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El nombre de Pepe 'El Marismeño' (51 años) siempre ha sido sinónimo de arte, flamenco y éxito. Sin embargo, su vida dio un giro de 180 grados cuando conoció y se enamoró de una de las personas más famosas de España: Carmina Ordóñez. A su lado, comenzó una complicada y tensa relación sentimental que les llevó a copar titulares de numerosas portadas de revista y programas de televisión. 

Una relación unida, según ellos mismos, por las adicciones. De hecho, Pepe siempre ha reconocido que su auge con las drogas tuvo lugar cuando mantenía una estrecha relación con Carmina. Sin embargo, el cantaor flamenco consiguió ver la luz y salió del mundo de las drogas.

Ahora, alejado de los medios y centrado en su familia y en él mismo, el artista onubense ha concedido una entrevista en la que relata su intensa lucha contra las adicciones. Un relato el de Pepe en el que aborda desde su primer contacto con las drogas al preciso instante en el que tomó la decisión de dirigir el rumbo de su vida

"Estuve cuatro o cinco años consumiendo hasta seis gramos de cocaína diarios". Con esta directa y escalofriante frase, Pepe 'El Marismeño' se abría en canal en el pódcast de Juanje Díánez. 

Una adicción la suya con las drogas que comenzó a crecer cuanto más mayor era la fama: "Pegas un subidón de ego y eso multiplica la adicción". Además, ha aprovechado para confesar que en pleno auge, artistas de la talla de Rocío Jurado, Paco de Lucía o Alejandro Sanz acudían a sus conciertos. "El problema es que Rocío venía, se tomaba dos copas y se iba a las 5 de la mañana. Yo seguía más". 

Una situación que llevó al reconocido cantautor al límite, llegando a plantearse quitarse la vida. "Me di cuenta de que lo había perdido todo e intenté quitarme del medio. Creía que no merecía vivir". De hecho, Pepe confesaba haber tenido que recurrir al dinero de su madre para comprar droga: "No se me olvida que yo le robé dinero a mi madre para consumir. No me podía subir a un escenario si no era con una raya encima". 

Pepe El Marismeño junto a José Fernando en marzo de 2014. Gtres

Fue tras verse sin dinero y sin ilusiones cuando el cantautor tomó la decisión de comenzar a tomar las riendas de su vida, aún siendo consciente que es una carrera de fondo: "No existe nada peor que estar perdido. Conseguí dejar las drogas y ser feliz, pero no puedo decir que nunca más voy a consumir droga". 

A partir de su experiencia, creó el Instituto Galeno para ayudar a otros en su recuperación. Su reflexión nos enseña a comprender el significado de la adicción, su impacto en la sociedad y las consecuencias devastadoras que puede tener. Además de ayudar a personas que tienen problemas con las drogas, 'El Marismeño' también regenta un chiringuito en Huelva. La hostelería también se le da bien y en cuanto al plano personal, está feliz junto a su mujer María José, "la mujer de su vida", y su hijo José Tomás.