Miriam Saavedra (25 años) ha desembarcado en Supervivientes durante la gala de este martes en calidad de "fantasma del pasado" para dar una sorpresa a su expareja, Carlos Lozano (56). Una situación que no ha sentado nada bien al concursante, y de la que, sin embargo, su exmujer, Mónica Hoyos (42), se ha conseguido librar, siendo la única de todos los concursantes que no ha coincidido con Saavedra. El motivo ha sido puramente legal.
El programa ha explicado que antes de entrar a concursar, Mónica firmó una cláusula en su contrato de participación por la cual vetaba completamente cualquier posible contacto con Miriam Saavedra. Con ella lleva dos años protagonizando disputas y numerosas pullitas en platós de televisión al compartir al mismo hombre en su historial de exparejas: Carlos Lozano.
"Lo que hagan los fantasmas del pasado no está en mi presente", indicaba Mónica cuando se enteraba de la llegada de Miriam a Honduras, haciendo muy evidente que había sido precavida con este tema al adelantarse a las intenciones del programa.
Después de ganar la última edición de GHVIP, Saavedra se ha consolidado como un personaje de mucha fuerza en Telecinco. Su llamativa personalidad y sus ansias de no pasar desapercibida ni callar lo que piensa, han incitado a la cadena a proponer su paso puntual para revolucionar la isla, especialmente el Palafito, donde se encuentra Carlos Lozano y con quien convivirá.
El presentador lleva dos semanas aislado del resto de sus compañeros del programa y el motivo es un castigo. Como explicaba Carlos Sobera (58), el concursante no respetó los límites geográficos establecidos en la isla y sobrepasó la zona que tienen permitida transitar, a pesar de haber sido advertido de ello. Al conectar en directo con él, no tuvo reparo en criticar a la organización por su decisión: "Lo que me habéis hecho no tiene nombre". En Supervivientes nada es lo que parece. Por eso los próximos días, Miriam y Carlos deberán compartir espacio, vida y reality.
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