Este martes en Supervivientes Tierra de Nadie el mundo se las prometía felices -y mira que tramas inocentonas había en el Caribe desde primera hora de la noche-, pero ninguna, con respeto, como la que se ha producido al filo de las doce de la noche. Juro que casi se me cierra el esófago y la cerveza se me queda ahí, atascada, endiabladamente enroscada, matándome tontamente. Se han dado casos, ahí lo dejo. 

Lo que yo venía a decir en esta suerte de papel es que no me imaginaba para nada que Isabel Pantoja (62 años) fuera a pedir, a voz en cuello, de nuevo la expulsión. Esta mujer no aprende. Me ha dejado loco. Yo, que creía que había aprendido la lección hace unas semanas, y que la cadena la había llenado de ceros y comida, resulta que ahora no es así: Pantoja vuelve a pedir el adiós. Eso sí, de manera tramposa y sucia. En mi opinión, mucho mejor que la otra vez: apelando a la lástima del público directamente.

Isabel Pantoja rota de dolor ante Jordi. Mediaset

 

Ay, ladina, tú lo que no quieres bajo ningún concepto es pagar ningún tipo de indemnización. Y, claro, para eso has optado por el mismo modus operandi que la anterior vez. Ah, no, perdonad: la pasada ocasión hizo un amago de abandono falso. Ahora sí quiere irse y lo hace como lo quiso hacer entonces: horadando el corazón de sus seguidores y, de ese modo, no pagar un penique por su marcha. ¡Que no somos tontos, Isabel! Tú te quieres pirar, pero sin pagar un duro. No camufles tu sucia maniobra con grandes golpes de pecho... ni de corazón. 

A mí ya no me llegan, lo siento. Puede que el punto de inflexión haya sido cuando tus satélites han salido en tu auxilio: ahí me ha parecido un pelín sospechoso. Llámame mal pensado, si con eso te consuelas. Hay algo en ti, Isabel, que me descoloca, me descuadra, me saca de mi eje: hasta hace unas horas eras la tía más hercúlea; tumbabas lo que se te proponía en la isla y en la vida... y en tus últimas horas -por no decir minutos- te encoges, te debilitas, y escupes el mensaje en botella: "Es una carta de renuncia. He pedido a Morgan -el pirata de la isla- que me quiero marchar. Necesito estar con mi familia, con mi madre, cuyos días con ella los extraño mucho y me pertenecen". 

Ahí, juro, he visto cómo a Carlos Sobera (58) le salían 23 canas de súbito, en segundos. Ese directo cabrón. Nadie esperaba semejante sobresalto. ¿Que se va Isabel? ¿De nuevo, de verdad? No me jodáis, se gritaba desde realización. Llamad, llamad, por Dios. Llamada apresurada e intempestiva a Paolo Vasile (66): "Paolo, que esta dice que se va, de verdad, que está cansada, que no puede más. Que esto la ha superado, que no hay ceros en el mundo". Tras la perorata, el consejero delegado atiza: "¿Que no hay ceros? 300.000 más y el parte médico semanal de su madre. Decidle, decidle". 

Y se lo dijo, a su modo, Sobera. Algo así como -siento la niebla etílica; me dio un colapso para entonces, que sofoqué con lingotazos de cerveza-: tienes que tener en cuenta, Isabel, que esto genera mucha decepción, mucho desapego de tu sagrado público. Y eso, claro, luego cuesta mucho recuperarlo por muy buena artista que se sea. Tienes que valorar que las consecuencias luego son duras. Piensa en los buenos momentos, y en tu madre, que está muy bien. Todo está muy bien. ¿Qué casualidad -¿verdad?- que nombre a la madre, doña Ana, ¿no? Ay, qué conexiones tiene la vida... ¡Supervivientes se arruina! ¿Que le va a ofrecer 300.000 más y la visita de su madre en Honduras? ¿Quién pone el coto? ¿Cuántas arcas tiene Mediaset? Mejor, ¿hasta cuándo puede darla cara? "Desde que llegué, sufrí", dice la tía, con un par. Vamos, como si estuviera en un resort. Habrá que ver cómo se comporta el jueves: ¿se irá pese a todo?

El sexo de Violeta y Fabio, y el terror de Colate

Fabio y Violeta teniendo sexo en la isla. Mediaset

A mí me ha parecido una de las escenas más calientes de cuantas se han emitido hasta el momento. Me refiero a que... ¡ha habido edredoning en la selva! Ojo, que a mí  no me convenzan de otra cosa. Violeta y don Fabio -a partir de ahora llevará esa distinción mientras siga vivo- han tenido sexo. 

Pasemos un tupido velo. Mejor, para cortar el rollo; hablemos de Colate Vallejo Nágera (47) y su cultura del terror: su equipo debe hacer lo que él dice... e Isabel le ha plantado cara. ¡Con la iglesia has topado! Querido Colate: la disputa de esta semana la tienes perdida. Los peces que se pusieron malos para el día siguiente fueron tu culpa. Por su prepotencia. Mira que es difícil superior a Pantoja en soberbia, pero, hijo, tú la ganas. 

Nominadas: Chelo, Violeta y Lidia

Salvada: Isabel Pantoja 

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