Fue a principios del pasado mes de abril cuando EL ESPAÑOL informó de que Ana, la querida nieta del desaparecido cómico Francisco Rodríguez Arévalo, se había mudado a Valencia -reside en Madrid, junto a su pareja, Darío Ángel- para cuidar de su tía, Nuria, aquejada de síndrome de Williams, y arropar a su padre, Paquito.
Se explicaba entonces que la llegada de la joven a la vida de su progenitor y de su tía fue de gran ayuda. Sobre todo, emocional y anímica. Están siendo meses terribles para esta familia, desde que el pasado 3 de enero de 2024 perdiera la vida, súbitamente, el emblemático humorista y pilar de todos.
"Estamos notando mucho su ausencia y echándole mucho de menos. (...) Ha sido tan grande como padre, como persona, como amigo... Ha sido tan, tan grande que se nota muchísimo la ausencia", relató Paco hijo a EL ESPAÑOL hace un tiempo. El traslado de Ana a Valencia se planteó como temporal, mientras su tía ingresaba en un centro de día, como era su propio deseo.
En un principio, ese ingreso estaba previsto para mayo, "o incluso para antes". No obstante, este periódico ha podido confirmar que no ha sido así: Nuria sigue en su casa, al lado de su hermano y su tía. Así lo corrobora Ana: "Mi tía sigue aquí. Nuria está en casa con nosotros". Se explica que este retraso se ha debido a un contratiempo con el "tema del papeleo".
Nuria está deseando ir y estar entretenida, y conocer nuevas personas. Es una mujer con un espíritu muy alegre, que le gusta mucho sociabilizar. La relación entre Nuria y su sobrina Ana es maravillosa y, lógicamente, en estos meses durísimos se han unido especialmente. La joven está encantada con esta nueva etapa en Valencia, como admite en conversación con este periódico.
Eso sí, no esconde que sus planes y proyectos profesionales han quedado un poco aparcados sine die. Ahora mismo, lo urgente es lo importante, y esa urgencia está en el cuidado de su tía. "Yo llevo una temporada viviendo en Valencia, desde que pasó lo de mi abuelo, y tengo mi vida un poco parada".
Así las cosas, en estos momentos no cuenta con ningún proyecto ni como actriz ni como modelo -sus grandes y ambiciosas proyecciones de futuro-: "Agradezco el interés siempre, pero no tengo nada interesante que contar a nivel profesional". Precisamente, en lo que respecta a su parcela laboral, hace un tiempo, durante una interviú con este medio, Ana se sinceraba.
"Yo ahora mismo estoy preparándome en el mundo del modelaje y la actuación. En eso estoy. Era algo que a él le hacía mucha ilusión, verme triunfar en eso. (...) Más que nada lo que he hecho es fotografía. Desfiles, de momento, no", manifestó. Sobre el estado de su tía, Ana deslizaba: "Está destrozada. (...) Eran uña y carne y la muerte los ha separado, como se suele decir también en los matrimonios".
Paquito, como llama su entorno más íntimo al hijo de Arévalo, sigue mal y tocado. También su bienestar preocupó a su hija Ana y fue otra de las poderosas razones para instalarse de nuevo en la que siempre ha sido la casa familiar, sede de grandes y felices momentos. Confirma EL ESPAÑOL que Paquito sigue trabajando como camarero, haciendo extras.
El trabajo -a veces dobla turno- le está viniendo muy bien para su salud mental: le ayuda a no pensar mucho en la pérdida. Otro de los grandes asideros de Paquito está siendo el homenaje a su padre que se está organizando desde el ayuntamiento de Valencia.
"En Valencia sí sé que se le va a hacer, pero está todo aún empezándose a mover ahora. No se sabe aún nada. Ahora estamos en Fallas y no es un mes idóneo para hacer nada en teatros ni nada. Después de Fallas, comenzará a concretarse", aseguró Paquito hace unas semanas. Las Fallas terminaron y, según contrasta EL ESPAÑOL, aún nada se ha agilizado a ese respecto.
Tanto él como su hermana y su hija son los primeros que están deseando que se recuerde al magnánimo Francisco Rodríguez, que su legado y carrera no se olvide. Este medio ha podido confirmar que, desde el ayuntamiento valenciano, ya se está trabajando en "varias opciones".
Un cuidado de 24 horas
Paquito se sinceró con EL ESPAÑOL hace unas semanas acerca de lo que implica cuidar a su hermana y estar pendiente de ella las 24 horas del día. Trabaja haciendo extras como camarero, explica Paco hijo, porque no puede emprender proyectos a jornada completa. "No puedo trabajar a jornada completa, estoy cuidando las 24 horas a Nuria. Lleva mucho tiempo eso", puntualizó.
No hay queja alguna en Paco: sólo cuidados y amor. Defendió en su charla con este medio que su prioridad en estos momentos pasa por cuidar a Nuria, por encima del trabajo. Y en ello está empleado a fondo. "La ducho y le doy de comer", detalló para explicar cuánta es su implicación.
Si algo caracteriza a Paco Rodríguez es su alto concepto de la familia, cualidad que le ha sabido inculcar a la perfección a su hija, Ana. Conviene recordar en este punto que Nuria está aquejada de síndrome de Williams, un trastorno multisistémico del neurodesarrollo. Tras el deceso de su padre, es Paco hijo quien se ha convertido en el tutor legal de su hermana.