Que esta edición de Supervivientes tiene un maleficio es científicamente insustancial, pero a juzgar por los acontecimientos, no es nada desdeñable. Este año está repleto de bajas médicas, ataques de ansiedad, aplastamientos y otros sobresaltos. La organización del programa no da abasto con tanta inestabilidad y los espectadores están empezando a darse cuenta de que esta es la edición más accidentada de la historia del programa.
En todo el tiempo que lleva emitiéndose el reality, hemos visto concursantes que abandonaban por distintas razones, pero esta vez está yendo más allá. La noche del pasado jueves fue especialmente dura, algo que no pasó de largo el propio Jorge Javier Vázquez (48 años): "está siendo una noche bastante rara...".
Durante el transcurso de una de las pruebas de la noche, Colate (47) sufrió una importante contusión por culpa del desprendimiento de una rueda de madera que formaba parte del propio decorado. Tuvo que ser intervenido inmediatamente por el equipo médico y sacado de la isla por un daño en la costilla. Mientras sucedía la tragedia, Fabio entrometió su brazo para evitar que Colate sufriera más daño, y el resultado fue una dislocación del hombro, que le llevó a pasar toda la noche en cabestrillo. Esta situación sí consiguió, sin embargo, calmar los nervios de los demás participantes y ayudarles a apreciar los buenos momentos vividos por encima de los malos.
Justo unos días antes, Violeta (24) asumía una importante decisión por parte del equipo: debía abandonar el concurso inmediatamente para poder recuperarse en España de un cólico en la vesícula. La joven llevaba una semana en cuidados especiales y alejada del resto de sus compañeros para tratar de mejorar esta situación y cuando parecía que había mejorado, llegó la peor noticia: por prescripción médica, Violeta tenía que decir adiós a su participación en Supervivientes.
Muy duro ha sido también el ataque de ansiedad que sufrió Isabel Pantoja (62) . Al rededor de la mitad del concurso, a la tonadillera se le vino encima el concurso. La soledad, el hambre, el hecho de estar lejos de su familia y los recuerdos de su época en prisión la desestabilizaron hasta el punto de sentir un grave ataque de ansiedad. Las imágenes mostraban a una Isabel desesperada, llena de lágrimas y con problemas respiratorios. La situación le llevó incluso a pedir una barca para abandonar el concurso. Después logró tranquilizarse lo suficiente como para continuar.
Un episodio similar, aunque menos agresivo, se vivió de nuevo unos días después. El desafortunado fue Albert (29), que a pesar de haberse mantenido fuerte durante todo el concurso, al final los momentos de debilidad no se le pudieron resistir y cayó en una crisis de ansiedad que, curiosamente, contó con el apoyo de Pantoja para solventarla.
Más allá de las enfermedades, el programa ha experimentado algún que otro episodio desagradable, como el abandono voluntario de Azúcar Moreno a escasos días de haber comenzado la aventura. Mucho se especuló sobre el hecho de que las hermanas Salazar habían renunciado para poder acudir a ganar dinero en platós, pero Mediaset les impuso un veto con el fin de evitar esa situación, y que así pagaran la correspondiente multa por la baja de su contrato.
Si todo esto ha ocurrido cuando todavía quedan semanas de concurso... ¿qué más podría suceder de aquí a la gran final?
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