orozco visitan El Hormiguero a dúo. De hecho, fue el pasado mes de abril cuando, junto a Luis Fonsi (40) y Paulina Rubio (47), se dejaron caer por el plató de Antena 3 para promocionar la versión adulta de La Voz. Entonces, como ahora, dejaron tras de sí una ristra de confesiones y anécdotas. Entonces hubo mucha algarabía y juerga.
Y de ese hilo, el de la juerga, fue del que tiró Pablo Motos. Preguntó a sus cuatro invitados quién era el último en acostarse cuando salían de fiesta. Antonio Orozco salió del paso hablando de que los años no pasan en balde: "A mi edad, el término acostarse no sería correcto, Pablo, nosotros nos desmayamos", comentó. Al parecer, Pablo López aprovecha veladas de ese tipo para invitar a la gente a su casa, con el argumento de que tiene un piano. "Estoy seguro de que soy el que tengo la casa más pequeña de los cinco. Desde pequeño siempre me ha gustado tener a los colegas en casa. Y ellos son colegas", aseguró el artista malagueño.
Pero quien no tuvo reparos en reconocer los excesos nocturnos fue Paulina Rubio. "Una noche al principio del programa salimos los cuatro. Dos se fueron pronto, dos nos quedamos bailando y me dejaron a mí sola con la cuenta, aunque pagó mi chofer”. Esa historia se encargó de rematarla Luis Fonsi: "De repente, el boricua (hablando de él mismo) se quedó solo con una cuenta de 4.000 euros, y eso que no me bebí ni un tequila". Por su parte, Antonio Orozco se disculpó comentando que él se marchó antes "porque al día siguiente tenía que ir pronto a la biblioteca".
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