Si algo caracteriza a la familia del celebérrimo cantante Bertín Osborne (69 años), en concreto, a sus tres hijas, es su gran unidad. El sentimiento de familia está muy arraigado en ellas. Alejandra (45), Claudia (34) y Eugenia Osborne (37) son una piña. No sólo entre ellas, también arropan, cuidan y quieren a su otra hermana de madre, Ana Cristina Portillo Domecq (30).
Portillo, nacida de la relación de su malograda madre, la inolvidable Sandra Domecq, con el empresario y fotógrafo gaditano Fernando Portillo, está profundamente unida a sus hermanas. Se hacen llamar entre ellas Las cuatro mosqueteras, y el vínculo entre Ana Cristina y Bertín es muy especial. El cantante ejerce como un segundo padre para la pequeña de la familia y nunca ha hecho distinciones entre sus hijas.
Son tiempos convulsos para el mediático apellido Osborne tras la polémica paternidad del cantante, a raíz del nacimiento del que ya, por fin, ha reconocido como su hijo: el vástago de la paraguaya Gabriela Guillén. En medio de estos agitados meses, la familia Osborne Domecq descuenta los días para una magna celebración: la boda de Ana Cristina Portillo. La benjamina de la saga contraerá matrimonio el 28 de septiembre.
Así lo anunció, feliz y excelsa y plena, la propia Ana Cristina, el pasado 17 de abril, en las páginas de la revista ¡HOLA! a través de una extensa entrevista. El hombre con el que sellará su vida se llama Santiago Camacho y es ingeniero industrial de profesión. Los enamorados unirán sus vidas ante los ojos de Dios en la catedral de Jerez de la Frontera.
La celebración, contó la citada publicación, tendrá lugar en un lugar muy significativo para los novios: la finca Santiago, que perteneció a los abuelos de Ana Cristina, el bodeguero Beltrán Domecq González y Ana Cristina Williams. Para mayor coincidencia, las tres hermanas de Ana Cristina también festejaron sus enlaces allí. Portillo confirmó, en esa interviú en el papel couché, que, por supuesto, Bertín asistirá a su casamiento.
"Nos comprometimos hace un tiempo, pero por motivos personales optamos por no empezar a organizar ni casarnos en ese momento. Y, bueno, ¡lo hemos decidido hace dos semanas! (...) Mis hermanas se pusieron a llorar de la emoción. Adoran a Santi", expresó, emocionada, Ana Cristina. Añadió: "Mi hermana Claudia, cuando me dio el ramo, me dijo 'Espero que el día que te cases lo hagas tan enamorada y tan segura como yo'".
Santiago -en casa es Santi- es uno más en la familia. Tan es así que Portillo no tiene duda alguna: "Creo que, si tuviesen que elegir -sus hermanas-, a lo mejor lo elegirían a él. Es el preferido". Sobre la salud de su amor con Camacho, Ana Cristina hace balance: "Las relaciones tienen altibajos y estamos en el mejor momento. Me parecía imposible llegar a estar tan bien. (...) Con la boda me he vuelto loca. Estoy en una nube".
En lo que respecta al enlace en sí, Portillo apuntó: "Quiero que sea muy tranquilo, muy cómodo, en el jardín. En definitiva, una boda sencilla porque es, al final, lo que nos representa a todos. Somos muy relajados". Como no podía ser de otro modo, Ana Cristina se deshace en halagos hacia Bertín: "Le quiero mucho y para mí es muy importante que esté". Su padre, Fernando, cómo no, será el padrino: "Está muy emocionado, soy su única hija".
Por último, Ana Cristina guarda grandes -aunque discretos- planes de futuro junto a su marido: "Quiero disfrutar un poco del matrimonio, pero este año cumplo 31 y estoy un poco en esa tesitura. No sé, da igual lo que planees, va a ser lo que Dios quiera. Lo mismo dices 'me quiero quedar embarazada cuando me case' y tardas tres años, o al revés".
Ahora bien, ¿quién es Santiago Camacho, el hombre que ha enamorado a Ana Cristina? Santi es ingeniero industrial y cuenta con una dilatada trayectoria profesional. Cursó la carrera, de acuerdo a su perfil profesional en LinkedIn, en la Universidad de Sevilla, entre los años 2006 y 2012. En 2006 estuvo trabajando en Kentucky y Florida para la empresa familiar Camacho Foods.
Más tarde, perfeccionó su currículo vitae en el departamento de logística de Stovit Group en la localidad polaca de Bydgoszcz. Una vez instalado de nuevo en España, trabajó en la sede sevillana de Canagrosa, laboratorio industrial y proveedor de servicios técnicos integrales. Después se mudó a Cádiz para prestar su sapiencia en Alten, una consultora tecnológica en la que permaneció también casi tres años.
La despedida de Ana Cristina
Hace unos días, Ana Cristina Portillo cumplió con la tradición y celebró la tradicional despedida de soltera junto a sus tres hermanas. Las cuatro mosqueteras, como se hacen llamar, han pasado un lujoso fin de semana en Marbella, organizando distintos planes. Las hermanas se han alojado en el lujoso resort Puente Romano, un precioso pueblo blanco andaluz que cuenta con espectaculares suites y villas privadas.