Las redes sociales dicen mucho más de una relación de lo que se puede esperar y en los últimos años se han convertido en el reflejo de lo que sucede de puertas para dentro de la vida privada de los rostros más conocidos. Es cada vez más habitual enterarse de una ruptura gracias a movimientos en Instagram o likes sospechosos que dejan entrever algo más allá.
Esto es lo que le ha pasado a Ana Villarrubia y Pedro José Onieva. Tras menos de siete meses de matrimonio -pues la pareja se daba el 'sí, quiero' el pasado mes de marzo- la exnuera de Ana Rosa Quintana (68 años) y el tío de Íñigo Onieva (35) han decidido poner fin a su relación.
Ha sido la propia Ana quien compartía la noticia a través de un post en su perfil de Instagram. Una instantánea que, además de por el extenso texto que dedica a su ya exmarido, ha sorprendido a propios y extraños por los detalles tan explícitos que ha querido desvelar.
Unos neceseres con las iniciales de P.O (Pedro Onieva) y las páginas de su libro Sobre cómo no complicarte la vida y los votos matrimoniales hecho añicos. Así ha compartido la televisiva psicóloga su ruptura con el tío de Íñigo Onieva. Unas potentes fotografías que han acaparado inmediatamente la atención de todos sus seguidores.
"Todo empezó aquí y aquí termina. Él quería que todo se supiese, que todo se airease, que no hubiera malentendidos y que mejor que todo el mundo supiera de lo nuestro antes de que cualquier ex pudiera dudar. Y yo entendí que por amor y lealtad extraordinarios que le tenía (increíble el amor que sentí) era una buena forma de hacerlo (aun a costa de mi familia y de muchos de los míos). Del mismo modo, aquí acaba todo", comienza relatando Ana Villarrubia.
"Lo que hay y hubo detrás… Eso… No lo sabe nadie. Nadie jamás lo sabrá. El infierno en vida, eso que si me cuentan me cuesta creer… Un lobo con piel de cordero. Y lo frustrante de que sabes que lo que estás viviendo es profundamente injusto, pero no puedes irte de inmediato. Primero porque tratas de entender y luego porque tardas… Algo dentro de ti te pide que te evadas y que trates de verte y releerte desde fuera con el único objetivo de actuar con cabeza o, en mi caso, como si estuvieras actuando en tu rol profesional, con una tercera persona", amplía, rota de dolor, la mediática psicóloga.
"Si me equivoqué en las formas iniciales, si me equivoqué al confiar en quién era y al llevarle de la mano con orgullo, esto al menos ya hace que impere la coherencia. Ya pago las consecuencias de mis errores. Si esto tiene que ser el cierre de las redes, que lo sea. Si esto es una de las consecuencias del chantaje sufrido, que lo sea también", añade, tajante.
"Si tengo que sentirme identificada con tantas y tantas mujeres, no voy a ser menos. Las cosas tienen nombre, hay personas que no saben ni querer ni cuidar, y así han de ser recordadas. El daño está hecho y en la recuperación ya me encuentro. Esto a él le hará más fuerte, lo sé, pero no me hace más frágil a mí. Solo me recuerda lo duro de lo que he vivido. Lección aprendida. Gracias a mi experiencia, gracias por todo lo aprendido, gracias a tanta gente, por tanto", sostiene Ana, confesando que ya se encuentra en pleno proceso de recuperación.
Una durísima carta contra su exmarido a la que ha puesto el broche final con un claro mensaje: "Un malo en la consulta no se me cuela. Fuera de la consulta, en mi vida privada, nos puede pasar a todos, a partir de ahora es más difícil o quiero creer que tiene muchas menos posibilidad".
Seis meses casados
Pedro Onieva y Ana Villarrubia se dieron el 'sí, quiero' el pasado 16 de marzo en una famosa notaría de Madrid y también hicieron uso de las redes sociales para compartir detalles del que -por aquel entonces- había sido el mejor día de sus vidas.
Fue dos meses antes, en enero, cuando la afamada psicóloga anunció su compromiso con el tío de Íñigo Onieva. 'Sí, quiero. Lo quiero todo', compartía Ana en su Instagram. Unas palabras que ya distan de la realidad actual.