El 17 de septiembre de 2023 amaneció encapotado y lluvioso. Un día, en definitiva, gris que acabó siendo negrísimo cuando se hizo público el fallecimiento de una de las figuras más grandes en la prensa deportiva española: Pepe Domingo Castaño fallecía a los 80 años en el Hospital de la Zarzuela, en Madrid. Una inesperada -pese a su avanzada edad- muerte que enlutó los corazones de familiares, amigos y admiradores.
Pepe Domingo era una de las voces radiofónicas más conocidas en España, especialmente por los programas musicales y deportivos en La SER y la COPE. Su pérdida dejó especialmente destrozada y desarbolada a su familia. En concreto, a su esposa, María Teresa Vega, y los dos hijos que tuvieron en común, Hugo y Óscar. Amén, claro está, de sus dos nietos, María y Alfonso, a los que adoraba.
"Saber que nuestro padre era tan querido y respetado nos llena de orgullo y gratitud", rezó la suerte de comunicado que lanzó la familia Castaño Vega días después del deceso, el 21 de septiembre. Hoy, 365 días después, todos tratan de seguir hacia adelante. "Ahora, más que nunca, es tiempo de seguir disfrutando de la vida, como solo él sabía hacer", se agregó.
Describen a EL ESPAÑOL como un "dolor insuperable" el que siente, con permiso de los demás, la viuda del mítico comunicador, María Teresa Vega. Su "Tere", como la llamaba él en la intimidad. Formaron uno de los matrimonios más queridos, sobre todo en Padrón, la tierra natal de Pepe Domingo. María Teresa acusa especialmente la ausencia de su esposo. Su amor fue de película. En los años 80 ambos lucharon por defender sus sentimientos.
"Tere acopló su vida a la de Pepe, siempre con esa discreción. (...) Cuando uno de los dos falta, ese vacío es duro", informa una fuente de total solvencia, próxima a la familia. Se añade: "Ella lo acompañaba a cosas importantes para él. Suponía un gran sacrificio para Tere; nunca le gustó salir en la prensa". Pepe Domingo dedicó su vida a la comunicación, pero también supo edificar una vida sentimental y familiar sólida.
A pesar de ser un rostro muy reconocido, consiguió que su vida privada se quedase detrás de los micrófonos. Pepe nunca ocultó el inmenso amor que sentía por su mujer, con la que se casó en segundas nupcias. Su historia de amor se hizo pública y oficial a mediados de los años 80, si bien es cierto que se conocían desde tiempo atrás, y antes de casarse fueron grandes amigos.
Pepe siempre llamó a María Teresa, a nivel público, "mi novia eterna". "Es mi novia eterna. La conocí una noche en Long Play y a quienes estaban conmigo les dije: es la mujer de mi vida y no sabía ni cómo se llamaba. Era modelo, acababa de llegar de Milán, aunque era gallega, me lancé y hasta hoy", manifestó Pepe en una entrevista en Diez Minutos.
Vega fue en la época una reconocida modelo internacional y llegó a trabajar en Milán. A su regreso a España, fue cuando un buen día conoció a Pepe Domingo y juntos han estado de la mano durante 37 años.
Pepe deslizó entonces que el secreto de su longevo amor era "ceder mucho" y se deshizo en halagos hacia sus hijos: "Óscar es realizador de televisión, está en Gol, con Manolo Lama (62). Hugo es piloto de aviación, comandante y socio de Plus Ultra". Cuenta quien bien lo sabe que una de las grandes alegrías que vivió Castaño Solar en sus últimos años fue convertirse en abuelo: "Le encantaba hacer cosas con sus nietos y presumía mucho".
"Pepe consiguió disfrutar mucho de su papel como abuelo. Se desvivía por sus nietos, les daba todo. Como suele pasar, como padre hubo ausencias por su profesión, pero las suplió con la mayor y luego con Alfonso", deslizó en 2023 una persona que trabajó junto a él durante más de 20 años.
A EL ESPAÑOL le consta que en Padrón, un año después, siguen extrañando sobremanera a Pepe Domingo. En Padrón creció y disfrutó de sus primeros pasos en el deporte. Pepe defendió la portería del Souto antes de cambiarse a los micrófonos. En Marino de Mera, el periodista pasaba los veranos.
El pasado mes de agosto, se le rindió un sentido homenaje: el Campo Municipal do Souto acogió la primera edición del torneo Memorial Pepe Domingo Castaño.
Mención aparte se merece el tributo que se le rindió en Madrid, el pasado mes de febrero. En el barrio de Valdemarín donde jugaba de mayor y disfrutaba de la vida social, una glorieta lleva ya su nombre. Pepe Domingo fue un pionero en descubrir esta zona de Madrid hace 43 años cuando llegó a la capital con muchas ilusiones y sueños por cumplir.
La propuesta de homenajear de forma permanente al maestro e icono de la radio española partió de la Junta Municipal de Moncloa-Aravaca. En otro orden de cosas, el comunicador había tenido varios sustos de salud en los últimos años. En 2013, sufrió un pequeño infarto y en 2020 se vio afectado por la pandemia del Covid-19.
El comunicado de la familia
"Queremos expresar nuestra más sincera gratitud por el inmenso apoyo y cariño que hemos recibido de toda la sociedad española tras la partida de nuestro padre. La abrumadora respuesta de todo el país ha sido un testimonio conmovedor de la generosidad y el amor que pueden unir a las personas en momentos de tristeza", expresó la familia, en septiembre de 2023, tras el deceso.
Y añadió: "Las muestras de cariño en las calles, los homenajes en los medios de comunicación y las palabras de consuelo nos han reconfortado en estos momentos difíciles. Saber que nuestro padre era tan querido y respetado nos llena de orgullo y gratitud. La memoria de nuestro padre vivirá en el corazón de todos aquellos que lo conocieron, escucharon y admiraron".
Pepe Domingo Castaño nació en Drono-Lestrone, en A Coruña, el 8 de octubre de 1942, aunque se trasladó a Padrón siendo niño y allí vivió su infancia y parte de su juventud. Fue novicio dominico en un seminario asturiano y cursó estudios de Magisterio.
Su primer trabajo fue como contable. Después, a través de un anuncio de prensa, entró a trabajar en Radio Galicia, en Santiago de Compostela, en la que permaneció dos años, hasta que en 1966 se trasladó a Madrid. Sus primeros años en la capital fueron duros, pasando por problemas económicos hasta encontrar el trabajo deseado en cualquier emisora madrileña.
Trabajó vendiendo libros y grabando versiones en audio para la ONCE. Más tarde, vendrían el éxito y el reconocimiento profesional de los que ya nunca más se apeó.