El pasado 30 de agosto se hacía público que la actriz y presentadora Ana García Obregón (69 años), junto a sus cuatro hermanos, Javier, Juan Antonio, Amalia y Celia, había puesto a la venta la impresionante casa de verano El Manantial, situada en la exclusiva zona de Son Servera, en Palma de Mallorca.
Este inmueble lo construyó el padre de Ana Obregón, el reconocido empresario Antonio García Fernández, en los años 60 y fue durante décadas lugar de reencuentro familiar cada período estival. Intramuros, en esos más de 8.000 metros de villa, con vistas al mar, la familia García Obregón protagonizó los momentos más felices de su existencia.
No obstante, el fallecimiento de Álex Lequio y, después, de sus abuelos, Ana María Obregón y Antonio, hizo añicos tanto la felicidad como la unión familiar en la Costa de los Pinos cada verano. En los últimos años, los Obregón han disfrutado de la casa por separado. De ahí que la familia haya decidido venderla por 35 millones de euros. También habría pesado en esta decisión el costoso mantenimiento.
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Ése es el precio que se fijó, inicialmente, en el lujoso portal inmobiliario Sotheby's International Realty, donde se publicita la casa. Sin embargo, ese montante ha desaparecido de la web. EL ESPAÑOL sabe por qué. La familia García Obregón está "molesta" por que esta venta haya trascendido a la prensa. No contaba con que esto ocurriera.
La intención de Ana y de sus hermanos era llevar esta operación inmobiliaria desde la más estricta intimidad. De acuerdo a lo que se traslada a EL ESPAÑOL fue hace unos meses cuando los hermanos Obregón tomaron esta decisión, de mutuo acuerdo. Los primeros meses del año 2024. Se trata, pues, de una determinación, la de vender El Manantial, relativamente reciente.
Fue duro, por supuesto, pero tocaba ser prácticos y pragmáticos. El mantenimiento del inmueble a lo largo del año sería demasiado costoso, explica una fuente de sobrada credibilidad, para el disfrute que, en realidad, se hace del mismo. Es decir, sobre todo en verano. Ana, Javier, Juan Antonio, Amalia y Celia estuvieron de acuerdo.
Cierto es que Ana se apenó mucho y se mostró, inicialmente, reticente. El Manantial era el lugar preferido de su vástago, Álex, y nunca hubiera querido deshacerse de él, pero también es verdad que Ana está mirando por el futuro de su nieta, Ana Sandra Lequio Obregón. Tiene claro la guionista de Ana y los 7, y así se traslada a este periódico, que el dinero que obtenga de esa venta irá destinado a la menor.
La razón por la que la inmobiliaria ha eliminado la cantidad de 35 millones de euros -ahora se puede leer en ese apartado "Precio Bajo Demanda"- la arroja a este medio, en primer lugar, una experta en la materia: "El precio final está sujeto a las ofertas que presente el cliente".
Una fuente próxima a la familia agrega: "Creo que pusieron los 35 para luego tener margen de rebaja. Es una estrategia muy común, pero seguro que no contaban con este revuelo. Están algo incómodos porque esta publicidad en prensa les puede perjudicar. No siempre un apellido como el Obregón ayuda, y menos en operaciones tan bestias como ésta".
Al cierre de este artículo, no hay ningún comprador interesado en la casa, pero la familia confía en que pronto aparezca. Se incide en que los Obregón no tienen ninguna prisa por vender. Hasta que llegue el momento de despedirse de este inmueble, todos están dispuestos a disfrutarlo hasta el final.
En la página del portal inmobiliario se describe la casa así: "Esta propiedad destaca por su lujo, elegancia y comodidad, integrándose a la perfección en el entorno natural mediterráneo. (...) Al acceder a la propiedad, los visitantes son recibidos por un jardín meticulosamente diseñado, que incluye una exquisita fuente de mármol y una escultura de un reconocido artista".
En un punto de la extensa definición se apunta: "Como datos de interés, la propiedad cuenta con pozo de uso privativo con agua potable y un puesto de atraque en el embarcadero por de la urbanización a tan solo 150m de la vivienda (concesión administrativa). La combinación de todas estas características hace de esta propiedad una joya incomparable para disfrutar en familia o con amigos, con un balcón privado con vistas al Mediterráneo".
El verano de Ana y un proyecto
Tras unos tranquilos días en la Costa de los Pinos, Ana Obregón se ha despedido en las redes sociales de su segundo verano junto a su nieta, Anita. "Bye, verano, bye. El verano ya está llorando su fin. Y yo, que con la partida de mi hijo pensé que jamás podría volver a posar en bañador… pues aquí está la tradición gracias a un equipo magnífico".
Y añade: "Solamente espero que este verano hayáis coleccionado momentos inolvidables con las personas que queréis". En otro post, reflexiona: "A veces para ver un poco de luz se tiene que pasar por una intensa oscuridad. Y este verano Anita me trajo la luz de su Papá para que el verano volviera a existir".
A la vuelta del verano, se confió a EL ESPAÑOL hace unas semanas, Ana tiene un importantísimo proyecto profesional sobre la mesa. Cierto es que cuenta con suculentas ofertas tanto en cine como en televisión, pero de todas esas propuestas hay una que le hace especial ilusión.
A última hora de la tarde de este pasado miércoles, día 4, se ha conocido que la actriz ha fichado como colaboradora del espacio Y ahora Sonsoles, en Antena 3.