Desde hace un tiempo, Elena Tablada (43 años) está en boca de todos. Sobre todo, a raíz de su separación en 2022 de Javier Ungría (43), tras seis años de relación y con quien tuvo una hija, Camila (4). De su historia de amor con David Bisbal (45) nació Ella (13). Desde que se convirtiera en un personaje del corazón, Elena siempre ha destacado por ser directa, no se casa con nadie y saca las garras cuando es necesario.
A raíz de sus explosivas declaraciones en el documental Me quedo contigo, la diseñadora ha revelado cómo se siente y qué repercusiones ha tenido mientras asistía a la X Noche Solidaria de Sallés Hotels celebrada en Mas Tapiolas Country Lodge (Barcelona) destinada a apoyar la lucha contra el cáncer infantil, concretamente, el Proyecto Osteosarcoma.
En esta noche solidaria, Elena apareció deslumbrante ante los fotógrafos. Lucía un diseño ceñido con un fruncido a la altura de la cadera en tono cereza, uno de los colores de moda de esta temporada. Ha venido acompañada de sus hijas y de la niñera porque considera que "ellas tienen que aprender desde pequeñas lo que es ayudar y que con acudir simplemente a un sitio puedes cambiar muchas vidas", admite.
¿Se arrepiente de haber participado en el documental?
No me arrepiento nunca de lo que he hecho porque al final son todo aprendizajes. Después de esto me he sentido apoyada, pero de todas maneras, si no fuera así, he llegado a un punto en mi vida que no necesito validación más que la mía. Es lo único que me importa ahora mismo.
¿Ha sido una catarsis?
Claro, soltar es buenísimo. Llorar, soltar, gritar, hablar. Eso es limpiar.
¿Es consciente de las repercusiones que hayan podido tener sus palabras?
Eso no lo sé. Si lo has visto, ahí entenderías que no me importa la repercusión que haya tenido, ya sea buena o mala. Nunca veo ni lo bueno ni lo malo. Esa soy yo, esa es mi realidad, eso es lo que yo he vivido. Y lo que piensen los demás pues… van a pensar de todo. Nunca va a llover a gusto de todo el mundo. Y nunca nadie va a pensar como yo quiero que piensen. Entonces, no voy a perder el tiempo con todo eso.
Pero en concreto, ¿en su entrevista puede haber habido repercusiones a David?
Es que no lo sé, mi corazón. No ha habido ninguna repercusión que a mí me haya podido afectar. Entonces, de allí para allá, no importa.
Pero, por ejemplo, a Javier un día sí que le afectó…
(Interrupción) Ahí te acabo de responder antes de que me hicieras la pregunta.
¿Tiene miedo a alguna demanda?
No, pero ya lo he dicho, es que siempre es la misma pregunta, no tengo miedo.
Se ha dicho que estuvo tres meses sin hablar con su madre y que ella tiene buena relación con Javier.
Bueno, a ver, que alguien me diga de todos ustedes quién ha tenido una relación idílica con sus padres. Todos hemos tenido en algún momento problemas. Hay que normalizar eso, la vida perfecta no existe. Ahora, juzgarla, criticarla, hagan lo que quieran hacer, pero la vida perfecta no existe, y con los padres menos todavía.
Entonces, eso es algo que yo quiero normalizar porque tengo hijas. En algún momento de la vida voy a tener problemas con ellas y no pasa nada porque los problemas existen. Pero el amor vale mucho más que cualquier problema que tengamos con nuestros padres.
¿Ahora bien, la relación con su madre es buena?
Mi relación con mi madre ha sido buena siempre. Nosotros somos una piña y somos inseparables. O sea, las mamás cubanas no te permiten no tener una mala relación con ellas. Lo que pasa es que, bueno, pues tienes tus altibajos, los trabajas, cuando lo haces se mejora y gracias a Dios se mejoró. Fue una pena que no saliera todo en el documental por todos los ejercicios que hicimos ya que para ella fue un gran trabajo porque es hija de una generación donde no existía la terapia. Sin embargo, hemos podido solucionarlo todo. Hemos tenido herramientas que han arreglado mucho nuestras cosas que no entendíamos una de la otra.
¿Por qué ha tomado la decisión de hacer en este momento esta especie de catarsis?
Porque quise normalizar el no estar bien. Antes que nada quise normalizar que lo que ven en mi Instagram o lo que ven aquí en el photocall no es lo que es. Detrás de esa foto perfecta, preciosa, con un filtro divino, está una persona que tiene sufrimiento, inseguridades, temores, dolor. Entonces, no estar bien está bien también y hacer terapia está bien. Anteriormente se veía mal, pero ahora creo que es necesario tener terapia y ayuda para que te den unas herramientas de cómo gestionar la vida. Al final somos animales que nos han puesto en este mundo y tenemos que saber gestionar lo que nos viene.
¿Cómo es la relación con sus hijas? Porque al final, los padres intentamos hacerlo mejor de lo que lo han hecho nuestros padres con nosotros.
Eso es fundamental, siempre que seas consciente y que tomes, como yo he tomado, herramientas para saber cómo mejorarlo, ¿no?. Supongo que mi relación con mis hijas es como la de cada padre y cada madre. No sé hacerlo de otra manera, solamente intento hacerlo lo mejor que puedo.
A pesar de todo, ¿Ella y Camila son felices?
Súper, súper felices. De eso ya me encargo yo (sonríe)
¿Cómo describiría su relación actual con David?
Muy bien, una buena relación.
Y a nivel profesional en qué andas metida.
Estoy viendo un poco a ver qué hago. Estudio un curso de decoración, estoy diseñando también mis papeles pintados y bueno, no sé si haré más cosas de televisión. Por ahora no lo sé, voy a dejarlo parado un ratito y tú sabes, a vivir. He podido hacer como un Tetris y arreglar un poquito mi vida y quiero seguir por ese camino.
Participó en Bailando con las estrellas, ¿tiene intención en un futuro de participar en un reality?
Prefiero un concurso del tipo de Bailando con las estrellas, pero en definitiva, tengo que ver afinidad en ello. Me gusta cocinar y diseñar, pero esto de encerrarme y estar incomunicada, de no saber nada de mi familia y de mis hijas… imposible.